Cap 15

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--------------Mei-----------------

 Cuando salí de la mansión, me sentí aliviada. Mi corazón latía con fuerza y estaba empapada de sudor. Las personas que pasaban a mi lado me miraban como si fuera un bicho raro, aunque no encontré ningún sentido en ello.

Me situaba en la plaza central, que era más alegre de lo que imaginaba. Había muchos puestos de comida, artefactos y telas exóticas, además de pequeños espectáculos. Me encantaba el ambiente. Admito que vivir aquí era mucho mejor que en mi otro mundo.

Entré en un bar que olía a alcohol, recordándome al despacho de mi padre, un lugar difícil de respirar. Fui a la barra y me senté. Sentí miradas amenazadoras que me pusieron los pelos de punta. Intenté pensar que estaba equivocada y que eran imaginaciones mías, pero descarté la idea cuando un chico robusto se acercó a mí.

—¿Ha venido a espiarnos? —su tono era desafiante.

—No —confirmé.

El chico, con el cabello negro y largo, ojos hundidos y piel morena con piercings en toda la ceja, parecía poco convencido por mi respuesta. Luego, varios hombres se unieron a nuestra charla, haciéndome sentir aún más alerta.

Caí en cuenta de que llevaba la capa y el uniforme del reino, lo que parecía darme una imagen bastante misteriosa.

—Lo siento, no me he presentado —dije, quitándome la capa—. Soy... Dénem —mentí.

Ellos no parecían asombrados por mi género. ¿Parecería un hombre? No debía pensarlo mucho; además, eso tenía varios puntos a mi favor.

—¿Es usted un caballero? —interrogó uno con un rubio bigote.

Observé que los presentes en el bar no parecían gustar de los caballeros del duque, como se podía ver por sus reacciones.

—Lo robé —solté.

Todos los presentes se miraron, bastante perdidos.

—Ahora, si me permite, voy a usar el baño —les aclaré.

Fui al baño rápidamente antes de que me reprocharan algo. Al llegar, sentí náuseas por el olor putrefacto y traté de ignorarlo mientras me cambiaba de ropa.

Mi nueva vestimenta consistía en unos pantalones negros anchos y una camiseta blanca con mangas largas que se abrían por los codos. Curioso.

—Ya estoy —dije, saliendo del baño.

Los hombres me miraron y luego me ignoraron, lo cual era mucho mejor.

—¿Qué desea tomar el joven? —interrumpió una chica amablemente. Era alta, con pelo rubio y ojos marrones. Parecía simpática.

—Sorpréndeme —respondí.

La chica sonrió y empezó a prepararme la bebida. Sus manos largas y finas me dieron un poco de envidia.

—Esta es una bebida famosa del reino, se llama Eastersec —me tendió el vaso.

Tenía buena pinta; era fría, con un líquido rojo claro. ¿Llevaría fresa o uva? ¿Tiene alcohol?

Al probarla, la boca se me inundó de un sabor cálido y agradable, nunca había probado una fruta así.

—Tiene buen sabor —le dije complacida.

—Me alegro de que le haya gustado. Puede venir aquí cuando guste.

Pagué a la chica y me levanté de la silla. Me fijé en las paredes y muebles. ¿Desde cuándo eran azules? Yo los recordaba marrón, blanco y negro. Cada paso que daba me hacía sentir como si hubiera corrido una maratón, y todo a mi alrededor parecía dar vueltas.

De repente, todo mi visión se tornó en negro.

Me convertí en una villanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora