Sumiso

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Lamento la demora >A< Tuve problemas con el internet y la computadora uvu Pero aquí estoy de nuevo con otro cap de Mi Fantasía Sexual!! :D Me alegra mucho ver que comienzan a seguir esta historia (Sé que son pocas personas, pero me alegra igual >:1) En fin, espero que les guste este cap nvn
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Sumiso

El efecto de la droga pasó y el cuerpo de Henry se enfrió, por lo que comenzó a sentir el dolor de loa azotes recibidos hacía ya media hora. Mike volvió para aplicarle una crema y curar aquellos golpes y Henry no se resistió; estaba muy adolorido como para hacerlo. Pasó una hora más y volvió a buscarlo para llevarlo abajo, al baño, y allí comenzar a asearlo. Una vez limpio, lo dejó en una de las habitaciones, la cual se veía mucho más agradable -obviamente- que aquel sótano o el ático. Tenía una cama de una robusta madera, un buró frente a esta y un diván junto a la ventana que quedaba en la pared frente a la puerta. También había un enorme ropero de madera oscura. Todo se veía muy antiguo pero elegante. Cerró la puerta dejando al menor recostado en aquella cama de madera antigua y se fue a su cuarto a descansar.

Las horas transcurrían lentas para Henry, quien aún no había logrado conciliar el suelo. Las partes de su cuerpo que habían sido cruelmente azotadas aun ardían y se preguntaba si Johann lo estaría buscando. Lloró en silencio hasta que calló en los brazos de Morfeo y durmió envuelto en pesadillas de las que no lograba escapar. Al despertar muy temprano en la madrugada, se sentó en la orilla de la cama y se llevó una mano a la cabeza. Le dolía demasiado. Se puso de pie con dificultad y se dirigió tambaleante a la puerta. No necesitó forcejear para darse cuenta de que estaba cerrada con llave. Se puso a examinar la habitación. Sí se veía bastante rustico por aquellos muebles de madera, pero el tapizado color salmón con bordado dorado del diván, las colchas y el papel tapiz le daban un toque inglés muy elegante. Volvió a sentarse en la cama y sintió un dolor punzante en el ano. No esperaba menos, después de todo, había experimentado por primera vez la doble penetración. No le resultó agradable.

Cerca de las seis de la mañana, se oyó el ruido del cerrojo y la puerta se abrió. Mike entró portando una charola que contenía lo que vendría a ser el desayuno de Henry: unas tostadas con mermelada y un poco de café. Henry lo miró con mala cara y se acomodó en la cama.

-Buenos días -Se sentó en la orilla de la cama dejando la charola en la mesa de noche - ¿Cómo amaneciste?

-Con un dolor terrible en el culo -Dijo cortante, sin dirigirle la mirada-.

-Lo lamento, pero tú fuiste el que pidió más ¿Lo recuerdas? -Las mejillas de Henry se tiñeron de rojo al mismo tiempo que chistó molesto y posó su mirada en la ventana. Mike sonrió divertido y lo sujetó de la barbilla de una manera.... ¿Tierna? Hizo que lo viera y acercó su rostro al del contrario hasta quedar a tan solo centímetros -Amo la forma en la que te ruborizas- Y le plantó un beso en los labios. Buscaba introducir su lengua en la boca ajena, pero Henry no se lo permitía, por lo que el mayor se apartó -Come -Ordenó utilizando aquel tono frío y seco de siempre para luego levantarse e irse de allí, cerrando la puerta con llave-.

Henry se tomó su tiempo para degustar su desayuno y, una vez terminado el mismo, dejó la charola nuevamente en la mesa de noche y se acurrucó entre los acolchados dispuesto a seguir durmiendo.

De hecho, esa semana fue bastante tranquila. Las veces que Mike volvía a la habitación eran para darle de comer o llevarlo al baño -Esto último cada aproximadamente dos horas-. De tanto en tanto el rubio intentaba manosearlo, pero Henry oponía resistencia, por lo que Mike desistía de sus actos y se iba, cerrando la puerta con llave detrás de sí. Sentía que se estaba cansando de su resistencia y esto mismo también le preocupaba. ¿Qué pasaría con él si Mike se cansaba de que se resistiera? ¿Lo mataría para que no diga nada o lo denuncie? No. No quería que eso sucediera. No podía dejar que eso sucediera. Y a pesar de que no era lo que deseaba, decidió volverse un poco más sumiso. Lo tenía decidido. Debía soportar aquello hasta que Johann lo encontrara, porque estaba seguro de que lo haría, de que lo estaba buscando. Henry no dudaba de Johann, y haría lo necesario para vivir hasta volverlo a ver.

Y así sucedió. Ese martes a la tarde, Mike entró al cuarto de Henry para llevarlo al baño y que se duchara, como todos los días a la misma hora, sin embargo, lo notó extraño. Henry estaba sentado en la cama, con el acolchado cubriendo sus piernas. Tenía la mirada perdida y sus labios temblaban. Se veía muy asustado. El ojiazul se acercó a él y se sentó en la orilla de la cama mirándolo, para luego posar suavemente una de sus manos en la mejilla del menor, la cual estaba húmeda por las lágrimas apenas visibles que soltaba.

Mike no comprendía que era lo que sucedía concretamente, y tampoco quería preguntar, por lo que simplemente acercó su rostro al del menor. Pudo sentir como se tensaba, cerraba los ojos, como esperando lo que iba a ocurrir, y ahora estaba mucho más confundido ¿No iba a resistirse? Bueno, fuese lo que fuese, Mike simplemente se detuvo un momento, a escasos centímetros del rostro del contrario, y este entreabrió los ojos, debido a que el beso lascivo que esperaba no llegaba.

En parte esto lo había tranquilizado, pero al alzar un poco más la vista, se encontró con aquellos penetrantes ojos azules. Ahora Henry era el que estaba confundido ¿No iba a hacerle nada? Así ambos se quedaron mirándose a los ojos, como esperando que el otro hiciese o dijese algo y, como siempre, Mike fue el primero en actuar.

Volvió a moverse, acortando la distancia entre sus rostros y lo besó, pero no en los labios. Comenzó a besar sus mejillas y pómulos, recolectando con sus labios los restos de las lágrimas del menor. El tacto se sentía tan suave, tierno e inocente que por un momento Henry se olvidó de que se trataba de Mike, y, al volver a entrar en sí, apoyó ambas manos en cada hombro del rubio, para apartarlo, sin embargo, recordó por lo que lloraba. Él no quería que Mike se aburriera y lo matara, porque eso era lo que imaginaba que le haría.

Mike sintió las manos de Henry en sus hombros y creyó que lo apartaría nuevamente, pero no fue así. Apenas pudo ocultar su sorpresa cuando el menor volvió a bajar las manos y agachó la cabeza demostrando, a su parecer, completa sumisión. Sonrió. Alzó la barbilla de Henry con delicadeza e hizo que este lo observara. Volvió a romper la distancia que los separaba, rozando con sus labios la boca ajena.

El castaño no se había percatado de que mantenía apretados los labios hasta que sintió aquel suave roce de parte de Mike, por lo que tímidamente los fue abriendo, correspondiendo al lento y profundo beso que el rubio había iniciado.

¿Lo estaba haciendo? ¿Estaba correspondiendo al beso? Oh, Dios. Realmente Mike no podía creerlo. Decidió probar que más podía llegar a permitir Henry, por lo que lentamente bajó su mano libre por el torso ajeno y lo dirigió a su entrepierna. Lo sintió estremecerse y luego tensarse, pero no se resistió. Esto comenzaba a tornarse interesante....

Fin del Capítulo 6
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Oh, sí, lo dejo en suspenso ¿Por qué? Pues, porque es mi historia y hago lo que quiero (?) Miren el lado positivo, ya se puede oler el hard cerca (?)

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