Mi Fantasía Sexual

El Ático

Hola!! Disculpen la demora. Mi internet es un hdp >:1 en fin... Les traigo un cap que contiene lo que muechos quieren(?) Disculpen si es muy soso o aburrido, y el principio se les hace tedioso. Ya se los recompensaré adelante ;) Espero que les guste n3n

-------------------------------------------------------

El Ático

No supo cuántos azotes le habían dado antes de caer inconsciente, solo supo que siguieron después de eso y su cuerpo dolía mucho más que antes. Se recostó en el colchón, desnudo, y cubrió sus ojos con su antebrazo. Lo único que agradeció fue el hecho de ya no tener en sus tobillos aquella molesta varilla que lo obligaba a separar sus piernas. Deseaba estar muerto.

★ ★ ★ ★ ★ ★ ★ ★ ★ ★ ★ ★ ★ ★ ★ ★ ★

-No sé de qué están hablando -Opuso Mike con una mano en el filo de la puerta abierta de su departamento -No he visto a Henry desde el sábado.

- ¡Mientes! -Exclamó Johann furioso. Tenía aun el ojo izquierdo amoratado - ¡Sé que fuiste tú!

- ¿Y qué pruebas tienes? -El rubio se mantenía tranquilo e imperturbable, al contrario de Johann, quien solo deseaba tirársele encima y arrancarle la yugular con sus dientes-.

-Joh -Llamó Alexander desde atrás, sujetando suavemente al azabache del brazo- Tiene razón. No tienes ninguna prueba. Es mejor que nos vayamos.

Apretó los dientes, furioso y se dio media vuelta dispuesto a irse. Sin embargo, no dio un paso que volvió a voltear y le propino un fuerte golpe en la mejilla a Mike quien no dudó en atacarlo. Antes de que una pelea se libre en el pasillo de aquel edificio, Alexander se puso en medio y separó a ambos.

- ¡Es suficiente! -Y como nunca nadie lo había visto alzar el tono de voz, ambos hombres se detuvieron- Johan, nos vamos ahora. Y tú, Mike -Lo miró de forma amenazante -Te mantendré vigilado... -Advirtió para luego alejarse por el pasillo junto al azabache, quien había comenzado a refunfuñar molesto.

Mike cerró la puerta de su departamento y recargó la espalda sobre la misma. Suspiró agobiado, frustrado y, luego de fruncir el ceño, se apartó de la entrada para darle un fuerte puñetazo a la misma. En verdad odiaba a ese imbécil de Johann, pero no podía hacer nada. Al menos no por ahora. Suspiró nuevamente y se dirigió a su habitación. Una vez allí, tomo la laptop que estaba sobre una cómoda y la encendió. Se puso a ver el vídeo que había hecho de la primera vez que violó a Henry y empezó a masturbarse con ello, con el recuerdo, con las sensaciones, a pesar de haber quedado insatisfecho. No dejaba de pensar en lo que le haría al día siguiente, cuando llegara nuevamente a aquella casa de campo que tenía a las afueras de la ciudad, y en dónde estaba encerrado el castaño. Claro, ahora debería ser más cuidadoso, pues sabía que Alexander había puesto sus ojos sobre él, y su vista de halcón podría ser peligrosa.

Tal vez debía esperar un día más. Sí, Eso haría. Además, el menor también debía reponerse de aquellos azotes porque aunque no había abusado nuevamente de él estando inconsciente, seguramente seguía adolorido. Dejó la laptop a un lado una vez que acabó. Se limpió y se acurrucó entre las cobijas. No se dio cuenta de la pequeña sonrisa que esbozó segundos antes de quedar profundamente dormido.

Se miraba horrible al espejo. La noche anterior no se había puesto hielo o alguna crema en la zona donde el azabache le había golpeado, y ahora tenía una enorme mancha morada en la mejilla derecha. Definitivamente no iría a la casa de campo. Henry tampoco moriría de sed. Recordaba haberle dejado algunas botellas de agua cerca. Eso sí, tendría hambre cuando él llegara, pero no moriría.