En casa reina un silencio un tanto inquietante. Solo se oye el sonido imaginario de los grillos en mi cabeza. Empiezo a sentirme extraño. Es como si todo estuviera extrañamente bien, al mismo tiempo el augurio de que algo anda terriblemente mal, tan extraño que no me acostumbro a esta inusual paz interior.
—Hola
Le sonrío abiertamente a mi madre, quien entra a mi habitación acomodandose un arete. Se sienta a mí lado en mi cama con una taza de café en sus delgadas manos.
— Te estuve buscando.
—¿Sí?
—¿Dónde estabas? -me pregunta con una sonrisa divertida.
—Estuve almorzando en casa de Ashley.- Afirmó, un poco avergonzado.
—Entiendo.- Mi madre sonríe y me alborota el pelo que tanto me costó peinar y yo respondo con un gruñido.- Es increíble que hace poco eras mi niño y ahora asistiré a tu graduación.- Daniela me abraza y planta un beso en lo alto de mi frente.- Eres mi niño valiente y lo sabes mi amor.
Me doy cuenta, avergonzado, de que se me han llenado los ojos de lágrimas y el pánico no tarda en aparecer en los ojos de mi madre. Me enjugo las lágrimas rápidamente, sorbo por la nariz y suelto una risita incómoda.
—Lo siento... tengo un gran maremoto de sentimientos aquí en mi pecho.
Daniela no dice nada; por un corto lapso de tiempo, que, seguramente, sentí más largo. Me abraza con fuerza y me besa en la frente. De nuevo.
—Sabes que estoy muy orgullosa de ti, ¿verdad? - Dice cuando me suelta aún manteniendo en contacto con sus manos apoyadas en mi hombros. A mí se me escapa la risa nerviosa.
—¿Estas segura? Te has pasado los últimos cinco meses vigilándome como un niño pequeño mientras yo iba arrastrándome por ahí. Te... te bloqueé, lo bloqueé todo y a todos. ¿Cómo es posible que estés orgullosa de alguien así?
— Créeme, eres más de lo que crees, eres un chico valiente, fuerte, y lo has demostrado en estos meses. te has levantado a pesar del dolor y aún así te mantienes fuerte para cualquier otra batalla.
— Gracias Mamá, no sabes lo feliz que eso me hace sentir. No he sido suficiente para papá, que no solo se ha largado sino que ni siquiera va a venir a mi graduación.
Suelta una risa incómoda.- No lo creo.- Afirma rascándose la nuca.
—No crees...¿Que?
—Tu padre dijo que vendría a tu graduación.
***
La graduación comienza con buen pie, las personas caminan de un lado a otro esperando la ceremonia, otros esperan sentados, y algunos ni siquiera se molestan en llegar, los graduados nos encontramos en la parte detrás del escenarios que en ocasiones hace las veces de un vestidor.Me asomo por la gran cortina roja que divide el escenario y la sala de descanso para los graduados, vislumbro a mi madre y Ashley que están sentadas en una de las primeras sillas del público para mejor visualización, ambas riendo y conversando, a su alrededor, varias personas van caminando, ocupando sus puestos o simplemente tomando alguna comida o bebida antes del acto. La primera de ellas portaba un atuendo bastante casual para el momento, una blusa color albaricoque, unos vaqueros negros ajustados y lleva sus botas de ante favoritas, también negras y con un poco de tacón.
La segunda de ellas combina un vestido sin mangas azul, ceñido hasta la rodilla azul cobalto, y con el cabello ahuecado, liso hasta la cadera y con unos tacones que, desde mi punto de vista, le hacen parecer unas piernas interminables.
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Mas Allá De Lo Que Siento Por Ti
Ficção AdolescenteLa paz y la tranquilidad con la que Oliver Jones esperaba afrontar su último año de instituto se han evaporado en el preciso instante en que el su mejor amiga es atropellada y dada oficialmente en Coma. Y este, es solo el primero de una serie de suc...