Mas Allá De Lo Que Siento Por Ti

capítulo 19

Si tuviera que contar con mi mano todas las veces que mi vida a estado normalmente bien, las contarían con una mano y me sobrarían dedos, ahora, mi vida se encuentra emocionalmente estable y ustedes saben el por qué, ahora que tengo un nuevo trabajo diría que todo va bien, tengo suficiente dinero para comprar un auto, y es que en cuanto supe que me habían dado el trabajo no lo pensé dos veces, He sido becario en un par de sitios, así que llevo años trabajando y reuniendo el dinero suficiente para comprarme un bonito Range Rover de segunda mano.

Pero antes, déjenme darles una retrospectiva de lo que sucedió cuando fui a comprar el vehículo.

Claro que no contaba con su precio.

Lo primero que se me vino a la cabeza en cuanto me enteré del precio del Range Rover fue:

—¿¡VEINTE MIL DÓLARES?!

Soy demasiado joven para perder la
cabeza. Ni siquiera he tenido un trabajo de verdad. Empiezo a hiperventilar, Sé que con el tiempo mejoraré, que mi trabajo no es más que un punto de partida. Trabajaré allí durante una temporada y luego me buscaré algo mejor. El puesto en sí está bien y me permitirá ahorrar para el futuro, pero al mismo tiempo no puedo evitar pensar que no lograré hacer nada aquí.

—Bueno, tengo un amigo que vende autos de segunda mano, no son de muy buena calidad, pero para un chico como tú debe servir.- Me dice el tipo con el que hablo, es rechoncho y bajito, lleva uno de esos informes que están sucios de algún tipo de aceite, y llevaba botas.

—¿Donde es?.- Pregunté, angustiado por la situación.

—Ten su numero de tarjeta, le diré que irás allá y te ofrecerá los mejores autos de segunda en la ciudad. ¡No te vas a arrepentir!.- Dice sonriendo.

***

Oh, Dios. Pensé en cuanto toque el establecimiento y me di cuenta de que era una clase de chatarrería.

—Oh, ¿eres el chico del auto eh?, Mike me dijo que vendrías así que entra, te presento mis bebés.

Al entrar, note que hablan muchas llantas y partes de autos viejos, el tipo era todo lo contrario al otro, era alto y Delgado, pero igual llevaba botas y estaba bastante sucio, era un tipo amable y parecía saber que vendía, así que solo pude confiar en que no me engañara siendo esta una simple chatarrería.

—Tengo un Volvo 740, a un precio totalmente accesible. ¿Eres joven no? Sí, se nota que no tienes nisiquiera los veinte años, ¡pero mirate! Eres un niño.

—Sí... Yo solo vine por el auto. lo quiero.

—¡Pero como tú me caes bien, te lo dejaré a un precio más barato!

El tipo tiene labia y lo sabe, su capacidad de convencimiento era increíble, no me dejaba hablar, solo hacia avistamientos con las manos y hablaba sin parar de lo bueno que era el auto y de lo mucho que valía la pena.

—Vale, lo quiero, pero necesito pagarlo por partes, tengo suficiente dinero para pagar esta y los siguientes dos meses, solo necesito una paga más en el trabajo, solo, no vendas el auto.

—Trato hecho.

Y así sin más, estoy convencido de que ese auto será mío.

***
Ahora sí, les cuento el presente.

—Deberías volver a casa Oliver, se te ve cansado.

Estoy cansado, es verdad, pero estamos a viernes y me he arrastrado hasta el trabajo pensando que podría sobrevivir un día más antes de pasarme todo el fin de semana encerrado en casa. Claro que, teniendo en cuenta el trabajo que llevo hecho hasta ahora, es evidente que me he sobrevalorado.