El verdadero paraíso

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Caía al suelo y seguí escuchando disparos en la habitación.

Mi cabeza chocó contra el duro y frio piso, cerré los ojos pensando que ese seria mi final.

Jerry se tiro a mi lado y llorando me pregunto - ¿Estas bien? -

Solo abrí mis ojos y le sonreí, mire al otro lado de la sala y allí estaba mi madre, tirada en el suelo bajo un charco de sangre, con la mirada perdida y un agujero en la frente por el cual brotaba sangre. Estaba muerta.

Hoy me encuentro debatiéndome entre la vida y la muerte por verdades distorsionadas.

No comprendía como una madre podría tratar a un hijo tan mal, hacerlo sentir un error, un inútil, parte de un experimento... ¿Por qué jamás se paró de hacerlo? en el fondo era mi madre y la amaba a pesar de todo lo malo que me había hecho, yo no pedí que ella fuera mi madre, jamás quise dañarle su vida, y mucho menos le pedí que me conservara, pero ella se inventó un mundo donde era mas fácil culparme a mi, que reconocer sus actos y afrontar las consecuencias de sus decisiones.

Lamentaba que tuviese ese final tan desgarrador.

Aun en el final la amé.

Solo podía oír las sirenas de lo que parecía una ambulancia, quería hablar, pero no podía, eso me recordó la vez que era pequeño que soñé que no podía moverme ni hablar.

- Todo estará bien, te llevaremos al hospital y te pondrás bien, tienes dos impacto de balas y tu pulmón derecho esta gravemente herido - Dijo Jerry.

- Gary... Llévame donde Gary - dije con dificultad.

Jerry me miro con sus ojos llenos de lágrima e hizo que el conductor fuese al lugar que yo le pedí.

Estaba en una habitación, reconocía todo a mi alrededor, era equipo quirúrgico, allí estaba Gary se veía muy demacrado, pero sabía que pronto estaría mejor.

- Gracias por llegar a nuestras vidas, te amamos muchísimo aunque no compartamos ningún lazo sanguíneo. Te convertiste en nuestra familia - Dijo Mery

- Hay una carta en mi escritorio, léanla todos juntos - Le dije.

- Claro que lo haremos, te amamos Nikola -

Comencé a caer en un sueño profundo, todo se volvió negro y ya casi no sentía dolor.

Comencé a mirar la luna de nuevo, Grande y muy brillante.

Allí estaba Aneth, llevaba un hermoso vestido blanco, me acerqué a ella y me di cuenta que estaba de su tamaño, me observé las manos y eran pequeñas, había vuelto en mi forma de niño.

- Tu si que sabes despedirte, valla espectáculo el que montaron allá abajo para que por fin llegaras acá - dijo Aneth.

- Pues ¿Qué esperabas de mi? viví una distorsión de vida - le respondí.

Reímos a carcajadas y ella me invitó a pasar a la cocina.

Al llegar estaba Mandy y dijo - Te estábamos esperando, prepare un pastel de zanahoria para ustedes -

No sabia con exactitud si este era mi cielo o solo un sueño, pero me sentía feliz de estar alli con ellas dos

- ¿Quieres observar como continúan allá abajo? - pregunto Aneth.

Nos acercamos al telescopio y miré, estaban en mi funeral, estaban todos incluso Gary.

- ¿Pero como es posible? - pregunté.

- El tiempo es distinto acá - dijo Aneth mientras una hermosa sonrisa dibujaba el verdadero paraíso.

La tome de la mano y entramos a nuestra casa, a vivir nuestro sueño, juntos.

FIN.

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