Dama de los Elementos (Steve Rogers)

Cap. 09 - Ya sabe mis reglas

–Es un hombre del siglo pasado, Rebecca, no está acostumbrado todavía al siglo XXI. – María Hill se situó a mi lado.

–No es motivo para llamarme "niña". – Le dije mirándole por un momento antes de volver mi atención al cielo azul frente a nosotros.

–Entonces, demuestra que no lo eres. – Me aconsejó la agente Hill.

Respiré hondo y bajé los brazos. Miré a Hill, la cual también estaba mirando el cielo.

–¿Cuál es la mejor manera de demostrarlo? – Le pregunté, una parte de mí advirtiéndome que la respuesta sería relacionada con mis poderes.

–Hay muchas formas de hacerlo, escoge la que te resulte más fácil. – Se giró y miró a alguien. – Pero que sea acorde a quien intentas convencer y que nunca te haga dejar ser quien eres, Rebecca.

Me giré, siguiendo la línea visual de la agente Hill, que observaba al Capi. Rogers estaba hablando con el agente Coulson, ambos con la vista al frente, al ventanal.

–Becca, llámame solo Becca.

–Una incidencia. – Dijo de repente uno de los agentes que controlaba la búsqueda. – Concuerda con un 67%.

Me acerqué hasta el agente que lo había dicho, descubriendo que se trataba de Loki. Fury lo comprobó en su pantalla.

–Espere, un 79%. – Rectificó el operario.

–¿Posición? – Le preguntó Coulson acercándose a mirar también la pantalla.

–Stuttgart, Alemania. 28 de Konigstrasse. – Respondió. – No se esconde mucho que digamos.

Asentí de acuerdo con esas palabras, Loki se encontraba en lo que parecía ser un evento. El tipo iba con una ropa muy formal, debía ser un evento importante en ese museo y no querría llamar la atención.

–Capitán. – Llamó Fury a Rogers, el cual se giró para mirarle. – Su turno.

Steve asintió y se fue del puente, siguiendo a Coulson. Viendo el panorama, bufé y me senté en un escalón, al lado de los ordenadores que controlaban el rastreo.

–Mire y aprenda, señorita García. – Intenté imitar la voz de Parches. – Verá lo que ocurre desde aquí, no formará parte de la acción hasta ya sabe qué.

–Exactamente, señorita García. – Dijo Fury desde su posición. – Ya sabe mis reglas. Aunque puede verlo desde el laboratorio junto al doctor Banner, puede que allí sea útil.

Resoplé resignada y me puse de pie. Empecé a caminar hacia la salida del puente, al menos podría conversar con Banner.

–Becca, espera un momento. – Me llamó María Hill y se acercó hasta mí, para entregarme un pequeño objeto. Parecía ser un auricular sin cable. – Podrá hablar con la agente Romanoff y el resto del personal de S.H.I.E.L.D que lleven uno de estos. – Me explicó Hill. – Para que le oigan, tiene que acercar su dedo, tiene un sensor para activar el micrófono.

Asentí y reinicié el camino para salir del puente. Me puse el pinganillo en el oído izquierdo mientras iba andando al laboratorio adjudicado a Banner, aunque tuve que preguntar donde estaba exactamente.

–¿Le molesta si le hago compañía, doctor? – Le pregunté a Banner observándolo desde la puerta del laboratorio.

El doctor Banner apartó la vista de la pantalla donde estaba operando para mirarme, un poco sorprendido. Llevaba puestas unas gafas que antes no llevaba.

–En absoluto.

Sonreí y entré. Banner estaba pendiente de mí, aunque siguió haciendo su trabajo.