Princess // Familia Real Británica

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¿No hay nada que pueda hacer para ayudarte? 👑

10 de julio de 1998...

~Narra Amber~

Me despierto en este aburrido día con un objetivo; ir a casa de Archie. Tengo que averiguar por qué lo despidieron teniendo las fotos, y si hay algo que pueda hacer para ayudarlo a volver a su puesto.

Cerca de las 11 AM, voy con David, mi asistente o algo parecido, y le pido que me lleve. Él acepta y quedamos abajo en cinco minutos. Eso es el tiempo que tengo para vestirme.

Opto por una falda de Jean y una camiseta negra simple. En cuanto a zapatillas, quiero usar unas rojas que dejé en la habitación de mi esposo la última vez que estuve ahí. Por supuesto entro sin tocar, y lo encuentro sentado en la silla de su escritorio, hablando por teléfono con alguien.

- Lo siento, ¿Has visto mis converse? - Pregunto tímidamente sin querer molestar.

Señala algún punto de la habitación. - Oh, si, es Amber - Dice algo desganado por el teléfono. Me pregunto con quién hablará y por qué esa actitud. - Sí, la llevaré si mi papá me deja - ¿A dónde me llevará?

- ¿Quién es? - Susurro.

- Alan - Susurra aún más bajo.

¡Alan! Por dios, si no tuviera que irme ahora me quedaría pegada al teléfono hablándole. No quiero que William vuelva a Eton, pero en cierto modo, lo espero con ansias porque eso significa ver al rubio de lentes. Si tan solo viviera en Londres, nos juntaríamos todos los días.

- ¡Oh! Mándale saludos de mi parte - Sonrío atando los cordones de las zapatillas. - Y dile que muero por verlo de nuevo - De verdad no puedo esperar, a penas recuerdo cómo se escucha su voz.

Mi esposo asiente y yo salgo de la habitación.

Me pregunto si Alan pensará en mí tan seguido como yo pienso en él. Realmente lo considero una persona muy especial en mi vida, a pesar de conocerlo hace muy poco y no haberlo visto en un tiempo. Tenemos una gran conección y confianza, y aunque no sé nada sobre él, a la vez, soy consciente de que me ha contado cosas que no saben ni sus amigos más cercanos.

Bajo a donde me espera David con un discreto auto negro.

...

Toco la puerta de la casa de Archie. Quizás no debería aparecer así en donde vive con sus padres, sin avisar antes, pero ya es tarde, y dudo que le moleste.

Por alguna ridícula razón, me sorprende encontrarme a su madre abriendo la puerta, como si ella no viviera aquí.

- ¡Alteza! ¿Qué hace aquí? - Ya he aclarado en el pasado que no debía tratarme de usted, pero no estoy con ánimos de corregir.

- Hola, ¿Está Archie? - Sonrío viendo al interior de la casa.

- Sí, ¿Te gustaría pasar? - Por suerte ahora habla más relajada.

Asiento y miro a mi alrededor en busca del chico. Dentro de la casa hace calor, pero hay un delicioso olor a flores.

- ¿Te gustaría tomar algo? ¿Un té o...? -

- Oh no, descuida, estoy bien - Solo me quedo ahí parada, tan patética como siempre, preguntándome cuando aparecerá.

- ¿Quieres hablar con mi hijo? - Pregunta finalmente a lo que yo asiento. - ¡Archie! - Llama a quien asumo está en el piso de arriba. - ¡Archie! - De nuevo. No hay noticias. - Ay por Dios, seguro está con música o algo - Frunce el ceño ligeramente. - Puedes ir a su habitación si quieres, es la primer puerta que ves cuando subes -