Princess // Familia Real Británica

💓50💓

Hello!

Ok, no me maten, he tardado demasiado, pero no sé qué sucede que esto de la pandemia y estar en cuarentena me tiene absolutamente desmotivada para todo.

Aparte, estoy hasta arriba de tareas, seguro ustedes también.

Bueno, solo pude escribir esto de 1300 palabras. Algo es algo.

Hope u enjoy it :3

I love you all, take careee<3

His kisses 👑

29 de marzo de 1998...

~Narra Amber~

No lo recordaba, pero tengo el libro ese que busca William en mi casa. Nunca lo he leído, por eso lo olvidé por completo. Pero repasando cosas en mi cabeza me pude acordar de que mi papá lo compró hace años cuando salió.

En el momento que se lo dije a Will, insistió en pasar por mi casa a buscarlo. Y como es de noche, decidimos quedarnos a dormir ahí, a pesar de que hoy mi padre si estará presente. Pero bueno, estuvo de acuerdo y acabamos de llegar.

Mi esposo toca el timbre y quién reconozco no tarda en abrir la puerta. Mi padre siempre se ve feliz de vernos, sonríe, justo como hago yo todo el tiempo.

Entramos en la casa y ahí nos saludamos.

- Gracias por dejar que nos quedemos esta noche, señor England - Dice William.

- No hay problema, siéntete como en tu casa... O palacio, no lo sé - Se corrige y ambos ríen. - Y tú Amber, realmente estás en casa - Me mira con ternura. - Bueno, ¿Necesitan algo? Porque planeaba irme a dormir ahora -

- No, no necesitamos nada - Contesto.

- De acuerdo, hasta mañana -

- Hasta mañana - Se despide William.

Nos quedamos solos.

- Tu padre me agrada - Habla dejando su mochila sobre el sofá. - Creo que su personalidad se parece a la tuya -

- ¿Eso es algo bueno? - Pregunto curiosa.

- Por supuesto que sí - Sonríe.

Entonces recuerdo lo del libro. Detrás de mí hay una estantería donde se supone que debe estar. Recorro los títulos y nada. Nada hasta el último estante, ¿Por qué mi papá lo habrá dejado tan abajo?

- Y esto es para ti - Le doy el libro que tiene una foto de su madre en la portada. - Puedes quedartelo, no creo que mi papá lo necesite - Sonrío esperando que su mente no se llene de malos recuerdos.

- No puedes regalarme cosas que no son tuyas, y no sabría dónde esconderlo, es mejor que lo devuelva después de leerlo - Explica guardandolo en su mochila.

- Claro - Asiento sin prestarle mucha atención a lo que dice. - Es casi la una - Veo el reloj en la pared.

- ¿Tu también estás cansada? -

- No mucho - Él me mira silencioso, como si no quisiera contradecirme. - Podemos ir a dormir si quieres - Digo divertida.

Asiente, adorable como siempre.

...

Supongo que ahora estamos más acostumbrados a las camas pequeñas. No es para nada molesto, y es como si entraramos perfectamente.

Él lleva un rato dormido, o al menos en silencio y con los ojos cerrados. Yo no puedo dormir, no estoy cansada en lo absoluto.

He decidido que voy a ir a la cocina a tomar un té, puede que me ayude a dormir, y no hay peor forma de pasar el tiempo que viendo el techo en la oscuridad.