Princess // Familia Real Británica

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5 de febrero de 1999...

~Narra William~

Fui llamado para uno de los eventos reales más importantes a los que he asistido hasta ahora, seré padrino de un bebé de la familia real de Grecia y Dinamarca. Los requisitos eran entre otros tener mínimo dieciséis años y me pregunto si habrían integrado a Amber en la ceremonia de haber tenido esa edad. Tenerla aquí conmigo sería de mucha ayuda.

El bautismo tiene lugar en Londres, perfecto, pero no tengo idea de porqué aquí. Eso lo hace cómodo para mí, estoy a unos minutos del palacio y a unos minutos de Amber, pienso en eso como si fuera a tener la oportunidad de escapar. 

Llego a la Catedral, solo, sin apoyo de ningún otro miembro de mi familia para balancear el peso, todo aquí lo cargo sobre mis hombros, y por estúpido que suene temo ser ignorado o recibir una mirada mala, lo que sea, porque estoy alrededor de esencialmente desconocidos de otras monarquías que quizás se guíen por lo que lean de mí en los periódicos, creyendo que mi esposa tiene una relación con alguien más por ejemplo, o que simplemente no logre encajar por ser significativamente más joven que el resto. Espero no verme como un simple niño en las fotos rodeado de adultos. 

Me reúno en el frente con los otros ocho padrinos para saludar mientras las cámaras toman fotos. Normalmente mi altura me juega a favor, ser el más alto en la habitación me hace ver más mayor creo, pero aquí la mayoría son de mi altura, incluso hay alguien que mide más, el príncipe de España.

- ¡William! - Exclama al verme y se acerca a saludarme con dos besos. En estos momentos tengo ganas de hacer una reverencia y llamarlo alteza solo para que deje de tratarme como si fuéramos amigos, pero no lo haré. 

- Qué gusto verte - Contesto con una gran sonrisa que no sé de dónde saco.

- Igualmente - Y luego se me acerca para decir algo más en privado. - Es una pena que Amber no haya podido venir - Sonríe como si no supiera cuales son sus intenciones. Este hombre que me dobla la edad no hace mas que intentar insinuar cosas alrededor de mi esposa que es incluso menor que yo. Me da asco, desearía que desaparezca de nuestras vidas, pero por desgracia seguiremos coincidiendo. 

- Ciertamente lo es, pero pasara el día relajada en el palacio viéndonos por la televisión - Asiento sin demostrarle nada de lo que pienso.

- Vale, ojalá estas vacaciones paséis de nuevo por Mallorca, ¿No? Al menos unos días - Dios mío, ir de nuevo allí con Amber sería un infierno, constantemente tuve que separarla de este hombre como si ella no fuera capaz de cuidarse sola.

Lo único que espero estas vacaciones de verano es ir nuevamente a la casa en Positano de Alan, eso fue muy divertido e igualmente relajante, pero el tema aún no se ha mencionado, es demasiado temprano para pensar en ello.

- Si, depende los planes de mi familia - Y me muevo para saludar a la siguiente persona, finalmente capaz de descansar los músculos de mi cara por lo falsa que fue mi sonrisa. 

Más le vale a mi padre no hacer lo mismo dos años seguidos, lo que menos quiero es pasar ni un solo día en España este verano. Yo no tuve una mala experiencia allí, pero alejar a mi esposa de un depredador todo el día es agotador. 

El evento fue bien, nada a lo que no haya asistido antes, pero la diferencia es que esta vez fui el protagonista y eso me pone bajo mucha presión. El bebé, al que conocí por primera vez en pleno bautismo, se portó muy bien y se me hizo adorable aunque tristemente no tendré mucho contacto con él a pesar de ser su padrino. 

Me pregunto si la gente que no me conoce y que me vio por la tele se imaginó que tengo dieciséis y si le habré parecido más mayor. En cualquier caso, posé para las fotos, evité a Felipe, y vuelvo al palacio deseando no encontrarlo nuevamente en mi vida.