Princess // Familia Real Británica

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Yo solo amo a William 👑

8 de agosto de 1998...

~Narra Amber~

No debería estar levantada a las 7 am, es demasiado temprano para mí, ni siquiera William estaba despierto cuando yo.

Mi esposo y yo solo intercambiamos un par de cortas palabras entre bostezos, pero aclaré que saldría a caminar un poco por la casa.

Ayer en la noche acordamos que iríamos a caminar en la mañana, es decir, en unas horas.

Como siempre, William pidió que no despertara a nadie, y planeo hacerle caso, a no ser que me aburra completamente, pero eso no ha sucedido todavía.

Paseo por todo el piso de arriba, luego el de abajo, y finalmente el patio. Nunca me acostumbro a estar en un lugar tan bello.

Esperaba que todos durmieran a estas horas, pero sorprendentemente Alan está sentado en el borde de la piscina con un vaso vacío a su lado.

- Hola - Saludo acercándome. - Buenos días -

- Hola - Me sonríe, adoro lo lindo que se ve cuando lo hace. - ¿Qué haces despierta? - Lo mismo me pregunto.

- En realidad no tengo idea, pero no puedo volver a dormir - Admito con sinceridad, acercándome más. Él únicamente está usando un traje de baño de color negro.

- Puedes hacerme compañía - En ese momento se pone de pie y salta a la piscina, causando que un montón de gotas caigan sobre mí. - Lo siento - Aparta su húmedo cabello de su rostro. - ¿Te mojé? -

- No importa - Sonrío, supongo que el sol va a secar mi ropa para antes de que nos vayamos. 

- ¿No quieres entrar? - Se refiere a la piscina.

- Pues me encantaría, pero mi traje de baño está arriba -

- Oh, eso da igual, puedes entrar con ropa -

- ¿No es una locura? - Pregunto divertida.

Un poco más de charla bastó para convencerme. Él insistió en que yo saltara al entrar al agua, en vez de usar las escaleras. Mencioné que podría ahogarme, ya que se siente demasiado profundo para mí, pero él aseguró que me atraparía, los varios centímetros de altura que hacen que sea mucho más alto que yo, son los que diferencian que él pueda estar de pie en la piscina, y yo no llegue a tocar el piso.  

Me alejo unos metros y corro, dejándome caer en el agua y creando una gran ola a mi alrededor.

Comenzaría a mover mis brazos rápidamente con tal de asomar mi cabeza, pero Alan no tarda en aproximarse.

Sostiene mi cintura y me atrae a él. Apuesto a que no peso nada aquí.

Hay un mínimo espacio entre nosotros. Él solo me mira por varios segundos, cosa que comprendo en cuanto me acostumbro a ver con pequeñas gotitas sobre mis pestañas.

Suelto una risa nerviosa y avergonzada al notar que no deja de observar mi rostro como si no lo hubiera visto antes, pero con una adorable sonrisa en sus labios.

- Te ves linda con el cabello hacia atrás - Admite. Es verdad, el agua provocó eso. Y acostumbro a acomodar mi cabello quizás demasiado sobre mí cara, a veces hasta cubro mis ojos un poco, pero intento evitar arreglarlo constantemente, suelo dejarlo como esté. - Aunque también me gusta tu flequillo - Eso es un alivio, ya que no estaba pensando en empezar a peinarme distinto.

- Gracias - No sé muy bien qué decir a los cumplidos a parte de eso. Él también se ve precioso, con su cabello apartado o no, siempre. Su rostro es simplemente perfecto a mi parecer, y no hay algo como belleza objetiva, pero apuesto a que él se acercaría. Tan bello. Sus cejas, su mandíbula, su nariz, todo me gusta, y en este preciso instante soy capaz de apreciarlo bien de cerca, y sin esa diferencia de altura.