O12 "Missing"

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Ya era de mañana, no hicieron falta ni cinco minutos de ver la televisión para que apareciera aquella noticia, lo cual les alegaba, pronto se iban a deshacer de ese idiota.

Para su suerte, la policía jamás sospechó de ellas, probablemente porque tenían miedo de ellas y no querían arriergar sus vidas.

Tal vez se habían equivocado, pues escucharon que alguien había tocado timbre, aunque tampoco había que preocuparse, pues no las podían culpar sin pruebas.

-¿Qué quieren?- Preguntó Sooyoung, quién había abierto la puerta.

-Encontramos una grabación y un arma en la casa de Viian Wong, pero sospechamos que fue un asesinato y no un suicidio, las huellas que encontramos son de un humano, ¿han visto alguno?- Preguntó, tenía una libreta en sus manos, seguramente les diría a todos si la escuchaba nerviosa.

-De hecho capturamos a uno que antes trabajaba aquí, no tenemos idea de cómo lo dejaron vivir antes, sígueme- Respondió e hizo que entrara a la casa, era extraño que estuviera todo tan tranquilo.

Y ahí estaba, un hombre atado a un poste para que no pudiera escapar, además de unas cuantas guardias solo por si las dudas.

-Creo que tenemos que matarlo, es solo un problema- Propuso Yerim.

-De hecho eso teníamos pensado hacer, ahora déjenme llevármelo- Respondió la policía, para después llevarse al hombre, ahora no se tenían que preocupar por eso, solo esperaban a que fuera tiempo para la siguiente parte.

-Oigan, ¿alguien ha visto a Jiwoo?- Preguntó Soojin, no la habían visto en todo el día y eso explicaba un poco por qué estaba tan tranquilo.

-Iré a buscarla- Dijo Sooyoung y salió de la casa para buscarla.

Había ido ya a muchos lugares en lo que podría estar, pero no había nada, ni siquiera la habían visto pasar por ahí, y ahora solo quedaba buscarla en su antigua casa, donde todo el mundo la odiaba, pero se tenía que arriesgar.

Al llegar a la casa haría lo mismo que antes, no podía solamente tocar la puerta y esperar que le dijeran algo sobre Jiwoo.

Y al entrar ahí estaba, en su cama esperando que alguien llegara y la sacara de aquel lugar que tanto odiaba, y quien haría eso sería Sooyoung.

-¡Sooyoung!- Exclamó Jiwoo al ver a la mayor, corriendo hacia ella para abrazarla -Por poco pensé que no vendrías-

-Tenía que venir, no creas que te voy a dejar ir tan fácil- Respondió para después acercarse de nuevo al balcón para irse, pero no iba a ser tan fácil.

Antes de que se pudieran ir llegaron varias personas, todas con la misma intención de atraparlas y evitar que se fueran, ahora no solo querían terminar con Sooyoung, sino también con Jiwoo.

-¿Qué quieren de nosotras?- Preguntó Jiwoo, estaba asustada y se notaba.

-¿Acaso bromeas? Ustedes fueron quiénes mataron a las antiguas líderes de la mafia, que Haseul haya sido su líder cuando eran ladronas no significa que lo sigue siendo, por ley ustedes son las líderes- Respondió una de las mujeres.

-Y por ley si las matamos el puesto se nos pasa, y es justo lo que queremos, así todas nos van a respetar de verdad- Está vez habló otra mujer, la madre de Jiwoo de hecho.

-Se supone que ustedes salvan a las personas, no las intimidan- Dijo Sooyoung, haciendo que todas la voltearan a ver.

-Mira, este es el bosque más peligroso de todos, sino ustedes no habrían logrado tanto robando, es nuestro turno de divertirnos- Respondió de nuevo la mujer.

Después de esa respuesta se fueron, dejando a ambas chicas solas en esa misma habitación, sin salida y sin nada que les ayudara a romper algo o escapar, solamente sabían que estaban bajo tierra gracias a una pequeña ventana que se encontraba ahí, pero era demasiado chica como para romperla e irse por ahí.

-¿Y qué haremos ahora?- Preguntó Jiwoo, sin querer separarse de la mayor.

-Podremos salir de aquí, lo prometo- Dijo intentando calmarla, aunque en realidad no sabía cómo lo harían.

Ahora las chicas las estaban buscando por todas partes, hasta que recordaron un pequeño detalle, pues Sooyoung tenía una pulsera la cual les decía donde estaba.

-¡Es por allá!- Dijo Haseul, señalando un lugar que parecía ser el lago, al parecer se habían ido a refrescar un poco.

Pero al llegar solamente la pulsera estaba ahí, no había rastro de alguna de las chicas por el lugar, ahora lo único que sabían era que estaban desaparecidas, podían estar en cualquier lugar, incluso fuera del bosque, pero aún así se arriesgaría y las encontrarían.

The Thief Of Hearts | ChuuvesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora