En una ciudad tan linda y conocida por muchas personas hay un gran misterio, hay un bosque a las afueras de la ciudad el cual nadie conoce, no saben que hay ahí, solamente saben que no pueden ir... pero, ¿qué hay en ese lugar?
En ese bosque habitan...
“Otro día empezó despertando con las personas que quiero, en esta casa separada de los demás, donde podemos correr y jugar sin que nadie nos diga nada, ahora siendo libres de una maldición la cual ya no atacará más al mundo, que aunque nadie se haya dado cuenta de lo que hicimos sabemos que tal vez luego nos agradecerán, igual si no lo hacen, ¿qué tendrá de malo? El mundo no se acabará solo por eso”
Y ahí iban más palabras para aquel diario, el cual Jiwoo tenía desde que se mudaron a aquella casa, donde a pesar de estar separadas del resto podían seguir conviviendo.
-¿Qué haces amor?- Preguntó Sooyoung abrazando por detrás a la menor.
-Tú sabes bien lo que hago- Respondió, cerrando el cuaderno y dejándolo en su lugar para después voltear y darle un pequeño beso.
-Omma, ¿por qué siempre escribes cosas ahí?- Preguntó una pequeña niña que se levantaba de su cama.
-Luego te contaremos- Respondió Jiwoo agachándose para acariciar el cabello de la pequeña.
La niña después de eso bajó las escaleras para salir al patio, donde se transformó para jugar, era un muy lindo husky de color blanco, y definitivamente no intentarían esconderla por ser así.
-¡Haces trampa Yang Mi!- Dijo una niña cruzada de brazos.
-No es cierto, solo soy más rápida, ¡además tu eres más fuerte!- Respondió igualmente cruzada de brazos.
-Se parecer a nosotras cuando éramos jóvenes- Habló una mujer, Haseul.
-¿Hablas de cuando no confiabas del todo en mí por ser humana?- Preguntó Jung Eun.
-¿Tienes que recordar eso?- La volteó a ver con su seño fruncido, lo cual solo hacía que riera.
-¡Es culpa de Janet que nos estemos peleando!- Dijo Yang Mi.
-No es cierto, ¡es su culpa!- Respondió Janet señalándola.
-Seguramente van a terminar enamorándose- Dijo Jiwoo riendo un poco.
-Yo jamás en mi vida me voy a enamorar, y menos de ella- Respondió Yang Mi.
-¿Se nota que es mi hija?- Preguntó Sooyoung acercándose para revolver el cabello de la niña.
-Se nota, son igual de necias- Respondió Haseul, pero esa respuesta no era la que Sooyoung esperaba -Solo digo la verdad- Dijo dando un pequeño golpe en su hombro.
Dejaron a las niñas solas para que resolvieran sus problemas y solo siguieran jugando, para su sorpresa funcionó pero seguramente no iban a durar mucho tiempo sin pelear, las conocían.
-¿Sabes? Pensé que me ibas a robar más cosas, pero solo fue una- Dijo Jiwoo mirando por la ventana de la habitación.
-Yo nunca te robé nada, ni siquiera a ti ya que tú decidiste unirte a nosotras- Respondió Sooyoung riendo un poco.
-¿Y qué hay de mi corazón? ¿Eso no es nada?- Preguntó volteando a verla y alzando una ceja.
-Tú también robaste el mío, no eres del todo inocente- Respondió, esta vez acercándose a ella.
-He robado muchas menos cosas que tú, sigo siendo más inocente- Se acercó aún más a ella, hasta poder recostar su cabeza en el pecho de la más alta.
-¿Estás intentando provocarme?- Preguntó.
Jiwoo solo rió y volteó a verla a los ojos, parándose de puntillas para dejar un beso en sus labios.
-Tal vez- Respondió, y esta vez la besó con aún más deseo...
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