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Puto espectáculo lamentable de ver

"I tried to find love

In someone else too many times

But I hope you know I mean it (mean it)

When I tell you you're the one that was on my mind"

— In Your Eyes de The Weeknd

El momento preciso en que el puño de Daniel se estampó en la cara de Nathaniel, sentí mi corazón en mi mano. Pasó lento en mi cabeza; pude ver como los demás presentes, que era casi toda secundaria, puesto que salíamos a descanso, formaron una especie de círculo. No pude moverme por un momento, porque, primero, seguía enfadada con lo que había acabado de pasar en la clase de literatura, y, segundo, porque me tomó por sorpresa la reacción impulsiva de Daniel.

No le había visto ni hablado con él desde que salímos a vacaciones porque, francamente, mi mente relacionaba su rostro con esa horrorosa noche en la fábrica la mañana de mi cumpleaños. Pensar que él estuvo justo ahí, que Nate lo había engañado para hacernos bajar de piso y ser secuestrados por Dalia, Isaek y el mismo Nate; me revolvía el estómago. Su persistencia durante los meses pasados para que yo le respondiera los mensajes me hicieron sentir de la peor manera posible; no podía evitar huir de mis problemas. Justo eso llevó a que el presente momento se llevara a cabo. Estaban allí Nathaniel y Daniel lanzándose golpes y odié no saber como comportarme.

—¡Hijo de...! — empezó a maldecir Daniel.

Su rostro estaba rojo por la ira mientras estaba encima de Nathaniel, descargando su cólera. Nathaniel, por otro lado, tenía una expresión de fastidio y neutralidad evitando la cantidad de golpes que le daba Daniel. El puño derecho de Daniel fue a caer en la mandíbula de Nathaniel, pero este fue mucho más ágil y la evadió. Pude notar que había mejorado mucho su técnica de pelea estos meses, puesto que la fuerza junto con la manera en que evadía los golpes me dejaron con la boca abierta. Eso sí, tenía su labio inferior sangrando de un rojo vivo mientras Daniel hacía intentos mediocres de ocasionarle más daño. Por un segundo, los ojos de Nathaniel dieron con los míos y vi como una sonrisa burlona cruzaba sus rojos labios. Aún en esa situación se estaba burlando de mi. Debió de ver mi rostro de sorpresa y dolor, velando porque no hiriera a Daniel, porque hizo todo lo contrario. Arrebató contra Daniel y ahora era Nate el que estaba encima propinándole unos graves puñetazos.

Algo dolió en mi interior.

—¡Basta, para! — grité. Tenía mucha rabia y unas inmensas ganas de llorar —. ¡Déjalo!

Traté de acercarme pero sentí que un brazo me sostenía con fuerza.

—No te metas allí, Becka — me advirtió Thomas.

Nate estaba hiriendo a Daniel y yo no me podía quedar allí como una estatua. Sentía mucha impotencia. Luché en los brazos de Thomas para que me dejara ir. En un segundo, Daniel retomó la fuerza y golpeó fuertemente a Nathaniel haciendo que este quedara viendo estrellas por un momento. Cambiaron de posición, de nuevo, y ahora Daniel arremetía con más furia que nunca.

—¡Eres un maldito! — gritó —. ¡¿Cómo pudiste hacerle eso?! — y le dio otro golpe.

Escuché la risa amarga de Nathaniel y mi estómago dio un vuelco. Lo vi burlándose de mi de nuevo, de mi dolor, como si fuera la cosa más insignificante que alguna vez haya conocido. No me di cuenta que había empezado a llorar hasta que mi visión se puso borrosa. Que patética. Vi como los estudiantes empezaban a incrementar la tensión, gritando que siguieran. Inconscientemente y odiándome por ello, mis ojos se dirigieron a esas esmeraldas verdes que me perseguían en lo sueños. Nathaniel no se veía ni un poco asustado, sino fastidiado. Su sonrisa burletera incrementó mi rabia.

¿Fingir?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora