6

889 62 20
                                    

Parte I

"Exhausted, it's toxic

You took a line and crossed it

Don't miss me, you're busy

It sucks that you're so pretty"

So What! de Jxdn

Mi cabeza retumbaba como un tambor al levantarme en la mañana. No solo por la terrible pesadilla que había tenido, sino por la resaca tan tremenda. Con cada segundo que pasaba me arrepentía más de haber tomado anoche. La luz de mi habitación me quemaba los ojos y hacía que estos ardieran. Me fastidiaba la luz – genial. Me sentía como un asco por dentro, mis músculos estaban cansados y mi cabeza me pesaba. Traté de tragar saliva, pero mi garganta estaba seca, además sentía un revuelto en el estómago. Tenía ganas de vomitar... corrección: iba a vomitar.

Traté de pararme de la cama, pero un cuerpo me frenó. Fruncí el ceño de lo más confusa y abrí trabajosamente los ojos. Era Hayley quien había dormido en mi casa. Me tranquilicé porque por un momento pensé que iba a despertar al lado de un extraño. Mi cabeza empezó a chuzarme con los recuerdos de la noche pasada. Había aparecido Nate y había arrasado con mi tranquilidad y mi paz mental. Había arruinado una noche en donde iba a estar de todo menos sobria. Él era la razón por la que había tomado esa idea tan estúpida.

Me cubrí la cara con mis manos porque no podía recordar un carajo después de que Nate se fue y yo me quedé tirada en la arena llorando como una Magdalena. Dios mío... había jurado que no me quedaban más lágrimas por derramar hasta que esa noche pasó. Solo recordaba que me había levantado con el corazón más roto que antes, regresé a la fiesta y me tomé todo el trago que pude ver. Hayley y Thomas habían tratado de pararme, pero hice caso omiso y me adentré a la sala donde todos estaban bailando. Después de ahí tenía unos recuerdos borrosos.

Ahí me vi en pequeñas imágenes: yo tomando otra botella, yo bailando al lado de la mesa... luego me paré encima de la mesa, yo bailando con cualquier persona que se me atravesara... por último, yo besando una boca. Solté un pequeño grito cuando la imagen y la sensación de unos labios besándome me golpeó fuerte. Mierda. Mierda. Se me había salido de control. Yo conocía esos labios: era Trainer. Al parecer el anfitrión de la fiesta si había recibido lo que tanto había buscado.

- ¿Becka? – escuché a Hayley hablando somnolienta. Bostezó y luego se rascó los ojos. Mi cara debió ser un dilema porque Hayley se levantó rápidamente con el ceño fruncido -. Déjame adivinar: ¿Acabas de recordar todo?

-Solo lo más vergonzoso – dije masajeandome las cienes.

-Entonces sí recordaste todo – afirmó.

-Ahhh – espeté agarrando mi almohada y golpeándome la cabeza repetidamente.

¿Qué carajos estaba pensando? No razonaba con claridad, eso era obvio. Seguro habría pasado una noche genial sí: 1) Nate no se hubiese atravesado, 2) si no hubiese tomado tanto. Mi cabeza dolía como el infierno y me sentía fatigada. Las arcadas volvieron de inmediato y tuve que levantarme de la cama con rapidez.

Mieeeerda.

Expulsé todo lo que había tomado la noche anterior por el retrete, sintiéndome como el asco. Terminé rápido y tiré de la cadena. Que vergüenza. Fui a lavarme los dientes y casi pego un grito de cómo me vi en el espejo. Joder que me veía mal; más que mal, ¡horrible! El rímel de mis pestañas se había regado por debajo de mis ojos y ahora había una gran mancha negra en donde debían estar mis ojeras. Mis ojos estaban rojos, hinchados e irritados. Todo en mi pintaba mal. Agarré un paño desmaquillante y empecé a quitarme todo el desastre que había dejado mi maquillaje.

¿Fingir?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora