La chica lo tocaba como podía, lo provocaba, necesitaba sentirlo una vez más antes de que todo se vuelva mucho más mierda de lo que ya estaba su vida. Toco la entrepierna de Louis pero el rápidamente saco la cuidada mano de Eleanor de ese lugar. Se ajustó los lentes y volvió su atención a su lectura. La chica suspiro y se acomodó el pijama, dándole la espalda a su novio en la cama y apagando su lámpara de noche. No pasó ni un minuto cuando el celular de Louis comienza a sonar. Hubiera ignorado la llamada si no era por la voz de Reynolds cantando Demons, canción destinada solo a las llamadas para su hermano. El castaño saca sus lentes, coloca el libro en la mesa de noche y coge el teléfono.
-¿Que nece...
-¿Louis? -Se incorpora de su cama cuando no escucha la voz de su hermano a través del celular. Se coloca de pie y camina fuera de la habitación ante la mirada atenta de su novia.
-¿Harry? ¿Eres tú? -Susurra llegando a la cocina. -¿Qué haces con el celular de mi hermano? ¿Dónde está Niall? -Una ligera desesperación recorrió el cuerpo de Louis cuando Harry no respondió. Se escuchó como una puerta se cerraba y como alguien hablaba muy bajo.
-Louis no quiero que te desesperes, júramelo. -La voz del rizado se oía muy preocupa y eso asustaba mucho más al castaño que ya corría a su habitación a cambiarse de ropa y a por sus llaves de su auto, no quería despertar a su chofer a esa hora.
-¿Dónde mierda esta mi hermano, Styles? -Gruñe colocándose una sudadera negra con capucha. No sabía de donde había sacado esa ropa pero no tenía tiempo de pensar en eso. -¡Styles!
-Estamos en la Comisaría. -El corazón del mayor se detuvo por completo. Comenzó a culparse mentalmente por haberse ido sin despedirse de su pequeño hermano, sin ver con quien estaba o a donde se iba o con quien iba. Quería golpear a todos pero lo único que tenía en esos momentos era a Eleanor y no era muy buena opción en esos momentos. -¿Louis? ¡Louis! No es Niall, es Ashton.
La respiración de Louis volvió a sus pulmones. Quería golpear a Harry por ese susto que le había dado. Ya estaba imaginando a Niall llorando en una celda intentando escapar.
-Estoy ahí en cinco. -Dijo antes de colgar la llamada.
Se metió como pudo en uno de sus muy escasos pantalones jeans. Tomo las llaves de su auto y se dispuso a salir de la habitación cuando escucho la voz de su novia llamándolo.
-¿A dónde vas? -Pregunto la chica colocándose de pie. Se puso su bata y comenzó a perseguir a Louis por detrás.
-Niall está en la comisaría. -Dice abriendo la puerta de estacionamiento. Abre la puerta del auto negro y la cierra tras él. Eleanor se queda en el marco de la puerta observando como Louis encendía el auto. Baja la ventana del copiloto. -No me esperes despierta. -Sentencia. La puerta desplazable del garaje se abre y Louis sale a toda marcha. Calder se queda ahí observando como la puerta se cierra tal y como se abrió. Suspiro y sintió un enorme pesar en su cuerpo, quizá tristeza y eso fue desconcertante, ella siempre supo cómo era Tomlinson y era la primera vez en la que ella se sentía muy sola y triste. Tal vez son las hormonas, pensó ella antes de subir nuevamente a su habitación para volver a dormir.
Apretaba tanto sus manos en el timón que sus nudillos están blancos de la presión. El aire frio de la noche chocaba en su rostro por la velocidad en la que iba. Una ventaja fue que no había tráfico pero no se pudo salvar de algunas luces rojas. Ya se veía a si mismo queriendo matar a Ashton por hacer que su hermano termine en una comisaría. Cuando llego a la estación de policías estaciono su auto en un espacio libre y bajo tan rápido como pudo. Respiraba como si fuera un toro y su expresión podría asustar a cualquiera. Apenas entro pudo visualizar una cabellera rizada al fondo del pasillo.
ESTÁS LEYENDO
El amante perfecto. [Larry Stylinson] TERMINADA
FanfictionHarry conoce a Tomlinson después de aceptar fotografiarlo para una portada de revista. En ese momento, el pequeño chico de la cámara, sin saberlo, encontrara a su amante perfecto. Un secreto que nadie sabrá. Un secreto que aún no ve la luz. El secr...