El amante perfecto. [Larry Stylinson] TERMINADA

Capitulo. 4

Todos los días para Louis Tomlinson eran agotadores y para nada especiales. Pero ese día fue la excepción. Tal vez Eleanor le hizo un favor al haber llamado a esa revista y haberles contado de la boda. Tal vez eso fue lo único bueno que hizo desde que la conoció. Tal vez. 

Todo está en silencio. Lo único que Louis escucha son sus pensamientos, nada más. Lo blanco de su oficina lo marea y el nudo de su corbata lo asfixia. El saco le incomoda y los zapatos le pesan. Los papeles en su escritorio no los entiende. Todo está confuso. En su mente están grabados esos orbes esmeraldas que lo miraban atentamente detrás de esa cámara. 

"Louis ¿qué demonios te está pasando?" 

Esa pregunta se quedó en el aire. Se formó en su cabeza pero no tiene respuesta. No sabe lo que está pasando, solo no puede concentrarse. Tampoco pudo estar atento mientras que aquel chico de cabellera negra le preguntaba cosas sin interés para él, para la estúpida entrevista de la estúpida revista. Ni recuerda su nombre. Louis estaba tan concertado en Harry que no escuchó muy bien al chico presente que le hablaba. Cuando se despidió del chico rizado fue como una pérdida por que sabía perfectamente que no lo volvería a ver. 

"When the days are cold
and the cards all folld
And the saints we see ..."

Louis se concentró un momento en la melodía que salía de su móvil, que en estos momentos sonaba con una llamada entrante. Louis sabía perfectamente quien era.

"Are all made of gold...” 

-Louis Tomlinson. 

-Eres una mierda.

Louis sonrío al oír la voz de su hermano. Niall era tan tierno cuando estaba molesto que daba ganas de abrazarlo pero a la vez matarlo. El pequeño de los Tomlinson era el más querido por él, aparte de su madre claro está.

-Si duende, yo también te extrañe. 

-No Louis, sabes que no es así. Me prometiste que nos veríamos en tu oficina y cuando fui no estabas.

-Ahora estoy acá.

-No iré. Liam me ofreció unas cervezas. 

El castaño viro los ojos. Liam Payne siempre fue su amigo pero cada vez que Payne ve a su hermanito se le prende los ojos y, al parecer, otra cosa más. Amigos siempre fueron pero desde que él se convirtió en el propietario de la empresa de su padre fue alejándose de todos sus amigos y ahora solo se ven para negocios. Aunque, se ve claramente, que Niall no pierde interés por Liam.

-¿Ya andas de zorra hermanito? 

-Ha ha. Que chistoso Tomlinson. ¿Y tú? ¿No te vas a casar? 

-Parece que ya te enteraste... 

-No lo hagas Lou. Sabes que a mamá no le va a gustar nada que te cases solo por compromiso y peor si es para poner a tú padre feliz.

 -No hables así, él también te adoptó.

-Sí, y de eso también le estoy agradecido, pero sabes muy bien que nunca me verá como su hijo.

 Silencio. Eso era lo que provocaba cuando hablaban de su padre, un limpio y puro silencio.

-¿A dónde habías ido? - Pregunto el rubio al otro lado del teléfono. 

-A una entrevista de una revista que se enteró del matrimonio entre Elea...

-Bruja urraca. 

-Niall Tomlinson, si vuelves a llamarla así te cortare los huevos. 

-Vamos Lou, tú le dijiste eso en Navidad ¿no te acuerdas? 

-¡Hey!, estaba ebrio y no sabía lo que decía.

-Si ajá. Se extrañan esos tiempos donde si aparentabas la edad que tenías.... Bueno, te dejo, paso por tu departamento esta noche para hablar mejor. 

-Sí, te espero. Que Liam te haga una buena mamada. 

Una pequeña risa y la llamada finalizada. Ahora a dedicarse al estúpido trabajo y luego irse a su departamento tranquilo. Aunque... Vuelve a tomar el móvil. Tres bips.

-Lia... 

-Si no le haces una buena mamada a mi hermano te mato. 

Una escandalosa risa se hizo presente entre el móvil y el oído de Louis. Acaba de llamar a Liam y acaba de actuar como un joven de 16 o 17 años. ¿Qué demonios pasa? 

-No tranquilo, lo va a disfrutar de eso no pierdas duda. 

-Maldito cabrón.

-¿Te vienes por acá? - Louis dudo pero sabía su respuesta.

-No amigo, solo te llamaba por no haber asistido al almuerzo, lo siento. 

-No importa, sé que tienes trabajo, no hay problema. Oye, pero si me dirás que si a esto; mañana hay una pequeña fiesta y bueno, acabo de invitar a Niall y si quieres vamos. 

¿Una fiesta? No, no le gustan las fiestas. Aparte, desde los 17 que no va a una. Ir a una fiesta incluye vestir como adolescente y tomar y bailar como uno. Él ya no es una adolescente, ya no.

-¿Una fies.. 

La puerta de su oficina se abre sin haber llamado antes a ella. Una silueta delgada cubierta por un vestido azul ceñido y, como eco a sus pasos, unos tacones que pisan el asfalto duramente. 

-¡Mi amor! ¿Cómo te fue? 

De pronto, toda la delgadez de aquella chica de poso en las piernas de Louis mientras que recibía muchos besos en el rosto por parte de ella mientras que Louis seguía con el móvil en la mano. 

-Ele...Eleanor, estoy... estoy con... el móvil ¡Eleanor!

-Ups, sorry my love. 

-¿Liam? 

-Tranquilo hermano, te hablo luego. 

La llamada terminó y Louis fijó su mirada en Eleanor. Esa chica sería su próxima esposa, con la que posiblemente pase toda su vida. No puede ser. Louis opta por volver a tomar su postura de empresario importante. No quiere tener mucha confianza con Eleanor. 

-¿Qué necesitas? - Pregunta el castaño arreglándose la corbata que minutos atrás se la había desatado. 

-Huy, que humor. 

-¿No te dijeron que me llamaras? 

-Sí, pero quería venir a verte. 

-Bueno, ya me viste.

-Sí y fue hermoso. ¿Cómo te fue hoy?

"Hoy fue el mejor día que nunca he tenido en años, hasta que llegaste" 

-Bien, la entrevista estuvo bien. 

-¡Genial! vamos a ser más conocidos ahora, nuestra boda va a ser la boda del siglo. 

"Más conocidos ahora"   "NUESTRA boda"   "La boda del siglo" 

Louis no quería una boda arreglada ni con alguien que no quería. Él quería a alguien que ame de verdad. Que va a querer besar, abrazar, darle todo su amor y cariño. Alguien que esté dispuesta a aguantar al verdadero Lou, no al Louis Tomlinson que la prensa conocía. Y de pronto, Louis vuelve a pesar en él. Quizás pueda volver a verlo, quien sabe. Su mente vuelve al momento en que lo vió. 

-Harry Styles. -Piensa en voz alta ante la mirada de su novia, de quien se había olvidado y que aún se encontraba dentro de su oficina. 

-¿Qué?