La mañana estaba reluciendo a más no poder, el sol en lo más alto, logrando que muchos jóvenes, parejas, niños, salieran de sus hogares para invadir las playas, los parques y los miles de clubs que ocupaban en los barrios altos de la hermosa California.
Todo era así de hermoso en las vacaciones, y Edward disfrutaba al máximo esto, saltando una y otra vez en la piscina de la enorme casa en donde estaba, disfrutando de los miles de juguetes que poseía en la alberca, subiéndose a unos, golpeando a otros o sentándose para ver con emoción todo lo que había ahí. Suspiro y salto una vez más, mojándose nuevamente para refrescarse del calor que había. Ed con sus pequeños ocho años, disfrutaba mucho de las cosas, y amaba realmente a su padre por otorgarle todo lo que él quería.
-Ed, con cuidado, tu padre se molestara si caes y te golpeas fuerte. –Hablo la castaña, que estaba semi sentada en una de las sillas que estaban alrededor de la gran piscina.
-No caeré, mamá, soy demasiado fuerte como para caer. –Sonrió, mostrando esas arruguitas que había heredado de Louis.
Eleanor negó, sonriendo también, colocándose en sus largas y delgadas piernas más cremas de las cuales Ed ni reconocía. La mujer suspiro, echándose completamente para tomar el sol, pero la puerta del patio trasero fue abierta, dejando ver Louis con unos shorts holgados y una camiseta ploma, descalzo y sonriendo. Su felicidad se podía notar a kilómetros y la chica supo que el sol envidiaba completamente a ese hombre.
-¡Papá! –Grito Ed desde la piscina, saliendo de ella y corriendo a los brazos de su padre, quien lo esperaba con los brazos abiertos. El niño lo abrazo, mojándolo un poco, aunque eso era lo que menos importaba ahora.
-¡Bebé! –Respondió de igual manera el Cataño mayor, besando sonoramente la mejilla de su padre.
-Hola, Lou. –Saludo Eleanor, aun con los ojos cerrados esperando que él sol haga maravillas con su deslumbrante cuerpo.
-Buenos días, El. –Beso la frente de la castaña, volviendo su atención al pequeño en sus brazos. -¿Te estas divirtiendo, pequeño? –Le pregunto, observando a su menor hijo sonreír. –Te traje una sorpresa. –Susurro, logrando que el menor de ojos azules le sonriera igual, mostrando en sus ojos ilusión.
Louis hizo una seña a la puerta de la parte trasera de su enorme casa en el lugar más caro de California, sonriendo más al ver al chico entrar de la mano con la pequeña.
-¡Harry! –Grito mucho más que feliz el menor, corriendo una vez más, pero esta vez a los brazos del rizado, casi cayendo, pero logrando su objetivo.
El rizado soltó por unos momentos la pequeña mano de la niña, recibiendo al castaño en sus brazos, besándolo por todo el rostro, sintiendo su pecho llenarse de amor después de tan solo dos días sin haber visto al mini Louis. Después de eso, volvió a tomar la mano de la pequeña, quien seguía succionando su chupón, observando todo con curiosidad. Ed observo a la menor, y bajo de los brazos del rizado para tomar en brazos a la menor, quien sonrió al ver al niño frente a ella.
-Hola, Alex. –Saludo a su pequeña hermana, a quien también había extrañado mucho en los dos únicos días que no había visto. La pequeña tomo la mejilla del menor y sonrío en medio del chupón que aún estaba en su boca.
-Hey, rizado. –La voz de la chica sonó, haciendo que Harry girase su cabeza de sus niños, a la castaña aún sentada, dirigiéndole una sonrisa, acercándose a ella para abrazarla. -¿Cómo has estado cariño? –Pregunto, volviendo a la misma postura que estaba antes.
-Bien, algo cansado, Alex no me ha dejado dormir mucho en estos días que ha estado mal, pero feliz después de todo. –Le conto, tomando asiento al lado de Louis, sintiendo el brazo de este rodearlo por la cintura. Harry observo como Ed llevaba de la mano a la pequeña niña a los juegos que se encontraban en el patio trasero de la casa, comenzando a jugar con ella. -¿Cómo te fue con Ed? –Pregunto.
ESTÁS LEYENDO
El amante perfecto. [Larry Stylinson] TERMINADA
FanfictionHarry conoce a Tomlinson después de aceptar fotografiarlo para una portada de revista. En ese momento, el pequeño chico de la cámara, sin saberlo, encontrara a su amante perfecto. Un secreto que nadie sabrá. Un secreto que aún no ve la luz. El secr...