Reverse Squad - Zodiaco

O8 Escorpio: ¿Mi estado natural? Respirando y Desconfiando de todos.

Día: 8 de enero
Hora: temprano. Punto.
Año: 20xx

Capricornio respiró y soltó el aire retenido en sus pulmones. Estaba acostada en la cama de ese lujoso hotel donde se hospedaban ella y el Escuadrón después de una exitosa misión.

Se encontraban en las Vegas, la ciudad de los casinos y las apuestas, o por lo menos es por lo que más se le conoce.

Como decía, Capri estaba acostada relajadamente en el cuarto que compartía con la Pecesita (osea Piscis) aprovechando que esta se había ido a desayunar hace unos minutos disfrutando de la tranquilidad que se sentía. Al fin, un día sin estarse preocupando por esos inmaduros a los cuales le tocaba liderar.

Sabía que ninguno se despertaría pronto porque ayer todos se fueron de fiesta a un casino y volvieron con demasiado alcohol en la sangre como para estar despiertos, eso significaba:

Redoble de tambores imaginarios que estamos cortos de presupuesto.

¡DESCANSO!

O eso creía hasta que sonó su celular.

Capricornio: ¿Hola?

Aries: ¿Capri? ¿Eres tú? —Preguntó el chico.

Capricornio: No, es el presidente ¿no te jode? —Aries bufó. —¿No podemos hablar más tarde? Estoy intentando relajarme.

Aries: Pero estos policías dicen que solo puedo hacer una llamada.

Capri analizó lo antes dicho por el carnero. Policías. Solo una llamada.

Capricornio: ¿¡Donde mierda estás?! —Preguntó rápidamente poniéndose de pie.

Aries: En el planeta Tierra. —Rió nervioso.

Capricornio: Aries... —Amenazó Capri.

Aries: Ok Ok, en la cárcel. Pero no es lo que parece. —Intentó calmar a lo que ahora vendría siendo, el monstruo de su jefa.

Capricornio: No te muevas de allí. —Y colgó.

[Con Aries en la cárcel]

Aries: Estoy en la cárcel ¿¡Adónde mierda quiere que vaya?! —Se quejó el rubio con el policía de nombre Mathew.

Mathew: Mmm ¿una dona? —Le convidó.

Aries: Oh, gracias.

30 minutos después:

Capricornio: ¿Donde mierda está ese imbécil? —Masculló Capri, viendo de reojo las celdas.

Aries: Y entonces yo le dije: No me digas, así con cara de asombrado. Luego...

Capricornio: ¡Ahí estás! —Se acercó a la reja metiendo sus manos entre ellas y cogiendo a Aries por las solapas de la camisa estrellándolo contra los barrotes. —¿¡Se puede saber por qué mierda estás aquí?!

Aries: —Aún pegado a los barrotes— Viste, te lo dije. Es un monstruo. —Mathew asintió dándole la razón.

Capricornio: Estoy aquí idiota. —Lo suelta —¿De qué se le acusa?