Uno

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Nueva York

Cuatro adolescentes, que para ellos su vida no tenía sentido, estaban cansados de sus vidas de mierda, ya no sabían que hacer.

La misma rutina de siempre se levantan, van al colegio, y vuelve a sus casas que era el infierno personal de cada uno.

Veronica lodge hija del un gran mafioso en Nueva York, estaba arta de su vida, cansada de no tener amigos, porque todos le tenían miedo, hija única, su mamá había muerto cuando ella apenas tenia once años, de su papá ni hablar que sólo la veía como una inversión, hiram le dejo muy claro que apenas cumpliera sus dieciocho años se iba a casar con otro mafioso once años mayor que ella, odiaba a su papá todo lo malo que le habia pasado era sólo la culpa de el.

—VERONICA —grito su padre desde el comedor.

La pelinegra dejo lo que estaba haciendo, salió de su habitación para ir donde su padre

—¿si papi? —¿papi?, Ella ni sabía porque seguía llamándolo así, si lo único que sentía por hiram era rencor, que cree que es un objeto para ser un tonto negocio turbio.

—acercate mija.....para que saludes a reggie mantle —un escalofríos recorrió todo su cuerpo, ella estaba encerrada en oro, odiaba los días que reggie iba a verla

—buenas tardes señor mantle —saludo al hombre de veintiocho años.

—espero que no le moleste que halla venido sin avisar —le dejo un beso en el dorso su mano

—no es molestia —mintió al ver la mirada de su papá.

—yo me retiró —se fue hacia su oficina el padre de la pelinegra

Ella quería salir corriendo del lugar y llorar, odiaba estar a solas con reggie, el siempre intentaba sobrepasarse con ella

—mejor vamos a tu habitación para estar más cómodos —no le quedó otra opción que asentir

Reggie posó su mano en la parte inferior de la espalda de veronica sobandola mientras la guiaba

—¿porqué has venido?........digo no es que me moleste pero me viera gustado arreglarme —mintió nuevamente alejándose lo mas posible de reggie.

—iba de camino a mi casa pero pase por una joyería y vi un hermoso collar, tu fuiste lo primero que se me vino a la mente —al sacar la cajita de terciopelo de su pantalón veronica vio claramente un arma.

—no te hubieras molestado —comentó alejándose.

—no es molestia......esto es un poco de lo que le puedo ofrecer a mi futura esposa —veronica quería gritar que se alejara, que jamas se iba a casar con alguien como el, pero ya había aceptado su futuro, casarse con el gran reggie mantle.

La pelinegra sólo le regalo una sonrisa y un "gracias" en un casi susurró

—¿te molesta si te lo pongo? —que otra opción tenía, ninguna, la pelinegra se puso de pie quedando al frente su gran espejo.

Reggie se posicionó atras de ella, veronica se levantó ligeramente su cabello dejando acceso de cuello a reggie para que le ponga el collar

—te queda perfecto —halago el pelinegro rodeando con sus brazos la cintura de veronica por la espalda.

Con delicadeza puso el cabello de veronica aun costado, acarició ligeramente su cuello dejando suaves y húmedos besos.

Ella sentía asco apenas tenia dieciséis y en nos meses ella cumplía diecisiete. No le quedaba otra opción que dejarse tocar por un hombre mucho mayor que ella ¿de que le servía tenerlo todo.cuando no era feliz?

"Rotos" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora