"Rotos"

Tres

Betty Cooper

Han pasado dos semanas desde que llegué a riverdale, efectivamente mi padre no mentía, tenemos una propiedad al nombre de mamá que me lo heredó, al yo ser menor de edad le pertenece a mi padre hasta que yo cumpla mi mayoría de edad.

Despues de mucho papeleo comence las clases hace una semana, me sorprendió no ser la única que ingresaba a la tercera semana de inició de clases, había una chica peliengra muy bonita por cierto, todo en ella gritaba soy millonaria, había otro chico mas pero no lo logre a ver, tampoco es como si quisiera saber quien es.

Se preguntarán ¿hiciste un amigo?, la respuesta es obvia claro que no, yo soy completamente invisible en el colegio, es mejor así, ahora es lo de menos, hace dos días llevo sin provocar ni una pizca de alguna droga, estoy a punto de volverme loca, justo ahora quisiera estar en greendale halla tenía quien me venda, pero aquí en riverdale no conozco a nadie apenas se llegar a mi casa.

Hablando de mi hermoso hogar donde todo es perfecto, ja eso ni yo me lo creo, pero bueno, papá no me había goleado desde que llegamos a riverdale, se que va suceder en algun momento, al menos las marcas comenzaban a desaparecer.

Juro que he intentado alejarme, huir, escapar, como lo quieran llamar, pero siempre vuelvo, aja si yo soy la que vuelve hacia mi padre, no me importaba el dolor apesar que sus golpes dolían demasiado, pero es mi padre, es lo único que tengo, lo único que me queda, después de el no tengo a nadie estaría sola si me voy y lo dejo, me llamarán loca, pero no puedo, no quiero alejarme de mi padre una parte de mi aún cree que el puede cambiar por el amor que me tiene a mi, soy su hija al final de todo.

Por ese motivó, sabiendo que no tengo la fuerza que necesito para alejarme, sólo me quedaba una opción o como muchos le dicen "el camino fácil", y tal vez sea cierto y por eso me encuentro en el puente de riverdale segura de que voy hacer, segura de que si me lanzó por fin estaré en paz, descansare en paz, aparte de que le sirvo a esta sociedad mas que ser una drogadicta que quiere morir y no puede alejarse de su padre que la golpea.

No tengo a nadie que me espere ¿mí padre? Se perfectamente que puede sobrevivir sin mi.

Cerré mi ojos sintiendo el aire golpear mi rostro, para ser sábado por la tarde hace demasiado aire, tomé aire por última vez dispuesta acabar con todo esto por una vez por todas hasta que sentí alguien a mi lado.

¡Mierda! ¡Ahora ni suicidarse tranquila puede una!

No abrí los ojos ni un momento, tampoco tengo pensado hacerlo, sólo voy a esperar que se valla quien sea que esta a mi lado.

—esta linda la vista ¿verdad? —comentó la voz, lo que me faltaba un chico que se mete donde no lo llaman.

No respondí, es obvio que no vine a disfrutar la vista por algo estoy con los ojos cerrados, su pregunta es la más estúpida que he escuchado, ¿que chica de dieciséis años esta sola al filo de un puente y si da un paso mas cae?, y el sólo pregunta si esta linda la vista, patético.

—aquí corre mucho aire ¿verdad? —pero que chico para mas cargoso.

A caso no se daba cuenta que no quiero hablar o mi silencio no es una suficiente respuesta.

—ya está haciendo frío debemos bajar de aquí.....antes que nos caigamos......estoy seguro que si eso sucede no estaremos vivos para contarlo —¿alguien que se lo llevé muy lejos de mi?.