"Rotos"

Diecinueve

#Borrador

Jughead Jones

Halloween, una de mis fechas favoritas.

El simple hecho que puedo ser quien sea solo por una noche me encanta, disfrazarte, fiestas, dulces y alcohol, no había nada que pudiera malograr una mis noches más esperadas del año, pero para mi mala suerte mi padre había pedido conocer a mis amigos.

El no va malograr mis planes, les dije a los chicos que solo íbamos a ir a cenar y no íbamos.

Betty necesitaba distraerse, apenas hace una semana apareció, no quería decir dónde había estado esa semana desaparecida, lo único que decía era "siento sus manos, siento su boca" y por las noches despierta gritando.

Ella está luchando, no se ha drogado e intenta calmarse con esas pastillas, pero podía ver como esa lucha constante con ella misma la lastima cada vez más.

¿Cuánto dolor puede aguantar? ¿Hasta cuando va luchar con sus demonios?, las respuestas de esas preguntas me asustan más que cualquier cosa. Mi pequitas está todo menos bien, aunque ella trate.

Ella ya no quiere ir donde con Harris, no quiere recibir ayuda profesional, era como si no le importaba vivir, aunque de manera inconsciente e irónicamente se aferra a vivir más que nada.

—Pequitas. —Ella para en seco y me mira—. ¿Estas bien con esto?.

Asiente.

Archie, Veronica, Betty y yo hablamos sobre el tema, que nos gustamos entre casi todos y que necesitamos una opinión o mejor dicho alguien que nos diga quien nos gusta de verdad.

—Por cierto, te ves hermosa. —Un pequeño sonrojo invaden sus mejillas.

Este año le toca a Veronica escoger los disfraces, y encogió que todos seamos ampiros. Fue divertido probar diferentes disfraces, aunque a mi parecer un vampiro y un motociclista se viste igual con la diferencia que el vampiro está manchando de sangre.

El colegio se encontraba casi vacío, pero nosotros necesitamos ver al profesor Harris.

La puerta se abrió y nosotros nos pusimos de pie.

—¿Pasó algo?. —Preguntó el profesor Harris al acercarse—. Señorita Cooper.

—Hola. —Casi Susurró mi pequitas.

—Necesitamos su ayuda. —Interrumpo.

—Dígame. —Cruzó sus brazos en espera de una explicación.

Entre los cuatro nos miramos, no sabíamos ni como iniciar.

—hay un problema. —Asegura Veronica—. Uno muy grande.

—Nos gustamos entres nosotros. —Suelto al notar que los demás no piensan en hablar—. Archie le gusta Betty y Veronica, a Betty le gustan Archie y yo, a Veronica le gusta Archie, y a mi me gusta Betty.

Me mareo yo mismo, espero que haya entendido el trabalenguas que dije.

—¿Qué se supone que yo haga?. —Nos miró confuso.

—Decirnos quién nos gusta de verdad. —Dijo Veronica.

—¿Ah?. Yo no puedo decirle eso. —Niega.

—Pero por qué. —Demanda Veronica.

—Solo ustedes pueden decir quien le gusta de verdad.

—¿Cómo saber eso?. —Pregunta mi pequitas.