Diecisiete

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Jareth Jones

Ser un Jones es complicado más cuando tienes a Fp Jones como tu padre, diciéndome que hacer y qué no hacer, súmale las altas expectativas que debes cumplir ante él. Todos esperan lo mejor de ti y la maldad de un Jones.

No fui un alumno ejemplar, mis notas apenas alcanzaban para pasar el año, pasaba más tiempo en suspensión que en clases. No fui a la universidad, tampoco la necesitaba, mi legado era lo que esperaba, como el hijo mayor supuse que era mi derecho y a decir verdad, lo esperaba con ansías.

El peligro es parte de mi vida, siempre lo fue, tener armas, hacer negocios, tener dinero y tener sangre en mis manos, era para lo que me había preparado desde los doce años, cuando mi padre me hizo usar un arma por primera vez, desde entonces supe que es la vida que yo quería llevar. Sin embargo, todo tiene un pero y en mi caso mi hermanito es mi gran pero.

Jughead Jones mi pequeño hermano de diecisiete años, no sabía la loca obsesión de mi padre por querer a jughead en el negoció, cuando jughead le aterra todo esto, pero lo entendí cuando me enteré que no soy un Jones de sangre, pues solo soy hijo de mi madre y no de mi padre. Lo quiere mi padre es un Jones de sangre completa.

—Jhon. —Llamo la atención del hombre multitareas.

—¿Si, Joven Jones?. —Preguntó, sin quitar la mirada del camino.

—Puedes ir más rápido, necesito hablar con mi padre. —Pido cortésmente.

—Claro, Joven Jones.

Estoy impaciente por llegar a mi casa, necesito hablar con mi padre de cómo podemos expandir la ventas de drogas a toledo y greendale. Se que es territorio cubierto por otros, pero es algo que puedo resolver yo mismo durante mi estadía en Riverdale.

—Jhon. —Vuelvo a llamarlo.

—¿Si, joven Jones?.

—¿Me podrías dar la dirección donde está viviendo jughead?, la vez que lo vi, solo me ignoró. —Recuerdo.

Ese pequeño idiota me ignoró, esperaba un trato borde o distante, pero el mi ignoró, ni me miró a la cara. Sé que tengo la culpa por no haber llamado, pero en mi defensa estaba ocupado arreglando los negocios en Italia.

—Si gusta, podría llevarlo cuando me lo pida. —Jhon tan amable como siempre.

Jhon ha sido más padre que nuestro propio padre desde que somos niños, menos de Jellybean que es la adoración de mi padre, su futura reina de la mafia.

—Jhon. —Lo llamo por tercera vez.

—¿Si, Joven Jones?. —Esta vez en su voz se puede notar un poco de irritación.

—¿Cómo me veo?.

—Perfecto, joven Jones.

—¿Cree que su hija también diga lo mismo cuando me vea?. —Pregunto divertido.

—Joven Jones. —Advierte.

—Solo bromeó, se que la hermosa Annie está prohibida para mi.

Annie, mi Annie, la castaña de ojos celestes más hermosa que van a ver en su vida. Fue mi primer amor. Me gusta el mundo en el que me muevo, pero eso no quiere decir que no sea consciente que todas las personas que me rodean están en peligro por mi trabajo. La amé lo suficiente como para no arrastrarla a esto.

Las grandes rejas son abiertas dejando pasar a Jhon. Al estacionarse soy el primero en bajar sin esperar a que me abra la puerta del auto.

—Joven Jones. —Giro para poder mirarlo—. Voy a ir a recoger a su hermana y luego regresó para llevarlo al departamento del señorito jughead.

"Rotos" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora