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ᴰᴵˢᶜᵁᴸᴾᴱᴺ ᴸᴼˢ ᴱᴿᴿᴼᴿᴱˢ



—Gulf... ¿hablas en serio?—Mew estaba aún atónito por todo lo dicho por Gulf, su pecho se sentía cálido y no quería que la sensación se fuese nunca más, un cosquilleo en su estómago lo hizo sonreír un poco mientras seguía analizando las palabras y el bello rostro que tenía en frente.

—Sí, ¿no me crees?—Gulf aún estaba afligido después de haberse desahogado en gran parte.

—¡Sí, si te creo!—Mew habló rápidamente, no quería que Gulf lo malinterpretara nuevamente —es sólo que... yo debería estar pidiendo perdón...

—¿Por qué lo dices?

—Porque yo te grité... yo empecé esto, yo te traje aquí a la fuerza...

—Mew... yo—Gulf no termino de hablar y Mew lo rodeó con sus brazos en un cálido abrazo.

—Lo lamento Gulf, juró que me habría encantado conocerte en otras circunstancias... si hubiera sido así nunca te habría traído hasta aquí, no de esa forma... tampoco quise gritarte, es solo que... tenia miedo...

—¿Miedo?—Gulf preguntó asombrado aún con Mew rodeandolo con sus brazos.

—Tenía miedo que te hicieran algo, no me perdonaría verte mal por mi culpa... pero tenía más miedo de no poder negarme... de que siguieras pidiéndome ir, no puedo negarte nada Gulf, no sé porque pero siento la necesidad de protegerte y si me seguías pidiendo ir terminaría diciendo que sí... mi mayor solución fue gritarte, lo lamento...—Mew terminó de hablar y Gulf aún estaba impresionado.

Sentía su corazón ir a mil por hora, podía sentir sus ganas de sonreír asomándose y levantando las comisuras de sus labios, había un cálido calor en su pecho, se sentía contento, tranquilo, abrazo a Mew de vuelta y reposo su mejilla en su hombro

—Supongo que ambos estuvimos mal... ¿ahora estamos bien?—Gulf preguntó y Mew asintió sin más que decir.

—Ve a dormir Gulf... mañana nos vemos—Gulf asintió y Mew se levantó camino a su habitación, esa noche ambos dormirían como nunca.

—¡Mew, te llegó una carta!—a la mañana siguiente, Krist entró gritando a la habitación de Mew con Singto a su lado con una caja en las manos.

—¿Por qué gritas...?—Mew se enderezó en la cama mirando a Krist aún demasiado somnoliento.

—Báñate Mew, aquí huele a muerto, pero respondiendo a tu pregunta, te llegó esto—Krist apuntó la caja que Singto tenía en sus manos.

—¿Qué es?

—No lo sé, vela—Krist comenzó a caminar hacia las ventanas y abrió las cortinas de par en par dejando entrar la luz solar.

—Singto... ¿por qué?—Mew miró rogando con la mirada hacia Singto, este de inmediato notó lo que Mew le pedía.

—¡Amor!, ¿vamos a ver a Gulf? quizás ya puede sacarte el parche.

—¡Verdad!, vamos... Mew avisame que viene dentro de esa caja.

Ambos se fueron y Mew respiró aliviado, Krist era como su madre, incluso se atrevía a decir que era peor... gracias a Díos Singto era su salvador ante éste.

Now or Never |ᴹᴱᵂᴳᵁᴸᶠDonde viven las historias. Descúbrelo ahora