Now or Never |ᴹᴱᵂᴳᵁᴸᶠ

31

ᴰᴵˢᶜᵁᴸᴾᴱᴺ ᴸᴼˢ ᴱᴿᴿᴼᴿᴱˢ

—Lamento que esto no sea a elección mía... ahora hablen, ¿quién es Singto? 

—Yo... yo soy Singto, ¿que demonios quieres?—Singto habló agitado y Krist sollozo más fuerte. 

—Bien Singto, entonces tú eres el entrometido... espero que de verdad seas Singto, si no será penoso morir en un callejón, ¿no?—aquel tipo tomó su celular y marcó un número—aquí estoy con Singto, ¿que quieres que haga? 

—Vaya Singto, al parecer es tu día de suerte... levantenle el pantalón a ese—apuntó a Krist y comenzó a removerse asustado, Singto intentó levantarse y lo golpeó directamente en el rostro. 

Se acercó y al comprobar la cicatrizada herida de Krist asintió—al parecer son honestos, eso es bueno—se acercó aún más a Krist y lo tomó del rostro de manera brusca—eres lindo... pero no eres lo mio—comenzó a reír y los demás le siguieron, volvió donde Singto y puso su pie sobre el torso de este. 

—Hoy no te mataré... quizás si en un futuro... no lo sé, pero hoy recibirás un recordatorio del porque no hay que meterse donde no te llaman—al acabar de decir esto soltó una patada en la espalda de Singto. 

Singto se retorcía en el suelo mientras se quejaba, tenía sangre en su nariz y en su boca, Krist sólo podía observar, mientras lloraba, si más forcejeaba más fuerte lo agarraban de los brazos haciéndole daño, sólo quería soltarse y ver a Singto pero al parecer el plan iba de solo hacerlo ver como golpeaban a la persona que más amaba en el mundo.

—¡Vamos!, ¿soy el único entretenido aquí?—aquel tipo soltó una risa. 

—¡Jodido loco de mierda dejalo en paz!—Krist soltó con furia y el tipo de acercó y le soltó una cachetada. 

—Te dije que te callaras, ahora por tu culpa tu lindo novio recibirá un golpe ¡por cada puto grito que des!—dicho esto tomó a Singto por la polera soltandole un golpe en el rostro —hace calor, ¿verdad?—se sacó el poleron que lo cubría y siguió golpeando a Singto mientras Krist mordía su propio labio en busca de no soltar nisiquiera sollozos, tragandose la rabia, la angustia y la pena. 

Singto solo sentía dolor en todo su cuerpo, quería sacar a Krist de ahí, sabía que lo estaba viendo y eso lo preocupaba más que si mismo, cuando aquel tipo se sacó el poleron miró su brazo y logró ver un tatuaje de escorpión en su antebrazo. 

—¿Singto?, ¿sigues ahí?—aquel tipo lo tomaba de los cabellos y hablaba de forma burlesca. 

—Pudrete—Singto habló a penas audible. 

—¿Qué?, no te oigo, ¿quieres hablar con mi pie? es una buena idea, ¿no?—aquel hombre soltó la última patada en el rostro de Singto sacándole aún más sangre. 

—Dios, Singto, manchaste mi zapato... bien, lo dejaré pasar solo porque creo que ya tuviste suficiente, ¿no?—aquel hombre se alejo y se acercó a Krist —y tu no harás nada hasta que me vaya si no quieres que esta preciosura le atraviese la cabeza a tu novio—habló mostrándole las balas de la pistola que llevaba en la mano. 

Krist solo pudo sollozar y el tipo comenzó a alejarse, los hombres que tenían a Krist agarrado lo soltaron bruscamente dejándolo caer al suelo, Krist los observó y cuando ambos subieron a un auto en la esquina este se abalanzó a ver a Singto aún entre lágrimas.