Now or Never |ᴹᴱᵂᴳᵁᴸᶠ

40

ᴰᴵˢᶜᵁᴸᴾᴱᴺ ᴸᴼˢ ᴱᴿᴿᴼᴿᴱˢ

Eran las seis de la mañana y Mew comenzó a abrir los ojos, más por inercia ya que el sueño aún lo invadía. 

Hoy era el día y debía avisar quien iría con el y quien se quedaría en la casa, se baño y se vistió rápidamente para salir de la habitación, no sin antes besar castamente los labios de Gulf, quien solo se removió un poco para seguir durmiendo. 

Bajó al primer piso, tomó un paño de la cocina y bajó en busca de San, abrió la puerta y tomó asiento frente a la silla —¡Buen día bella durmiente!—gritó repentinamente y San pegó un brinco y comenzó a remover la cabeza mientras intentaba acostumbrarse a la luz —Seguiremos con nuestra sesión de preguntas, ¿que opinas? 

—¿Qué mierda quieres saber ahora?—habló cansadamente. 

—Lhong—Mew se volteó y tomó una foto de Lhong poniéndola frente a él —es un viejo amigo... ¿qué sabes de él? 

—Nunca antes lo había visto... 

—Quizás es mejor esto, ¿como entraste a tomar las fotos? 

—Solo me metí sin que me vieran... 

—Mentira, se como y donde trabajan mis hombres, ahora dime, ¿quién te dejó pasar? 

—¡Qué nadie!—Mew se levantó poniendo el paño sobre el rostro de San y tomó una botella cercana vertiendo el agua sobre en paño. 

—¡Ahora me dirás quien mierda te dejó pasar!—Mew gritó y sacó el paño de manera brusca. 

—¡Fue Lhong, ¿vale? fue Lhong!—gritó mientras respiraba de manera agitada. 

—Me fascina el hecho de que seas tan cobarde...—Mew tomó asiento de manera calmada —Entonces, ¿trabajas con o para Lhong? 

—Con... trabajamos con él pero el señor Chanlongrat tiene cierto tipo de preferencia por Lhong... 

—El señor Chanlongrat está muerto, no intentes engañarme. 

—No... el hijo del señor Chanlongrat quedó a cargo de todo esto... quiere que ahora lo llamemos señor Chanlongrat. 

—¿Art? 

—Si... 

—¿Donde están ahora? 

—¿Qué? 

—¿Dónde están ahora? sabes de lo que hablo. 

—Vale... la antigua casa del señor Chanlongrat tiene un sótano... ahí están haciendo ideas y planes, ya sabes... 

Mew asintió complacido y se levantó para salir de la habitación. 

Cuando llegó arriba Ohm estaba en la cocina y lo miró un poco dudoso

—¿Estás bien? 

—Bastante... llamalos a todos, que se preparen porque tenemos que ir a ver que ocurre con Lhong...