Salvaje [Cracker Charlotte]

15

A pasado una semana desde que ocurrió aquél catástrofe para el Charlotte... Aún que para la chica de piel roja no le pareció tan malo después de todo, por fin había encontrado a alguien que es como ella y lo mejor de todo es que se trata de su mamá.
Gomory se encontraba sola en la orilla de la isla, observando y escuchando las olas del mar chocar entre ellas, sintiendo como las olas venían y mojaban sus pies una y otra vez... Ella había aprendido demasiado de lo que era capaz de hacer y lo que hizo su madre para que ella sobreviviera.
Gomory llegó a entender y a pensar que, quizás, si nunca hubiera visto a Cracker y a los demás humanos su cuerpo no sería lo que es hoy, seguiría siendo esa niña pequeña que fue hace un año atrás...

Pero ahora su mente estaba en otras cosas más importantes que su aprendizaje de ella misma, la pobre dama roja quería saber cómo se encontraba Cracker, ¿Se habrá recuperado?, ¿Su madre lo habrá castigado por fallar en su misión?, ¿Qué habrán dicho de ella?, ¿Estará pensando en ella?. Un gran suspiró salió de ella demostrando una gran tristeza en su sistema. En verdad los extrañaba demasiado.

Y es que, Gomory nunca se imaginó que alguien la estuviera esperando en esta isla, siempre pensó que estaba sola en ese lugar a excepción de los pájaros que siempre la acompañaban, y apesar de ser su lugar de origen, ver que en realidad si la estaban esperando en su lugar de origen y que solo fuera un año y tantos meses que se retiró de la isla... No sé sentía comoda aquí, esta isla ya no era su hogar.
Quería estar entrenando con Cracker, pelearse con Oven, observar el lugar una y otra vez que está repleto de dulces, comer en la mesa y escuchar las discusiones que tienen los hijos de Big Mom... También poder comerse a los homies y escuchar a Cracker pidiéndole que abra la boca.
De pronto sus pensamientos fueron interrumpidos al escuchar a lo lejos un gran silbido, haciendo que las orejas de Gomory se moviesen de un lado a otro... Era un llamado de su madre, ella sin más que hacer tuvo que ir.

Al llegar encontró a su madre con algunas pieles de lobo colgando en su brazos. La madre al ver a su cachorra sonrió demostrando unos dientes afilados pero desgastados y por la poca higiene que tenía por supuesto estaban en un tono amarillento con zonas negras de una manera inquietante, Gomory solo sonrió de lado incómoda ante aquella sonrisa de su madre. Sí permanecerá aquí el resto de su vida entonces nunca se podrá acostumbrar a esa sonrisa.

-Mira, se que te acostumbraste a tener algo de ropa así que te hice esto

-Oh, gracias-Dijo ella mientras agarraba aquello que tenía su madre en sus manos

No era una blusa, tampoco un nuevo pantalón. Era un tipo de capa. No le pareció tan malo, sin embargo se sentía bien estando con su sujetador negro, lo que realmente necesitaba era un pantalón así que decidió en colocarselo alrededor de la cintura, pero la madre la detuvo.

-No, querida... Vuelve a ser una niña...

Gomory al escuchar eso, sintió ciertos nervios. ¿Quería que volviera a ser... Una niña?. Miró la piel que tenía en sus manos, entonces si era una capa. Tragó en seco y tuvo que complacer a su madre, quién sabe que sería capaz de hacer si ella no aceptaba tener el cuerpo de antes... Observó a su madre y vió como la mujer poco a poco se hacía cada vez más alta y eso porque ella se estaba encogiendo...

Volvió a la forma que tenía desde un principio. Se colocó con cuidado la capa que ahora le arrastraba... El sujetador y los pantalones de licra ya no le quedaban, ahora estaba así, cubierta con esa capa de piel de lobo.

–... ¿Me podrías hacer un favor?-Pregunto ella. La ahora gran mujer ladeo la cabeza dando a entender que era todo oídos.- Cuando llegué aquí me dijiste a susurros que mirabas todo atraves de los pájaros... ¿Podrías...