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El barco iba a toda velocidad hacia el próximo destinó. Cracker observaba desesperado el mar, con las grandes esperanzas de ver a lo lejos la isla que tanto espera ver... De repente sintió como alguien lo agarró del hombro causando que se sobresaltara.
El pelimorado volteó a ver quién era y era nada más que su hermano mayor, que parecia, o más bien, se encontraba tranquilo a comparado con Cracker. No sabía cómo es que su hermano podía soportar tantos líos y mantener esa seriedad que siempre lo caracteriza.

-¿Seguro que llegaremos más rápido?

-...Sí

Cracker al escuchar esa respuesta corta de su hermano solamente miro a otra parte, apesar de tener una respuesta positiva seguía inquietó ante aquello. Se preguntaba a cada momento ¿Qué estará haciendo Gomory?.

-¡¿Qué hiciste con lo que te regalé!?

-Me dijiste que ya alcancé mi edad adulta, como adulta hago lo que quiero...

Gomory se las había ingeniado para cambiar la capa de piel de lobo que le regaló su madre, había vuelto de nuevo a su forma de adulta, esa que demostraba sus brazos, piernas y abdomen tonificados y más por el conjunto de ropa que se creó con sus propias manos y aquella capa.
Se creó un tipo de sujetador para sus pechos y una simple falda que dejaba ver por completo sus dos piernas atada con unas cuerdas que se encontró entre los escombros que quedaron en el supuesto pueblito.

-¡¿Qué fue lo que te hicieron para que seas tan... Tan...

-¿Tan qué?-Pregunto Gomory mientras arqueo una ceja.

-Escuchame bien, y solo te lo diré una vez como advertencia... No me provoques.

La madre sintió cierto odió al ver cómo su cría estaba muy a la defensiva, estaba siendo dominante Gomory cuando la que tiene que serlo es su madre, incluso esos cabellos blancos de su hija estaban esponjandose demostrando cierta dominación. La mayor tuvo que tragarse todo aquello que sentía en ese momento para luego sonreír y mostrarse nuevamente tranquila, pero ya era demasiado tarde, Gomory ya había visto que su madre tenía poca paciencia.

-Bien... Haz lo que quieras, pero siendote sincera, gustaba como te mirabas antes.

(...)

Gomory se encontraba comiendo algunos frutos rojos, parecía haber encontrado su antigua cama que era en la copa de uno de los tantos árboles que había en aquella isla, observaba como había muchas plumas blancas a su alrededor pues estuvo recolectando para crearse una clase de colchón como el que tenía en su antiguo hogar pero eso era imposible.
Al terminar de comer decidió en ir a explorar más el lugar, entre esa exploración un viejo recuerdo salió en su cabeza... Miró a su alrededor con una gran sorpresa, recuerda bien este lugar como si los hechos hubieran sido ayer y no hace un año.

-... Aquí fue dónde nos vimos...

Fue caminando hasta llegar a la entrada de una cueva, era donde se habían refugiado los Charlotte. Se dió cuenta que aún apesar de haber sido un año aún estaba la firma de la fogata, quizás con algo de musgo, sin embargo estaba todo intacto... Se dió cuenta que entre el musgo y el barro había una bolsa desgastada, llena de tierra y quizás de bichos. Gomory sin ningún problema agarró aquella bolsa y decidió ver qué es lo que había en ella, volteando aquella bolsa para así sacar todo lo que contenía de golpe.
Galletas rancias, una brújula, un tenedor oxidado y una botella vacía.

-...¿Enserio?-Dijo Gomory molesta al ver que solo tenía eso.

De repente sus orejas se movieron, estaba escuchando un tipo de zumbido extraño dentro de aquella oscura y húmeda cueva, miró hacía dentro y se mantuvo así, quieta, manteniendo una postura de peligro.
Eso hasta que unos murciélagos salieron de sorpresa de aquella cueva causando que Gomory saliera rápido de aquella cueva, gritando mientras trataba de cubrirse la cabeza.

(...)

El atardecer se estaba anunciando poco a poco y no había rastro alguno de los Charlotte en el mar salado, esto se estaba haciendo eterno. Sintió la presencia de su madre pero ni siquiera volteo a mirarla, solamente miraba el mar con cierta tristeza.
Una mano le acarició la cabeza y Gomory lo recibió con mucho gusto, se sentía triste, no tenía ninguna comunicación con ellos y no sabía cómo se encontraba Cracker.

-Los humanos son crueles, tercos y egoístas... No puedes confiar en ellos- Dijo la madre mientras seguía acariciando el cabello blanco de su hija.- Si ellos se olvidaron de tí, entonces tú también tienes que hacerlo.

-¿Y tú qué tan segura estás de ello?-Pregunto Gomory, volteando a verla.

La madre de Gomory al escuchar esa pregunta arrugó la cara de molestia, su hija estaba siendo una rebelde con ella, no le hacía caso y cuestionaba lo que le decía con mucha seguridad. No podía soportar como su hija trataba de ser dominante cuando es ella la líder.
Agarró con cuidado las mejillas de su hija, no quería asustarla, menos molestarla justo cuando se acercaba su noche más apreciada.

-No seas tontita... Mamá todo sabe, yo lo veo todo.

-Si es así... Entonces, Déjame ver lo que están haciendo ahora mismo.

-Puedo verlo no mostrarte, cariño

-¡Entonces dime, maldita sea!-Grito desesperada al ver cómo su madre no le hacía caso a lo que le decía.

La madre no se quedó sorprendida sino asustada por ver cómo su hija le gritó, pues quizás Gomory no lo notó por lo desesperada que se sentía en esos momentos, pero fue tanto su berrinche que incluso los pájaros que estaban por el área se fueron espantados, no lo podía incluso negar, su hija había movido un poco la arena que estaban pisando en ese momento.
No era buena idea tenerla muy a la defensiva, necesitaba debilitarla. Con ello llevó a cumplir las exigencias de sus hijas, cosa que le molestaba a la madre por completo, pero lo tenía que hacer si o si, sin más se quedó mirando a la nada mientras hacía una clase de pose con sus manos, pues así le permitía mirar lo que estaban haciendo aquellos estúpidos humanos que tanto quería su hija.

-¿Qué estás viendo?-Pregunto desesperada

-No me presiones, niña... Son tantos humanos que tengo que buscarlos

-...Bien

Se quedó parada cruzada de brazos, observando a su madre detenidamente, estaba realmente alterada e incluso sentía el pulso de su corazón rápido.

-Esta el de pelo morado en un barco

-¿¡Está herido!?, ¿¡Cómo se que en verdad es él!?, ¿¡Cómo que en un barco!?-Entre más preguntas que sacaba su madre podía sentir como la arena se movía, tenía que responderle.

-Esta con vendas, parece estar bien... Yo sé que es él por la cicatriz y esos ojos rosas y no se, está en un barco, está acostado dormido...

Gomory pareció estar más tranquila al escuchar que Cracker estaba bien, pero la pregunta ahora era, ¿Por qué está en un barco?. Miró a su madre y sintió como unas gotas de sudor cayeron por su frente... Si ese barco iba para acá sería el fin, Cracker poseía una fruta del diablo y si tenía contacto con el agua del mar estaría muerto y ella no podrá hacer nada ya que, recordando lo que paso antes de separarse, quizás su madre controla el mar y podría hundir el barco.

-Bien, así déjalo...-Dijo Gomory.

-¿Segura?, ¿No quieres ver más?

-No, a lo mejor su mamá lo castigó por no hacer la misión y se está quedando en ese barco...

-Que buen castigó... Lo tendré en cuenta si sigues gritándome o exigiendo cosas. Recuerda que la que manda aquí soy yo.

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⏰ Última actualización: May 26, 2021 ⏰

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Salvaje [Cracker Charlotte]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora