Salvaje [Cracker Charlotte]

13

Lo recuerda muy bien, lo recuerda como si hubiera sido ayer... Aquél momento en donde se hizo esa herida y quedo marcada en su cara por el resto de su vida, recuerda exactamente el dolor que inundaba en su rostro, la sangre aún caliente recorriendo cada centímetro de su piel hasta secarse o coagularse... Fue un milagro no haber perdido su ojo. 

Desde ese lamentable momento, Cracker odio con todo su ser el dolor, esa sensación que tanto le inquietaba, no quería sentir esa sensación a toda costa, fue una de las grandes razones por las que se ocultaba dentro de sus guardianes de galleta y la mayoría de sus hermanos no lo sabia, no quería que lo vieran como alguien débil por el simple hecho de que no quería sentir dolor en una batalla...

Sintió un golpe en el estómago haciendo que reaccionará, volvía a la realidad en donde estaba recibiendo dolor cuando juro en no sentirlo mas, su cuerpo exigió aire en ese mismo momento y el pobre trataba de dárselo, pues Gomory le había dado una patada en el estómago. No podía hacer algo al respecto, bueno, por supuesto que podía defenderse ante los ataques que estaba recibiendo, sin embargo no quería. Los lobos de la isla habían huido, pues estaba la presencia que los atormentaba en ese lugar, observando...
Miraba a Gomory, su brazo escurria de su misma sangre por tal cortada que había recibido de parte de Cracker, después de que él se diera cuenta de lo sucedido Gomory le había arrebatado su arma y comenzó a pelear cuerpo a cuerpo sin importarle la gran herida que tenía. El pobre Cracker se culpaba el mismo por cortarle la mano a Gomory, por verla así tan diferente, por haberse llevado aquélla criatura de sus raíces... Pues ahora estaba defendiendo sus tierras de sus invasores y Cracker era uno, y no solo invasor sino también se la llevo como si de un animal que pedía ser auxiliado y adoptado se tratara. 

-¡Gomory!-Grito Cracker. No quería hacerle daño, se arrepentía demasiado en haberle dado esa bofetada aquella vez y ahora le había cortado por la mitad su mano.- ¡Gomory, por favor!

Ella solamente lloraba ya que sus sentimientos se mezclaban en ese mismo momento y no sabia que hacer al respecto, no quería lastimarlo, pero si no hacia lo que su madre quería se pondría peor las cosas. Escuchaba susurros, susurros de muchas personas diciéndole demasiadas cosas pero todas con la misma intención de ordenar que acabará con él.
Sabia que Cracker no quería lastimarla, esos ojos rosas que tanto le fascinaban a la chica imploraban que se detuviera... Pero otros ojos la miraban y incluso le quemaba la piel, no le decía mas bien le ordenaba a Gomory que siguiera así de agresiva, que no se detenga.

Podía sentir el odio que sentía ese ser femenino, el coraje y la desesperación de venganza, tanto así parecía que ese coraje era sólo de ella que le complació dándole mas golpes a Cracker, provocando que este escuchara por un momento un gran zumbido y después un sabor desagradable a metálico apareció en su boca.

-¡Estas tierras no te pertenecen!-Grito Gomory.- ¡No les pertenece a los Charlotte, ni a nadie mas!

-Gomory, por favor, déjame ver tu mano-Hablo Cracker ignorado lo que decía su niña, el estaba lastimado... Pero le preocupaba mas su querida niña.

-Cracker... Por favor vete-Susurro ella. Esto para la pobre chica era demasiado, era como si ese ser la controlará.

Era obvio que Cracker no escucho a su niña implorar que se marchara. Ella no podía con esto, no soportaba verlo así. Gomory, sin importar las voces, la vibración que sentía en sus cuernos y la confusión de sus sentimientos, en un mar de lagrimas abrazo a Cracker para luego darle un beso en los labios sin importar ese sabor metálico de la sangre, no podía hacerlo, no podía asesinar a ese hombre que tenia en frente, si eso hacia ella pasaría el resto de sus días miserable hasta que su cuerpo se convierta en polvo.
Cracker, sin importar cuanto dolor le había provocado, en ese momento no solo correspondió el abrazo, también había correspondido aquel beso. No podía dejar de amarla, de apreciarla y verla con ojos de amor y preocupación. Se separaron para apreciarse el uno al otro.