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-Bien Gomory, aprendes muy rápido-Decia Cracker con una gran sonrisa mientras acariciaba la cabeza de la niña- Serás una gran guerrera para la familia Charlotte, serás un orgullo para mí.

Gomory sonrió al escuchar eso, Cracker se había dedicado en sus tiempos libres a qué su niña aprendiera leer, escribir y entre más cosas, no todo lo que le enseñaron era solo dentro de la batalla.
Estaban los dos en el aire libre, dónde los homies miraban curiosos ante el aprendizaje de la niña rojiza. Compote le había hecho un buen vestido esponjado y se las ingeniaron en ponerle un lindo sombrero grande que combinaba con su ropa, al ver que ella se lo quería quitar le tuvieron que amarrar con un lindo listón y así ella se lo tuvo que dejar.
La pequeña comenzaba a dibujar en una de las hojas de su cuaderno mientras descansaban de su sesión de aprendizaje... Eso a Cracker le llamo mucho la atención, haciendo que viera lo que estaba haciendo en esa hoja blanca. Cuándo ella terminó se levantó y se lo enseñó.

-¿Qué es eso?-Pregunto Cracker confundido al ver un ser deforme, ni siquiera era colorido, solo uso el crayón negro.

-Ella-Contesto mientras apuntaba uno de los pájaros que la acompañaban.

-...Te voy a enseñar a dibujar

Abrió con cuidado sus ojos, los sentía muy pesados como para abrirlos de golpe. Sus fosas nasales se inundaban de aromas naturales, aromas que hace mucho no los olía y les traía viejos recuetdos. Al tener los ojos abiertos observó la copa de un árbol que le brindaba sombra y entre las ramas el mismo cielo azúl... No recordaba bien lo que sucedió. ¿Cómo llegó aquí?, ¿Qué estaba haciendo?. Se levantó poco a poco y un gran dolor de cabeza apareció provocando que la pobre quejara y se agarré con cuidado la cabeza, sintió cierta resequedad en su frente y trato de ver qué era, pero no tenía ningún espejo en la que se podría ver, ni siquiera un lugar con agua para ver su reflejó y así ver lo que tenía.

Miro a su alrededor y solamente había pasto, no tan alto y también habia lavanda, ahora recordaba el olor... Una linda flor que ayuda a reconciliar el sueño. Sus orejas comenzaron a moverse al detectar una gran mezcla de sonidos naturales a su alrededor, desde el cantó de los pajaros, las hojas de los árboles moviéndose, el mismo aire fluir por el lugar suavemente.

Se levantó con cuidado del suelo, en ciertas partes de su cuerpo le dolían y podía sentir las heridas que le provocó aquellos vidrios del espejo cuando se rompió, algunas partes de su cuerpo estaban hinchadas y con hematomas por haberse golpeado con los muebles... Eso le hizo recordar su mano, por lo que miró desesperada el estado de su extremidad, pero para su sorpresa no tenía nada.
Lo miraba de todos los ángulos tratando de ver carne viva, pero no, no había nada más que una buena cicatriz y rastro de sangre seca, ¿Podía regenerarse?, No lo sabía exactamente, sus poderes quizás eran distintos y aún no los exploraba del todo, pero si fuera así no tendría por varios días las quemaduras que se daba con algo relacionado con la plata, que es lo único que le puede causar una quemadura muy grave.

Sus orejas se movieron al detectar que alguien venía, ella volteó lista para defenderse de cualquier criatura que se le acercarse y notó como una mujer más alta que ella se acercó... Eso hizo que Gomory se confundiera demasiado. Miró de arriba y abajo, sabía quién era, sin embargo no sabía que podía cambiar de tamaño... Su cuerpo estaba cubierto de musgo excepto su rostro que mostraba su verdadera piel blanca, estaba sucia al igual que sus cabellos negros. Los cuernos de esa mujer eran diferentes a los de Gomory, y eran mucho más grandes que las de ella.

-No te preocupes, esos seres ya no están para lastimarte.

-Yo... -Gomory no entendía como es que ella podía hablar sin necesidad de abrir la boca.

Salvaje [Cracker Charlotte]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora