- Te recojo a las 9:00pm. También seré yo quien te devuelva a casa Alessandro vio su mensaje justo a tiempo, inconsciente del error, respondió enseguida. Para ella fue como si del cielo hubiese caído un ángel.
- Mamá gritó entusiasmada Iré al concierto con Alessandro.
- Pero - replicó - ¿No crees que es un error?
- ¿Es un error salir a divertirme con mis amigos?
- Hablo de salir con Alessandro. Tu novio se pondrá celoso.
- Pues peor para él porque no debió plantarme.
- Tú sabrás dijo su madre sabiendo que no la haría cambiar de idea - ¿No vas a comer?
- No, no tengo hambre. Estoy demasiado molesta para comer. Me sentaré en el salón a esperar.
Johana se sintió ansiosa, pero tomó un libro y comenzó a estudiar intentando entretenerse sin resultado.
A las 9:00pm sintió aparcar un coche frente a la casa y segundos más tarde escuchó el sonido del timbre. Casi incontrolable corrió a abrir la puerta. Él estaba de pie en el umbral: unos converses blancos, jean negro, camisa blanca y una bufanda a rayas blancas y negras lo hacían lucir informalmente elegante. Le sonrió. Quiso decirle que se veía genial, pero su lengua se enredó dentro de su boca.
- Hola balbuceó.
- Hola la besó en la mejilla - ¿Estás lista?
- Siempre estoy lista dijo sintiéndose mejor - ¿Ese es tu auto? preguntó señalándolo.
- Sí sonrió - ¿Te gusta?
- No entró y se acomodó en el asiento del copiloto - ¡Me encanta! exclamó observando cada detalle Siempre he amado las camionetas de cuatro puertas. Me parecen autos con mucho carácter.
- Estoy feliz de que te agrade.
- Aunque hay un problema se preocupó.
- ¿Cuál?
- Es un poco grande. ¿Crees que haya sitio para aparcar?
- Lo encontraré.
- Es cierto. Eres un Dios.
- No me subas tanto que si me dejas caer me mataré.
- Para mí eres increíble. Me has caído del cielo cuando más te necesitaba. Si no eres un Dios, al menos eres mi ángel de la guarda.
Llegaron demasiado pronto. Las puertas del Wembley Arena aún estaban cerradas, pero Alessandro se las arregló para aparcar en un lugar conveniente.
- He quedado con algunos amigos anunció - ¿Te importa acompañarme mientras los espero?
- He venido contigo explicó No me apartaré de ti en toda la noche.
- ¿No me libraré de ti? bromeó.
- No protestó molesta Pensé que esa era la idea.
- Pero me odias.
- ¿Quién ha dicho eso?
- Tú, con tu actitud.
- Pero - dudó unos segundos, luego reaccionó Perdona, he sido una idiota contigo y tú siempre me has tratado bien.
- Hoy te lo dejo pasar. No es tu culpa tener un novio tonto.
- Sí, claro que es mi culpa, yo decidí aceptarlo.
- Eso lo puedes cambiar. Nadie puede atarte a alguien que no piensa en ti.
- Yo sí, porque soy masoquista.
- Hola Ale gritaron de lejos algunas personas a las que ella no conocía Menos mal que nos has esperado fuera. Estábamos seguros de que si entrabas antes ya no te encontraríamos. Eh reaccionó mirándola - ¿Quién es? ¿Tu novia?
- Johana se dirigió a ella Te presento a Daniel y Dafne le sonrió a la parejita que le daba la mano Y a Víctor y Amy a estos últimos los abrazó como si no los viese en largo tiempo.
- Encantada sonrió ella.
- ¿Te olvidas de mí? protestó un muchacho alto y corpulento que estaba cerca Lo haces a propósito.
- Perdona Mason se justificó El problema es que cada vez que te presento a alguna de mis amigas, terminas convenciéndola de que sea tu novia.
- Creo que eso me toca decidirlo a mí se incomodó Johana al ver que hablaban de ella en tercera persona, como si no estuviese presente.
- Oh sonrió Víctor Esta es de las difíciles. ¿Cómo la convenciste para venir contigo? se burló en broma de Alessandro.
- ¿Dudas de mi capacidad para conquistar a las mujeres? siguió la broma.
- Yo no saltó Amy de repente A mí me conquistó con facilidad.
- Lo suficiente como para que después de separarte de él estés aquí defendiendo a la chica con la que anda se molestó Mason, quien, aparentemente, sentía algo por ella.
- Bueno rompió la tensión Alessandro luego de un momento Ya estamos todos. ¿Entramos ya?
- Sí asintieron Esperen aquí les dijeron los hombres y las dejaron apartadas de la multitud.
- ¿De dónde conoces a Ale? interrogó Amy apenas se quedaron solas.
- Somos compañeros de clases explicó Johana algo molesta por tanta confianza, pero también se aprovechó de eso - ¿Y tú?
- Nos conocimos hace un tiempo, en una biblioteca sonrió Lo nuestro fue un amor a primera vista.
- Perdona la intromisión se excusó Pero si era tan bonito, ¿por qué acabó?
- Porque todo tiene un comienzo y un final. Se enamoró de otra.
- Wow se sorprendió - ¿Y tú?
- Yo lo quiero como un amigo esquivó la pregunta y sonrió a los chicos que se acercaban a ellas.
Alessandro tomó a Johana de la mano y la arrastró dentro.
- Pero - se precipitó detrás de él, alegre por sostenerle la mano, sorprendida por el gesto; y algo preocupada No he pagado.
- ¿Quién dice que lo necesitas? se volvió para sonreírle Ya lo he hecho yo.
Caminaron entre la aglomeración, sin soltarse las manos, mirándose con complicidad de vez en cuando, abriéndose paso hasta quedar lo suficientemente cerca para escuchar como abrían el concierto con el Tango de Roxanne; pero tan lejos como para no poder ver a los integrantes del grupo. Con su música favorita de fondo y solos entre la multitud, se sentían felices.