Llegó muy temprano, sacudió y limpió casi todas las habitaciones de la casa, preparó el desayuno: café fuerte con leche, sándwiches de jamón y queso, zumo de naranja, tostadas con mantequilla, huevos fritos con bacon, papas fritas con kétchup y lascas de manzanas; colocó porciones de cada cosa en dos bandejas y se dirigió a los cuartos donde dormían sus amigas. Entró primero al de Alma, puso aquel banquete en la mesita de noche y abrió las cortinas.
- ¡Buenos días! murmuró a su oído.
- ¡Qué susto! se sobresaltó Alma sentándose en la cama y mirando con mala cara el sol que entraba por los cristales de la habitación - ¿Qué hora es?
- Son las 8:00 de la mañana. No me extraña que siempre llegues tarde a todas partes. Ya he limpiado casi toda la casa y preparé el desayuno para las dos dijo sonriente mostrándole la bandeja que tenía en la mesita Debes desayunar bien, hoy te toca cuidar de Rocky; y te aseguro que tendrás un día realmente largo.
- Esto no es un desayuno reparó comiéndose la primera tostada Es un almuerzo.
- Lo necesitarás sonrió pícaramente Ahora iré a llevar el de Daniela.
- Espera la detuvo - ¿Has dicho que limpiaste casi toda la casa?
- Sí.
- ¿Y tú has preparado el desayuno?
- Sí.
- ¿A ti qué bicho te picó?
- Ninguno, le prometí a Daniela que la ayudaría en todo y es lo que estoy haciendo.
- Daniela tiene una asistenta.
- Lo sé se acercó y fingió cuchichear Pero yo hago su trabajo mejor que ella bromeó complacida Y de gratis.
- Habla en serio.
- Hoy es el día libre de la asistenta, por eso vine tan temprano; y como mis amigas están convalecientes, quise hacerles el desayuno. ¿Tiene algo de malo?
- No - dudó por uno momento Pero yo no estoy convaleciente.
- Sí, lo estás, llevas dos días cuidando de Daniela explicó Eso es casi peor que estar operada.
- Cansada sí estoy admitió No lo puedo negar.
- Iré a llevarle el desayuno a Daniela, eres bienvenida si quieres unirte salió de la habitación.
Entró en el cuarto de Daniela con otra bandeja y una pequeña mesita que se podía poner encima de la cama.
- Hola saludó.
- Hola sonrió Por favor, dime que no te desperté.
- No consoló Estoy despierta hace un rato. Por causa de las giras, estoy acostumbrada a dormir poco.
- Deberías descansar más. Trasnochar es terrible.
- Has preparado un desayuno genial cambió el tema Gracias.
- Entonces, ¿todo te gusta?
- Sí, me encanta. Llegaste temprano hoy.
- Tu asistenta me contó que hoy era su día libre, no quería dejarte sin desayunar; por eso vine tan temprano. Además, te prometí que hoy pasaría el día contigo.
- ¿Alma ya se fue?
- No, pero al menos está despierta y desayunando. ¿Cómo te sientes hoy?
- Feliz de tener un par de amigas como ustedes, que dejan de lado sus vidas para ocuparse de mí.
- Eso es imposible dijo Alma entrando a la habitación.
- ¿Por qué? dudó Daniela.
- Te cuidamos porque eres nuestra amiga; parte de nuestras vidas, así que no estamos dejando de lado nada.
- Alma tiene razón apoyó Johana Dejar de lado nuestras vidas significaría abandonarte también a ti; y no pensamos hacer eso nunca.
- No sé cómo agradecerles lo que están haciendo por mí.
- No tienes nada que agradecer protestaron abrazándola con cuidado para no lastimarla Somos tus amigas.
- Y yo me tengo que ir anunció Alma Rocky me espera.
- Cuida muy bien a mi bebé ordenó Daniela - Recuerda que, en este momento, es la única familia que tengo en Londres.
- No te preocupes consoló Lo cuidaré como si fuera mi hijo.
- Tú no tienes hijo bromeó Johana - ¿Será por eso?
- No asustes a nuestra amiga regañó Lo cuidaré muchísimo cerró la puerta tras de sí.
Johana cumplió su promesa, se quedó hasta la noche en casa de Daniela, pero ambas se llevaron una sorpresa:
- Hola saludaron los padres de Daniela Hemos venido lo antes posible. ¿Por qué no nos dijiste que te operaban?
- Ya soy mayor de edad protestó No tengo que pedirles permiso. Además, ¿quién les ha avisado?
- Nos avisaron los médicos dijo su padre Sabemos que no tienes que pedirnos permiso…
- Pero puedes pedirnos ayuda continuó la frase su madre Eres muy independiente, pero siempre estaremos aquí para ti cuando lo necesites.
- Y ahora es un buen ejemplo de eso insistió su padre.
- No, no lo es se opuso No los he necesitado para nada, mis amigas han bastado.
- Sí, pero ahora queremos hacer lo que nos corresponde como padres, ¿lo permitirás?
- Dani la abrazó Johana Yo creo que debes darles esa oportunidad. Si no lo haces por ellos, hazlo por Alma y por mí, que estamos sinceramente preocupadas.
- Está bien asintió por fin Pero Alma y tú continuarán viniendo. ¿Verdad?
- Todos los días. Te lo prometo la besó en la frente y se marchó, feliz de que por fin la familia de su amiga volviera a estar junta, como cuando ellas eran niñas.