Capítulo 18: "El cadáver en el armario"

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Ya había perdido la cuenta de cuantos suspiros había tomado ese día, pero estaba segura de que sobrepasaban la docena con creces. Terminó de arreglar el vestido negro conseguido a último minuto, de recoger su cabello y de tratar de cubrir -infructuosamente- sus ojeras y hematomas aún perdurantes. Luego salió de la casa atestada de gente y ruido.

Le consultó a Pepper en voz baja si necesitaba ayuda en algo más antes de rehuir a las miradas compasivas y apretones de hombro que tenían intención de ser consuelo para la situación. No había demasiado que pudiera ayudar en ese momento.

Sus pocas horas de sueño se veían reflejadas en su estado de ánimo y en lo tardío de su recuperación de la batalla. Estaba segura de que lo único que impedía las pesadillas por la noche era la presencia de James a su lado pero, aún así, no había podido conciliar un sueño tranquilo pese a su agotamiento de la batalla del día anterior. Cuando la tristeza no le permitía dormir, sabía que se encontraba en un punto de quiebre.

Buscó a Morgan por el lugar sin demasiado entusiasmo, moviéndose más por un sentimiento de obligación hacia Tony que por el propio deseo, por lo que no tardó en desistir de la idea. Encontró, en cambio, a Steve en el porche, quien llamó su atención con un saludo, para luego animarla a sentarse junto a él y soltar un suspiro de cansancio. El también se veía harto de luchar, o al menos tan mal dormido como ella.

—¿Cómo lo llevas? —preguntó, mostrando la preocupación fraternal que a Liv solía agradarle tanto en él. Parecía que la vuelta del resto sí había solucionado todos los problemas secundarios y aquella idea no había sido solo un delirio de Liv. Era agradable la normalidad, aunque acentuara algunas ausencias.

—Hey, no puedo quejarme. Casi no me quedan costillas rotas y no he tenido una contusión en lo que llevo del día —disfrazó sus sentimientos de humor, como solía hacer cuando la situación la sobrepasaba. No obligaría a Steve a lidiar con sus propios traumas, demasiado tenía con los de él—. Agrégale una piña colada y creeré que estoy de vacaciones en el Caribe —ante el blanqueamiento de ojos del rubio, intentó mostrarle una sonrisa. La mueca que salió en su lugar le dejó mal gusto de boca— ¿Y tú qué? ¿Dejarás de comportarte como un idiota a mi alrededor? Porque eso sería fantástico.

—Hablé con él —el corazón de Liv se saltó un latido ante el significado que su cerebro había dado a esas palabras, pero tan solo se limitó a mirar a Steve, esperando que aclarara el panorama y le transmitiera un poco de calma. Aunque, por su expresión de culpa, aquello no se veía como una idea muy posible—. En serio lo lamento. No pude evitarlo. En el momento en que terminó la batalla y pude hablar por un segundo con Bucky me vi imposibilitado de mirarlo a los ojos, me sentí terrible —Liv cerró los ojos por un segundo, concentrando toda su energía en no apuñalar a Steve en ese preciso momento. Otro funeral era lo que menos necesitaban en ese instante.

Por otro lado, lograba comprenderlo. Ella había sentido la misma culpa implacable durante el tiempo que Bucky llevaba a su lado. Probablemente eso hubiera contribuido a su desvelo nocturno y no todo recayera en la muerte de su figura paterna. O al menos, eso se repetiría hasta creerlo para no ir a terapia.

—¿Qué le dijiste? —trató de moderar su voz para que no saliera tan contrariada como se encontraba realmente, pero el plan parecía más fácil en la teoría que en la práctica. Y ahora no solo se sentía culpable por haberse acostado con Steve, sino por haberle hablado de mal modo gracias a la cara de perro golpeado que el rubio llevaba en ese momento.

—Las cosas como sucedieron. Ambos nos sentíamos extremadamente mal por el chasquido, extrañabamos y, en un momento de debilidad, la empatía se confundió con... —Liv lo interrumpió. No podía continuar con esa oración sin provocarle náuseas a la chica. Cuando dicen que el momento más vulnerable de una persona es cuando están ebrios, olvidaron las situaciones depresivas.

Warzone Queen || Bucky Barnes (Warzone Legacy 4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora