Warzone Queen || Bucky Barnes (Warzone Legacy 4)

Capítulo 9: "Cueste lo que cueste" parte 1

Físicamente, Liv se encontraba en el vestuario del gimnasio del complejo terminando de ajustar su traje. Mentalmente, estaba en cualquier lugar menos allí. Había prometido concentrarse en la misión, pero no era tan fácil como inicialmente pensó. Natasha y Brunhilde estaban entablando una corta conversación banal a un par de metros de ella, pero no podía concentrarse en lo que estaban diciendo. Era demasiado y no sabía cuánto tiempo más iba a aguantar sin explotar en un ataque de pánico severo. Con suerte lo suficiente como para completar la misión.

-¿Liv? -la pelirroja volteó la mirada a Nat, parada frente a ella y observándola con cautela- ¿Todo en orden?

-Sí -respondió automáticamente, aunque tanto ella como la mujer sabían que estaba mintiendo-, terminemos con esto.

Nat no dijo nada, aunque Liv la conocía lo suficiente como para saber que se estaba mordiendo la lengua con varios comentarios. Caminaron las tres juntas por los pasillos del complejo, su corazón estaba practicando la taquicardia que seguramente tendría en pocos minutos y sus manos no paraban de sudar. Trató de respirar hondo para calmar su ritmo cardíaco, pero fue en vano.

-Oye, niña -Clint se acercó a ellas una vez que desembocaron en la sala, revolviéndose incómodo en su lugar una vez que estuvo en frente-, ¿tienes un segundo?

-Claro -soltó en un suspiro, cruzando los brazos sobre su pecho para disimular el temblor.

-¿Cómo te encuentras?

-Tengo un repertorio de cuatro respuestas pre-programadas. Elige la que más te guste. De todas maneras ambos sabemos que no será verdad -bromeó con una sonrisa ladeada, sintiendo la mirada de reojo de Nat a su lado.

-Tal vez deberías saltarte esta misión -por un segundo su corazón se detuvo en terror ¿Acaso Nat le había dicho algo? No, ella nunca le haría eso-. Ya has pasado por mucho en estos años, no se si ver a Pietro sea una buena idea -la muchacha soltó un suspiro, llevando su mano hasta su rostro y frotando sus ojos en señal de cansancio. Al menos no se refería a lo que pensó inicialmente.

-No hay otra opción, Clint -forzó una sonrisa-. Tony y yo somos los únicos que conocemos el camino hasta el cetro. No te preocupes, estaré bien.

-Okay -asintió, aunque no se veía muy convencido con sus palabras. La observó por un par de segundos más, Liv estaba segura de que había una segunda parte de su pequeño discurso y, si era lo que creía que era, entendía su incomodidad-. Sabes que no puedes traerlo de vuelta, ¿verdad? A Pietro -la muchacha bajó la mirada-. Se que lo has pensado y entiendo por lo que debes estar pasado, créeme, pero si el regresa, yo no.

-Lo sé -asintió. Mentiría si dijera que la idea no había aparecido en su cabeza más de una vez desde que se decidió que iría a Sokovia-. Tranquilo, no haré nada estúpido -observó de reojo a Nat, quien fingía acomodar los guantes del traje a su lado mientras escuchaba la conversación. También a ella se lo decía-. No más de lo usual, al menos.

-Eso es exactamente lo que me preocupa -sonrió el hombre, destensando sus hombros.

Liv suspiró, forzando otra sonrisa. No tenía tiempo para pensar en ese momento, cuanto más lo hacía más se le revolvía el estómago ¿Acaso había comido algo aquel día? No estaba segura. Tony llamó la atención de todos para comenzar la misión e incitándolos a reunirse en el centro del portal cuántico. No había vuelta atrás ahora, ¿verdad?

Steve comenzó a dar uno de sus famosos discursos motivacionales, el cual Liv decidió deliberadamente ignorar. Siempre decía lo mismo: «somos un equipo, estamos en esto juntos, tengan cuidado y no mueran». Sí, era alentador las primeras veces que lo escuchó, pero para esas alturas se había desdibujado tanto en la mente de la muchacha que comenzaba a parecerse a la versión gore de High School Musical. Tenía cosas más importantes en las que concentrarse que las palabras del rubio.