Querida Brenda:
Hola, espero no te moleste que te escriba el día de hoy, pero no has contestado a mis llamadas y tampoco te he visto en dos semanas, tan sólo quería saber cómo estás, te extraño y te necesito cerca de mí.
Lo lamento. Entre más pasan los días, más te necesito, sé que es una estupidez pues después de todo fui yo la que decidió alejarse, creí que sería lo mejor.
No quiero que te lastimen, no me gustaría que te ofendieran por estar al lado mío (una mujer). Queriéndote evitar un sufrimiento fui la más estúpida y cobarde de toda la historia, causé más dolor en ti del que cualquier persona te habría hecho, en verdad te necesito, fui una idiota al creer que podría estar sin ti.
Por favor, permíteme hablarte, necesito escuchar tu voz, decirte todo lo que siento. Los días me parecen interminables sin ti, no tengo fuerzas para hacer absolutamente nada, el insomnio es mi mejor compañero en estas noches frías.
No puedo pensar en algo que no seas tú, eh intentado recordar la vida antes de ti y me resulta imposible. Desde que llegaste a mi vida no hay nadie más, ni presente, ni pasado, ni futuro….. Sólo tú.
Diciembre es tan triste sin ti, tu recuerdo me aparece en cada lugar. Intentabas hacerme feliz y yo sólo te alejé con mi miedo, hasta ahora descubrí que eras perfecta para mí y que nada habría importado si estábamos juntas.
Por las noches, cuando ya nadie me ve, me encierro en mi habitación y escucho una y otra vez “back to december” culpándome por dejarte ir y cómo dice la canción, estoy aquí tragándome mi orgullo y pidiéndote perdón por todo lo que pasó esa noche, no sabía lo que tenía hasta que te dejé partir.
No lo merezco, pero quisiera que me dieras una oportunidad, estaba equivocada, mi lugar es junto a ti.
Tuya, Emily.
Al terminar de escribirle por milésima vez y después de ver los rallones que había hecho, de nuevo hice bolita la hoja de papel y la arrojé al cesto de basura.
Estaba enloqueciendo por su ausencia, le necesitaba más que a nadie, es la persona que me hace feliz y yo la alejé.
Le eh escrito tantas palabras y a pesar de todo, no encuentro las adecuadas para decirle que la quiero, que la extraño y que soy una tonta que desea que pueda perdonarme. La eh buscado una, dos, diez, cien, mil veces y me evita todo el tiempo.
Al pasar los días deje de insistir, comprendí el motivo por el que prefería mantenerse lejos de mí, mientras tanto yo me refugié en escribirle cartas que jamás llegarían a leer sus ojos, palabras sin sentido que me mantenían fuerte.
Con cada lágrima que se derramaba por mi rostro mi mente aceptaba un argumento más para dejarla ir. Hacia dos semanas que prácticamente había desaparecido de mi vida; no la veía, no la escuchaba y mucho menos podía tocarla, la echaba de menos.
-¡Emily! Levántate de esa cama ahora mismo- Grecia y su manera tan autoritaria de subirme el ánimo llegó al ataque.
-Aquí estoy bien-
-Por supuesto que no, en este preciso instante te cambias de ropa porque saldremos a cenar.
Después de conocer a mi amiga durante tantos años sabía que no había poder humano que la hiciera cambiar de opinión y si ella quería ir a cenar conmigo, al final tendría que acceder.
Durante la cena estuvimos charlando sobre muchos temas. Sobre los regalos navideños, sobre nuestros miles de momentos juntas haciendo travesuras cuando éramos niñas, contó sobre lo bien que estaba progresando su relación con Joseph y los planes que tenía para el nuevo año.
-y… ¿Qué pasó contigo?, no te vez nada bien- La pregunta se incrustó en cada milímetro de mi cuerpo.
-Estoy bien- Dije y al instante me di cuenta que había respondido totalmente a la defensiva, corroborando lo que Grecia ya sospechaba.
-Y yo soy Power Ranger- respondió sarcástica.
-…
-…
-Me enamoré, me llené de estúpidas ilusiones sobre un amor que jamás podrá ser.-
-Inténtalo.-
-No puedo, mejor dicho no debo. Amarle significa dejar todo lo que soy.-Dije mientras me frotaba las manos en una clara señal de nerviosismo. –Incluso tú me verías diferente después de esto-
-¿Podrías explicármelo?-Protestó
-Es una chica, me eh enamorado como estúpida de una chica. Pero ahora ya no importa, por temor la alejé y ahora se ha ido.- Las lágrimas cayeron por mi rostro sin poder detenerlas.
-El amar a una chica no es un pecado capital Emmy. Existen millones de personas en el mundo, es imposible que todos tengamos los mismos gustos.- Me estrecho fuertemente contra ella y sus manos me abrigaron en un abrazo encantadoramente tierno y protector, de esos abrazos que sólo puedes recibir por parte de tu mejor amiga. –Alguna vez escuche que para el amor no hay límites de piedra y lo que el amor puede, debe ser intentado. ¿La quieres de verdad?-
-Más que a nada en este mundo.
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Anónimo (Terminada)
RomanceHas cruzado el arcoiris, has visto la vida de color. ¿Estás dispuesto a afrontar lo que venga?, el anónimato ha quedado lejos, ya no hay vuelta atrás. Dedicado a mi Brenda, aquella que llena mis días de alegría y amor. Jamás olvides que estaré conti...