-No lo haré- Repitió mientras me tomaba del brazo intentando alejarme de la orilla.
-¡Vamos!, será divertido- Le dije mientras señalaba una pequeña fila de personas que esperaban su turno para hacerlo.
-Ya te dije que no- Su voz resultó un poco hiriente.- Me entiendes ¿verdad?
-Está bien, pero por lo menos dame una razón.-
-No quiero y ya- Soltó tajantemente.
-¿Vamos por algo de comer?- Le dije intentando calmar la situación.
Mientras caminábamos comencé a preguntarme él por qué de la reacción de Brenda, no hubiese imaginado que le temía a las alturas, pero así era y estaba claro que por nada del mundo la haría enfrentarse a ese miedo.
Durante el resto del día nos bañamos en las albercas, jugamos y de verdad pasamos un buen rato. Al caer el sol, subimos las cosas al auto y volvimos a casa. Había pasado un lindo fin de semana y viví algo que jamás creí que podría llegar a pasar, pude respirar su aliento, tuve la oportunidad de sentir su calor, pero ¿cómo saber si había sido real?; he dormido a su lado, sin embargo ¿qué significó para ella?
Cuarenta y cinco minutos después llegamos a casa. Las luces estaban apagadas así que comencé un recorrido por toda la casa encendiendo la luz en cada habitación por la que pasaba.
Después de la cena me fui a mi habitación y me recosté sobre la cama. El mundo me daba vueltas, tenía esa extraña sensación de acusación, mi lado emocional se enfrentaba fuertemente con mi lado racional; por una parte estaba el hecho de que no lograba sacar de mis pensamientos a Brenda desde el primer día que la vi y por otro lado estaba la culpa, el miedo y el reproche de hacer algo distinto a lo que estaba obligada por naturaleza a realizar.
Aquella noche estuve particularmente inquieta, esa sensación de culpa se convirtió en un delirio de persecución que comenzaba a alterar mis nervios. En mis pesadillas una terrible obscuridad invadía el mundo entero, una persona me seguía por la obscura y aterradora noche. Sabía que quería hacerme daño así que yo corría desesperadamente para alejarme, pero a cualquier lugar al que iba, ahí estaba esa figura misteriosa, viéndome fijamente.
Todo estaba obscuro y la poco luz que proyectaba la luna formaba tétricas siluetas sobre el asfalto, estaba aterrada, ¿por qué me quería?, ¿qué había hecho yo que provocara tanta furia en aquella figura sacada de las peores películas de terror?. La silueta se volvió hacia mí, su rostro estaba cubierto por las sombras. No se distinguía en la obscuridad de los edificios que nos rodeaban, sonreía con locura mientras las sombras deformaban sus facciones.
Estaba exhausta, las sienes me ardían fuertemente mientras mi pulso latía sin parar, mis pies no respondieron cuando la sombra desconocida se acercó lentamente hacia mí. La sombra se paró justo enfrente, se quitó la capucha del suéter que llevaba puesto y que hasta el momento me había impedido verle el rostro. -Tú- por fin reconocía la sombra que amenazaba con asesinarme, aquella persona de la que jamás hubiese sospechado y que claro, solo en mi sueño habría podido ver junto a mí.
Entre más pasaban los minutos, el escenario en el que se volvía realidad la más grande de mis pesadillas se hacía cada vez peor; pensamientos más obscuros, sentimientos más tétricos que se habrían paso en esa noche de luna llena.
-No eres real, sólo yo puedo verte- dije entre jadeos.
-Claro que sí, yo soy tú; soy el monstruo que vive dentro de ti, ¿qué se siente morir a manos de tu propia creación?.- En el mismo instante que la última palabra salía de sus labios se abalanzó hacia mí y me arrojó hacia el suelo, ella estaba justo sobre mi estómago, de pronto todo se apagó.
-¡Emily!, ¡Emmy despierta!, fue sólo un sueño, tranquila- La voz tranquilizadora de mi madre me regresó a la realidad.
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Anónimo (Terminada)
RomanceHas cruzado el arcoiris, has visto la vida de color. ¿Estás dispuesto a afrontar lo que venga?, el anónimato ha quedado lejos, ya no hay vuelta atrás. Dedicado a mi Brenda, aquella que llena mis días de alegría y amor. Jamás olvides que estaré conti...