Anónimo (Terminada)

Capítulo 21

CAPÍTULO 21

 

-Mamamá- Tartamudeo Brenda frente a su madre.

-Dime- dijo mientras preparaba la comida.

-Nada. Que quizá las estatuas de palomas que hay en el parque “palomar” sean como las gárgolas y de noche despierten con intensión de comer humanos como si fueran gusanos.- Se rió nerviosa y salió de la cocina con dirección hacia su cuarto. Yo caminé silenciosa detrás de ella.

-¿Qué diablos?- Dijo en cuanto cerramos la puerta de su habitación. –La intención era decirle de una vez que estoy saliendo contigo, pero en cuanto lo intento las palabras se traban en mi garganta. No quiero esconderme más pero no me atrevo, cada vez me importan menos los que piensan que no es bueno, hago todo lo que puedo para que estemos juntas pero enfrentarme a mi familia es difícil.

-No te preocupes, te entiendo y esperaré lo que sea necesario para estar bien contigo. En mi familia las cosas no van muy bien, por eso no quiero presionar las circunstancias, sólo me alegro de que estés a mi lado.

Nos acostamos sobre la cama y pusimos en el ordenador el DVD de “part of me”, el favorito de Brenda.

-Espérame un poco, iré por palomitas.-

Salió de la habitación y fue a la cocina.

-¿Qué fue lo de hace rato?- Alcancé a escuchar que la mamá le preguntaba en la cocina. –Hace días que actúas de una manera extraña. Te diré algo que se escucha como de película pero ¿te estás drogando?-

-¡Claro que no!- Exclamó Brenda y una sonrisa histérica se apoderó de ella.

-No te creo. Aquí está sucediendo algo y quiero saber que es ahora mismo.-

-Bien, ¿quieres saber?.... Estoy saliendo con una chica.- Un silencio interminable envolvió toda la atmosfera de la casa.

-¿Es Emily cierto?- Yo estaba petrificada en la habitación, escuchando cada palabra con atención.

-Si- Dijo con voz firme.

-Quiero que se vaya… Ahora-

Escuché unos pasos aproximarse y la manija de la puerta moverse. –Se lo he dicho. Se lo dije y no lo tomó nada bien- Me dijo al momento en el que entraba en la habitación y me abrazaba con fuerza, con los ojos llenos de lágrimas.

-Está bien. Todo estará bien. Yo estoy aquí, contigo.- Dije mientras la sujetaba fuertemente-

-Lo sé, pero ahorita tienes que irte. Te amo.-

-Y yo a ti.- Caminé directo a la puerta intentando pasar desapercibida, por suerte su mamá no se cruzó en mi camino mientras salía.

Durante toda esa noche esperé a que Brenda me hablara o por lo menos me enviara un mensaje diciéndome que estaba bien, pero pasaron los minutos y la  incertidumbre fue cada vez mayor. Necesitaba saber lo que había sucedido después de que me fui de su casa.

-Vamos, contesta el teléfono- Pensé en voz alta mientras marcaba a su celular por milésima vez.

Alrededor de las 2:00 am, al no recibir noticias de ella y tampoco ser capaz de conciliar el sueño, me levanté de la cama y comencé a escribir en una pequeña y arrugada hoja azul que estaba sobre el escritorio:

“¿Qué haces tu mujer divina, nadando en el mar obscuro de mis sentimientos?, por tu luz hasta el más cruel de mis demonios se ha redimido. Un momento, tan sólo un segundo te pido para demostrarte que este amor es divino. Viajo entre momentos, recuerdos del alma en los que eres musa de mi utopía. A tu lado soy fuerte, seré la guerrera más valiente si tú me ayudas a seguir. ”.