Capítulo 27

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CAPÍTULO 27

 

-¡Emily!, hace días que no te veía.- Dijo Miguel sonriente.

-Pues no he salido mucho últimamente- Contesté- A excepción de la escuela claro.-

-¿Qué harás hoy en la tarde?-

-Ver un maratón de películas románticas en casa supongo- Dije mientras me encogía de hombros.

-Hoy no. Pasaré por ti para ir al cine a las 8:00 pm. Bueno, para que varíes un poco entre las películas que has visto unas mil veces aproximadamente- Contestó en tono burlón.

-No lo sé. Tengo mucha tarea de la universidad.-

-La haces cuando volvamos- Me miró con ojos suplicantes y una sonrisa tierna.- Por favor.

-Está bien. Pero sólo un rato ¿Vale?-

-Ok. Solo un par de horas o días-

-Lo digo enserio Miguel. Tengo mucho trabajo-

-Vale, vale. Vemos una película, cenamos y te llevo a casa.- Yo asentí.

A las 8:00 pm puntualmente, Miguel estaba llamando a la puerta de mi casa. Me apresuré a abrir y lo vi parado justo enfrente de la puerta con unos jeens de mezclilla y una camisa perfectamente planchada de color rojo. Se veía muy apuesto, por no decir nada de su perfume tan fresco y agradable que lo hacía oler realmente bien. Yo me había puesto una blusa negra, un pantalón y unas botas cortas de color negro.

-Hola. Te vez muy linda- Sonrió mientras me miraba de arriba abajo- Aunque como te había dicho una vez: la ropa de color te luce bastante bien.-

-Tal vez, pero yo me siento más cómoda así- Dije mientras le daba un suave golpecito en el brazo.- Pasa. Dame un minuto para tomar unas cosas y nos vamos.

Pasó y se sentó en la sala. Mi madre lo saludó efusivamente, traté de ignorarla mientras me dirigí a mi cuarto para tomar mi cartera. Un minuto después mi madre entró a la habitación junto conmigo.

-Es un muchacho muy agradable. Deberías salir más con él-

-Somos buenos amigos- Le contesté fríamente-

-Lo sé, pero me refiero a algo más. Es un joven muy apuesto y por lo que veo muere por ti. Además no te caería nada mal salir con personas normales para variar.-

-¿A qué te refieres con “gente normal”?- Dije haciendo un gesto excesivo cuando repetí lo que ella había dicho.

-A que así es como debería ser tu vida. Salir con chicos, enamorarte, casarte.-

-Pues lamento que me veas como un monstruo por no ser lo que esperas- Dije exaltada.-Tú sabes muy bien lo que yo siento y a quien amo. Ni la distancia, ni mucho menos sus comentarios hirientes me harán cambiar de opinión al respecto. Yo le quiero y eso no cambiará.- Salí furiosa de mi habitación.

-¿Todo bien?- Dijo Miguel cuando llegué a la sala. Estaba claro que había escuchado toda la conversación “discreta” que habíamos tenido dentro de mi habitación.

-Si. ¿Nos vamos?- Intenté desviar la conversación.

Después de la película y mientras cenábamos en mi restaurant favorito Miguel se quedó mirando fijamente a una ventana pensativo.

-¿Te sucede algo?- Pregunté mientras lo miraba fijamente-

-Nada… Bueno, es sólo que tú mamá tiene razón.-Tartamudeó- Sobre que muero por ti- Se sonrojó.

-Pero.. Pero tú y yo somos amigos Miguel- Dije mientras esquivaba mi mirada hacia otra parte.

-Por esa razón jamás te dije nada, pero estoy aquí si algún día decides intentarlo-

-Mira, eres un muchacho realmente apuesto y en otra época quizá habría aceptado salir contigo… Pero ahora no puedo. No puedo porque mis pensamientos le pertenecen a alguien más y a pesar de la distancia los sentimientos no dejan de aumentar.-

-Lo entiendo- Inesperadamente me plantó un beso y yo me quedé en shock- Lo siento pero como tu corazón jamás podré tenerlo, por lo menos tenía que quedarme con un beso tuyo.-

-Creo que tenemos que irnos- Contesté muy seria. –No quiero que confundas nuestra amistad con algo más, tengo muy claro lo que siento y te lo he dicho.-

Al llegar a casa me recosté sobre la cama y me quedé mirando fijamente al techo. -¿Por qué tiene que ser tan difícil quererte y estar a tu lado Brenda?-Dije en un susurro como si ella pudiese escucharme.

-¿Puedo pasar?- Dijo mi madre mientras tocaba la puerta de mi habitación.

-No- Contesté distante, aunque de todas maneras pasó.

-Mira Emily, sé que de un tiempo a la fecha nos hemos distanciado mucho pero no quiero verte sufrir y esas cosas que haces tendrán consecuencias en un futuro.-

-¿Qué hago? ¿Enamorarme?-

-Sabes a lo que me refiero- Dijo en voz baja mientras se pasaba la mano por su cara.

-Tú quieres que yo sea feliz y ella a pesar de todos los comentarios de ustedes lo hace, ella me llena de felicidad cada que puedo escuchar su voz o abrazarla. Ella es la persona que deseo tener junto a mí. ¿Es tan difícil de entender?-

-Entiende que yo imaginé un futuro diferente para ti- Dijo con lágrimas en los ojos.

-Si… Tú lo imaginaste, pero yo me encargo de hacerlo realidad según aquello que me hace feliz. Tú ya viviste tu vida, decidiste, te equivocaste, aprendiste, pensaste, disfrutaste y fuiste feliz, ahora es mi turno de vivir mi vida-

-No estoy de acuerdo con lo que haces, pero ya me cansé de luchar contra una situación con la que no puedo luchar, tú has decidido y si sigo así sólo te perderé. Sólo te pido que sean discretas.- La miré con los ojos llorosos y la abracé muy fuerte por varios minutos. No podía creer lo que me había dicho, estaba feliz.

En la madrugada un mensaje llegó a mi celular. Medio dormida estiré mi brazo para alcanzar el celular y comencé a leer:

Un día más para darte este amor que no sabe de cansancios y sólo sabe amarte sin importar la distancia entre nosotras. Sé que duele, todo se hace pasado; los meses, los días que llevamos soñando estar cerca, pero quiero que sepas que siempre estaré para ti, no hago otra cosa en estos momentos, sólo pensar.

Encuentro consuelo escribiéndote las cosas que por esta gran distancia aún no puedo decirte frente a frente como quisiera. A ti te envío este amor que tú misma inspiras, también esta gran esperanza que tengo, pues confío que aunque nos lleguen días difíciles, juntas podremos superarlo, arrastrar toda la ausencia que ahora tenemos. Con cada dolor llega un amor que es aún más fuerte, cuando la distancia parece insoportable… Aparece un amor más intenso, en este momento me doy cuenta que mi vida no sería la misma sin la promesa cercana de que un día estaremos juntas, porque lo estaremos mi amor. Te amo.

Anónimo (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora