CAPÍTULO 19
-¡Por favor Brenda!, permíteme explicarme.-
-No hay nada que explicar, lo vi todo- Contestó furiosa.
-Las cosas no son como tú crees. ¿Podemos vernos hoy?-
-No quiero verte, aléjate de mí.
-No quiero que lo nuestro termine por alguien que no vale la pena.
-Lo único que quiero en este momento es que te mantengas lejos de mí. ¡Tú no sabes lo que significa el amor!- Y con esas últimas palabras dichas por el auricular colgó el celular.
Me quedé inmóvil, analizando lo que me había dicho. Yo le quería y sabía que lo de Daniel había sido una equivocación y que a la que quería era a ella. Deseaba estar a su lado hasta el último de mis días y ahora gracias al patán de mi ex, estaba en peligro de perderla para siempre.
Intenté llamarla de nuevo pero había apagado su celular. Me recosté sobre mi cama y comencé a llorar. Escuché la letra de “Amnesia” una y otra vez en mi ordenador diciéndome: “Viajé a cada lugar en donde tú y yo estuvimos y cómo se sintió el último beso que nos dimos, aunque todos me digan que tú sigues bien, sé que te sientes sola incluso si él está contigo. Te hiere lo que él dice luego lees lo que te escribo… ¿Fue sólo una mentira? Yo me pregunté, si esto fue real sé que no estás bien si tampoco yo lo estoy”. Después de un par de minutos la fatiga se apoderó de mí y me quedé dormida.
Al día siguiente fui a buscar a Grecia, ella era mi amiga y yo necesitaba desahogarme con alguien.
-Si la quieres, búscala e intenta hablar con ella. Te he visto y has cambiado mucho desde que estas a su lado, no dejes que algo como esto te separe de ella- Me abrazó fuertemente y por unos minutos lloré a su lado, luego me fui.
Caminé hasta llegar a su casa. Me recibió su madre y me dijo que Brenda estaba en su cuarto.
-Brenda, ¿se puede?- Dije con tono temeroso al tocar a su puerta.
-Deberías irte de aquí- Contestó resecamente.
-No sin antes hablar contigo. Por favor, dame tan sólo unos minutos para explicarte- Me metí dentro de su habitación y cerré la puerta tras de mí.
Me senté a su lado e intenté que me viera a los ojos, era necesario hacerle ver que yo era sincera, que no deseaba hacerle daño y que la única persona con la que deseaba compartir mis días era con ella.
Aclaré mi garganta y comencé a hablar. –Brenda, el hombre que viste a mi lado ese día se llama Daniel, es un viejo exnovio que no veía desde hace mucho tiempo, dos años para ser precisa. Me invitó a tomar un café y no me negué, después de todo éramos buenos amigos. Estando ahí comenzó a hablar sobre nosotros, me dijo que deseaba volver a mi lado, pero yo le dije que lo nuestro era cosa del pasado. Fue entonces que me besó, pero lo quité inmediatamente, lo quité porque la única persona que deseo tener en mi vida es a ti y sólo a ti.
Después de una discusión eterna, donde las horas parecieron minutos y los argumentos se quedaban asfixiados al llegar a la garganta, nos abrazamos. Sabía que la amaba y que deseaba con todas mis fuerzas que ella también me amara a mí. Un abrazo como aquel, donde se transmitía más que la temperatura de nuestros cuerpos, sino también las emociones que albergaba nuestra alma, dieron paso a las palabras que llevaban tanto tiempo rondando mi cabeza.
-Me dijiste que yo no sabía lo que significaba un te amo. Me dolió porque sabes…. Si lo sé.
-¿Qué es? - Pregunto atentamente.
-El amor es sentir que la vida se te acaba cuando decide abandonarte, el amor es imaginar una vida a su lado, es anhelar tener bebés cuando siempre dijiste que no querías tener hijos, el amor es mandar a todos al diablo porque solo le quieres a ella, el amor es desear sus besos, sus abrazos, sus caricias.- Nuestros labios se juntaron en un roce mágico.- El amor eres tú.
ESTÁS LEYENDO
Anónimo (Terminada)
RomanceHas cruzado el arcoiris, has visto la vida de color. ¿Estás dispuesto a afrontar lo que venga?, el anónimato ha quedado lejos, ya no hay vuelta atrás. Dedicado a mi Brenda, aquella que llena mis días de alegría y amor. Jamás olvides que estaré conti...