Falling for You - [KatsuDeku]

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El primer día que Haruki seria llevado a la guardería había sido relativamente normal. Despertar, ducha, cambiarse y atender al cachorro somnoliento, desayuno ligero para ambos, recoger sus cosas y preparar una mochila basándose en las necesidades que requeriría en el día. Leche, pañales, su mantita favorita -perfumada por Katsuki previamente-, dos cambios de ropa por si acaso y una que otra cosa más.

Katsuki podía aceptar que estaba absolutamente nervioso. Su actual hogar se encontraba en algún punto medio entre la guardería y la universidad así que caminar no sería un problema. Era muy temprano de mañana, el ambiente era frio aun, por lo que él y Haru estaban envueltos en ropa de invierno. El rostro de su bebé apenas se podía ver gracias a la bufanda amarilla con ositos café.

El camino era silencioso, ese semestre le había tocado un horario que él consideraba desastroso, estaban los lunes, martes y jueves que entraba a las 7 a.m., los miércoles entraba a las 9 a.m. y los viernes a las 8 a.m. Por suerte la guardería seleccionada tenía un buen horario, empezaban a recibir niños desde las 6:30 a.m. y el servicio se terminaba a las 8 p.m., contaban con desayunos y almuerzos y algunos intervalos para meriendas. Katsuki sabía que no siempre tendría tiempo de cocinar para su cachorro en las mañanas, así que al menos ese semestre se permitió pagar por el comedor que ofrecía la guardería (Katsuki exigió saber si tenían algún plan de nutrición).

La vida le estaba sonriendo demasiado y eso ya era extraño.

Entonces ya que era martes y debido a la hora, Haru apenas se mantenía despierto. Llegar al lugar le revolvió el estómago al alfa porque era el momento de dejar a su cachorro en manos desconocidas. Se tragó sus instintos por el bien de su hijo y por el suyo. Abrazo a Haru lo más cerca que pudo, beso tantas veces como pudo una de sus regordetas mejillas recién descubierta. Haru era un bebé cariñoso y siempre estaba encantado de recibir el afecto de su padre. Sin embargo, la confusión se reflejó en su expresión cuando se hizo el intercambio.

Katsuki se tragó las ganas de tomarlo de nuevo, salir del lugar y no regresar. En cambio, una mujer -beta- bajita y de aspecto agradable cargo a Haru y se encargó de darle la mochila con las pertenencias del cachorro, era color menta y Mina días atrás había bordado "Haruki Bakugo" en la parte superior.

Los ojos carmín del cachorro comenzaban a verse cristalinos al presentir que sería alejado de su alfa, su padre, en un lugar que no reconocía.

— Esta bien, esta bien. — dijo acariciando los cabellos oro. — Lo siento, tienes que quedarte. Regresare muy rápido, lo prometo. — se alejó y le dio su atención a la cuidadora. — Tienen mi contacto y el de personas cercanas, llámeme por cualquier cosa, lo que sea, vendré rápido.

— No se preocupe, está en buenas manos. — Le dijo Akane (según el gafete de la mujer) y le sonrió.

— Solo... lo que sea. — la mujer al parecer noto la angustia en el alfa. Asintió.

— Entendido. Lo que sea.

Su día en la universidad fue borroso y definitivamente no presto mucha atención. Sentía que estaba siendo estúpido o incluso dramático, pero la sensación de que sus amigos hayan cuidado a Haru por tantos meses y que ahora lo hagan personas que no conocía era muy diferente. Sin embargo, trataba de ignorar sus pensamientos. Recordándose a sí mismo que era una institución aprobada y profesional. Termino almorzando con Kirishima y Todoroki, las preguntas de cómo le había ido en la mañana no se hicieron esperar y Eijiro comenzó las burlas sobre Katsuki llorando más que Haru por el primer día de guardería, Shoto lo seguía sabiendo que molestaba más al rubio.

Después de eso agradeció que su día transcurriera relativamente rápido. Las oficinas estuvieron tranquilas y sin mucho que hacer. Faltaban diez minutos para las siete cuando Katsuki salió por fin y camino hasta la guardería.