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Dos días después de conocer al omega, Katsuki se encontraba en su escritorio, la luz de la computadora se reflejaba en su rostro, a pesar de que había configurado la pantalla al brillo más bajo que se podía y en modo nocturno, aun así lastimaba su vista. Era de madrugada, el sueño y el cansancio pesaban en sus hombros. Guardo sus archivos como lo hacía cada 10 minutos, se estiro en la silla y se levantó por agua. Caminando de regreso el folder naranja sin abrir llamo su atención. Entonces recordó a Deku, con las mejillas pecosas rojas como tomate dándoselo en sus manos, y después corriendo lejos de él. Abrió el folder y el contenido lo hizo sonreír. Eran dibujos pequeños de Haru, tal vez media menos que una hoja tamaño carta, pero eran bonitos, en uno Haru dormía y alrededor de él había muchas florecitas de varios colores. Y en la otra parecía más bien que había retratado en momento del cachorro tomando leche, con una mano sostenía el biberón y la otra descansaba en su redondito estómago. El alfa sonrió enternecido. Ciertamente Izuku tenía talento nato, su técnica en acuarela era bastante prolija, de verdad no perdía ni un solo detalle. Esa noche/madrugada no durmió mal.

Al otro día se encontró con Izuku, podía ser un idiota pero también sabia ser agradecido. Así que le dijo a Deku que los dibujos eran bastante buenos, le dio las gracias y le reconoció su talento. Izuku se había puesto más rojo que la última vez –que raro-. Sin darse cuenta estaba acompañando al omega hasta su dormitorio. En esos minutos de caminata Katsuku observo que Izuku parloteaba sobre cualquier tema, comenzó preguntando por el cachorro y termino hablándole sobre arte siendo completamente un nerd es ese tema. El alfa se sorprendió a si mismo prestando atención a cada una de las palabras que salían del mas bajo.



Habían pasado un par de semanas, no quedaban muchos alumnos en el campus, la mayoría había regresado a sus hogares con su familia y había quienes permanecían en el campus hasta unos días antes de las festividades para asistir a talleres extras de acuerdo a su carrera.

Bakugo salía de uno de esos talleres que también tomaban algunos de grados más altos. La ventaja de asistir es que se empapaba de más conocimiento y aprendía de la experiencia de otros compañeros. Podía tener pésimo carácter pero jamás negaría críticas para mejorar su trabajo. Solía tomar los talleres junto con Kirishima pero el alfa pelirrojo tuvo que regresar antes a casa ya que su madre había enfermado. Así que justo ahora quien se encontraba con Haruki era Todoroki, quien evitaba a toda costa pasar más tiempo con su familia que el necesario, así que terminaba yendo solo 2 semanas y regresaba con prisa dos días después de año nuevo. Para Katsuki era estúpido pero no era quien para decirle que hacer.

Estaba a mitad de camino cuando un olor conocido se coló en sus fosas nasales, maldijo en sus adentros. Era Izuku, y joder, parecía que Katsuki había desbloqueado un nuevo personaje porque desde que lo conoció literalmente se lo encontraba en cada jodida esquina del campus, ya sea solo, con amigos o hablando con profesores.

Pero esta vez era diferente, el dulce aroma a durazno era tan agudo que hizo que Katsuki tragara duro. Volteo a todos lados buscándolo porque sabía lo que significaba. Lo encontró sentado en una de las bancas con un chico de cabellos castaños y cuerpo fornido, el idiota casi quería acaparar al omega y Deku ni se inmutaba. Probablemente no se daba cuenta de que eran sus feromonas las que habían atraído al alfa. Pensó un momento si sería adecuado acercarse o simplemente dejarlo, pero dentro de él no quería irse, presentía que Izuku no estaba al tanto de la situación.

Suspiro pesadamente preparándose mentalmente para ser buena persona. Camino hacia el omega con pasos seguros y cuando estuvo frente a él le hablo sin titubear.

Falling for You - [KatsuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora