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— Creo que no le caes bien. — susurro Eijiro.

— ¿De quién carajo hablas? — pregunto Katsuki. Su amigo le había hablado de la nada en media clase.

— Del maestro nuevo.

Bueno, eso Katsuki ya lo había notado, pero no lo había hecho un gran problema. Faltaban solo tres semanas para que su cuarto semestre terminara. El hecho de que no le agradara a un profesor no era una sorpresa, si bien era el primero tal vez no sería el último.

— ¿Por qué lo dices?

— La forma en que te mira cuando respondes alguna pregunta. — Tenía razón. — O incluso ignora tu mano alzada a veces. — También tenía razón. — Y la manera en la que te dice "alumno estrella". — Kirishima arrugo la nariz.

— No es el único maestro que me ha llamado así.

— Lo sé. Pero, hay una diferencia, el parece que se refiere a ti de forma despectiva, y el otro par que te ha llamado así es por admiración u orgullo hacia ti o tus trabajos. — Kirishima se quedó callado por unos segundos, vigilando que su conversación no era escuchada por alguien más. — ¿Cómo es que no has explotado con él?

— Porque tengo mejores cosas que hacer, y tú también, así que no deberías preocuparte por eso.

Eijiro hizo una mueca pero dejo la conversación, enderezándose en su asiento y reanudando la actividad en su propia mesa de trabajo.

Su nombre era Yoshida Kimura. Era joven, tal vez estaba entre sus treinta o treinta y cinco años. Era alto, castaño, portaba barba de candado, su físico parecía ser el de un alfa, sin embargo, como la mayoría, era un beta.

Katsuki se había dado cuenta desde las primeras clases que había impartido el otro hombre, admitía que era bueno enseñando (tal vez no tanto como el Señor Kiyoshi) pero sabía lo que hacía a pesar de haber llegado más de medio semestre tarde. Era un dolor de cabeza tremendo para todos y lo sería más para Bakugo si se preocupara por cosas sin importancias como no caerle bien a dicho profesor.

Katsuki sabía que no tenía el mejor carácter del mundo con los desconocidos pero nunca había tenido inconvenientes con algún maestro, ni con los directivos o las personas del departamento de administración de la universidad. A parte de evitarse el problema era cuestión de educación. Ellos eran quienes sabían porque le llamaban la atención o no, siempre que la causa fuera justa.

En cambio, con Yoshida no había hecho nada malo en particular, siempre llegaba temprano, no interrumpía explicaciones (como otros lo hacían) y todo lo que pedía lo entregaba a tiempo. Así que dejo de preocuparse por eso la primera semana. No le sorprendía que Kirishima lo haya alcanzado a percibir.

Afortunadamente la clase hizo que se distrajera lo suficiente en lo importante, eran tres horas ese día y apenas iba a pasar la mitad del tiempo.

No había desayunado bien esa mañana y estaba deseando que la hora del almuerzo llegara. Y cuando llego, las esperanzas de Bakugo por que fuera una comida tranquila murieron cuando Kirishima empezó a hacer preguntas.

— ¿Tu y Midoriya están saliendo? — Katsuki casi se atraganta con su agua, casi.

— ¿Qué te hace suponer eso? — el rubio frunció el ceño, tratando de ocultar en su expresión lo que sea que su corazón este tratando de exponer.

— ¿En serio preguntas? Ustedes dos están flotando alrededor del otro al parecer sin darse cuenta desde hace un tiempo. — Katsuki no dijo nada, ¿realmente así se veía? — Quiero decir, ambos se gustan, son malos disimulando.

Falling for You - [KatsuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora