Falling for You - [KatsuDeku]

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Llegar a la casa de los Bakugo le congelo la respiración a Izuku por un momento y los nervios lo invadieron.

¿Y si decía algo mal? ¿Y si en realidad los padres de Katsuki solo lo ponían a prueba? ¿Y si no estaba lo suficientemente aceptable?

El suave apretón que recibió en su mano de parte de Katsuki lo regreso a la realidad y lo saco a tiempo de sus pensamientos antes de que se hicieran interminables.

—Todo estará bien. — le dijo el alfa, con la otra mano tocando la puerta frente a ellos.

Por mero instinto, Izuku cubrió la mitad de su cuerpo detrás del alfa. Katsuki sonrió divertido con la actitud del omega. No podia oler sus nervios, Izuku volvió a optar por los parches en sus glandulas durante el viaje porque sentía que sus nervios se volverían pesados, lo último que quería era que los notaran, pero su rostro era un libro abierto de esos que son impresos con letras grandes.

La puerta se abrió revelando una figura alta, apenas unos centímetros más bajo que Katsuki, castaño y con lentes. El papá de Kacchan. Tenía una sonrisa gentil en el rostro y a pesar de su obvia naturaleza alfa no le hizo sentir cohibido o intimidado. Pudo notar pequeños rasgos que Katsuki había heredado del otro hombre pero no había demasiados.

—Llegas temprano Kats. — dijo el hombre. Abrazo a su hijo, a pesar de que Katsuki le correspondió no soltó la mano de Izuku. El intercambio hizo sonreír al omega hasta que la mirada marrón cayó en él cuando se separaron. —Hola, Midoriya, ¿verdad? — le extendió la mano, la cual Izuku estrecho casi de inmediato. —Soy Masaru, padre de Katsuki. Es un placer conocerte, Kats nos habló de ti.

—'Izuku' está bien, es bueno conocerlo. — El omega se sorprendió a sí mismo, no había tartamudeado o demostrado su nerviosismo. Bien ahí Izuku, se felicitó.

—Está bien. — el hombre se apartó y abrió la puerta por completo indicándoles ingresar. —Querida, ya están aquí.

Mientras ellos se deshacían de su calzado, Izuku pudo escuchar pisadas a lo lejos hasta que parecieron cada vez más cerca y luego se detuvieron. Cuando presto atención vio a Kacchan siendo abrazado demasiado fuerte por una mujer, y cuando soltó al alfa, Izuku casi abre la boca de la impresión.

Ahí estaba, definitivamente Katsuki era una versión masculina de su madre. La mujer era hermosa y de aspecto joven. Y con solo verla supo que era una omega de carácter duro justo como le había dicho el rubio.

—Mírate. — dijo sonriendo hacia él. Katsuki solo estaba a la expectativa pero sin alejarse de su lado. —Katsuki dijo que eras lindo, pero no creí que así de lindo. — la omega se acercó a él y apachurro sus mejillas pecosas sin fuerza.

—¡Mamá!

—Silencio cachorro, estoy hablando aquí. — expreso Mitsuki con el simple afán de molestar al alfa más joven y logrando sacar una pequeña risa de Izuku con eso, soltó la cara del peliverde y le sonrió. —Mi nombre es Mitsuki. Mamá de ese mocoso mal hablado.

—Me alegra conocerla. Soy Izuku. —la omega le revolvió el cabello. Se sintió casi maternal.

—Y además educado. — Izuku jamás habría esperado una bienvenida tan cálida. — Masaru y yo terminaremos el almuerzo, así que sigamos hablando mientras comemos. Vayan a sentarse ustedes dos, pónganse cómodos. — el padre de Katsuki desapareció de su campo de visión, suponiendo que fue a la cocina.

—¿Necesita que le ayude en algo? — pregunto Izuku.

—No te preocupes, eres nuestro invitado. Pero te avisare si necesito algo, ¿bien? — Izuku solo asintió con una pequeña sonrisa.