| 9 |

46.8K 5.3K 2.6K
                                    


La música hacia vibrar el suelo de madera de la casa. Con solo darle un vistazo era evidente que pertenecía a una familia rica. Los pisos de madera eran maltratados por docenas de personas apenas estando en la sala y sus fosas nasales fueron impactadas por demasiadas feromonas tanto alfa como omega. Había objetos de decoración que a simple vista Katsuki podía concluir que costaban más que su propia casa. Paredes blancas contrastando muros de piedra, excelente iluminación y una chimenea eléctrica. Todo el lugar gritaba "dinero" y apenas estaba cruzando lo que parecía ser la sala.

Pronto Monoma Neito, quien lo había invitado, apareció a la vista saludándolo casi a gritos por la música, lo arrastro a lo que parecía ser un jardín muy elegante. Había una piscina en una esquina iluminada con luces de colores y pocas personas la estaban ocupando (Jesús, estaban en invierno). El mismo piso de madera del interior se extendía por la mitad del jardín para después dar paso a un césped verde y mojado por la brisa de la noche. En algún punto había una mesa con varios chicos y chicas jugando verdad o reto con bebidas.

— ¡Hey chicos! Bakugo llego— dijo Neito, una ola de saludos llego. Katsuki trato de contestar a todos.

Solo eran Itsuka Kendo (omega), Hanta Sero (beta), Tenya Iida (alfa) y Tsuburaba Kosei (beta), Monoma (beta) y Katsuki quienes estaban sentados un una mesa bajo un techado, en ese punto la música aún se escuchaba pero un poco más tenue. La mesa era un desastre de vasos y un par de botellas, en el piso de madera ya había una botella vacía y un par de vasos sucios.

Ellos eran antiguos compañeros que en algún momento Katsuki había considerado amigos. No eran malas personas pero la distancia había hecho lo suyo con ellos y sin darse cuenta los mensajes fueron disminuyendo hasta ser nada. Y ellos fueron quienes se enteraron que tendría un cachorro después de sus padres. Se habían sorprendido pero habían felicitado a ambos. Katsuki deducía que al final los distintos intereses fueron en realidad lo que lo separo de esas amistades. Y el ejemplo más claro era esa situación. Sabía que mientras él se ocupaba trabajando, cuidando a Haru y estudiando, sus antiguos amigos estudiaban y se divertían los fines de semana en fiestas. Ese día tal vez era la tercera fiesta a la que Katsuki asistía desde hace casi año y medio, de todos modos Bakugo no era mucho de fiestas. Sin embargo se sentía bien estar ahí de alguna manera.

La conversación dio muchos giros. Hablaron de la universidad, sobre sus carreras, malos maestros y buenos maestros, anécdotas divertidas sobre otros amigos con lo que compartían carrera, el estrés de estar a medio camino de culminar sus estudios, incluso la conversación se llegó a ser sobre Haruki y había logrado que Katsuki, quien ya tenía alcohol en el sistema y reía lo suficiente, les enseñara fotos del cachorro. Habían enloquecido diciendo lo mucho que había crecido y el parecido con Katsuki.

Después de la conversación sobre Haru, Katsuki notaba que Kendo poco a poco cambiaba su semblante. No sabía si era por los tragos encima o si era algo más. Pero podía atraparla mirándolo de una manera que no podría descifrar, como si supiera algo de Katsuki que el no. Y eso le estaba poniendo los nervios de punta.

Era más de media noche cuando las conversaciones se separaron en algún punto, Monoma se hizo a un lado captando solo la atención de Katsuki.

— ¿Y cómo esta Camie? — El alfa frunció el ceño más de lo normal. — ¿Le paso algo?

— No tengo ni puta idea.

— Pensé que vendría contigo. — Katsuki le lanzo una mirada de pocos amigos.

— ¿Es broma?

— ¿El qué? — Katsuki se relajó, así que no lo sabían. Bueno eso quería decir que entonces la omega tampoco tenía contacto con ellos y tal vez ni lo tendría.

Falling for You - [KatsuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora