|Prólogo|

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Katsuki Bakugo es un joven que, si bien no tenía el mejor carácter del mundo, no era mala persona, ni mal estudiante, mi mal alfa, mucho menos mal padre. Su cachorro Haruki lo es todo para él.

Con diecinueve años cumplidos era quien se encargaba totalmente de su hijo de apenas ocho meses.

Aun en la sociedad "moderna" no se salva de los prejuicios en cuanto a su condición. Un alfa que cría solo a su cachorro, sin su omega, y muy joven. Seguía sin ser bien visto. Sin embargo al rubio poco le importaba lo que dijeran de él, no tenía tiempo para enfocar su atención en otras cosas que no fueran su cachorro y la universidad.

Katsuki estudia en la mañana y tenía un trabajo de medio tiempo en las tardes. Estaba "solo", sus padres vivían lejos y no podía ni quería dejar a su hijo con ellos, mas allá de su instinto protector estaba la claridad de que es su responsabilidad y de nadie más.

Sus planes y su futuro se vieron comprometidos hace año y cinco meses, cuando su pareja le dijo que estaba en cinta. El mundo se le vino abajo. Habían sido idiotas y no se habían cuidado correctamente. Es decir, a pesar de que se conocían desde pequeños, no tenían mucho tiempo de que empezaron a salir. Es por eso que cuando Camie, -su omega sin marcar- le dio la noticia pensó en dejar todo y dedicarse a ver por ella y su cachorro en camino.

Semanas después, justo cuando el verano empezaba y su familia sabía que pronto seria padre; una carta llego a su domicilio. En ese momento el chico olvido a su alrededor y se concentró en leer el nombre de su universidad soñada. En su habitación, con lágrimas en los ojos, Katsuki leía su aceptación en la Facultad de Arquitectura con una beca del 95%. Sus sueños estaban ahí, tan cerca y a la vez tan lejos. Era una oportunidad enorme y después de pasar un buen rato encerrado, decidió que un embarazo temprano no iba a terminar con aquello.

Desde ese día parecía que el rubio movía cielo, mar y tierra. Sus padres lo apoyaron y su omega, que no parecía muy feliz al inicio termino aceptando irse con él. Al final del verano y dos semanas antes de que sus clases iniciaran partieron de su hogar. Katsuki había conseguido que la universidad le concediera quedarse en uno de los dormitorios que solo los que tenían el dinero suficiente podían pagar. Con apenas unos 36 m2 su nuevo hogar tenía una habitación, baño, cocina, y una pequeña sala-comedor. Y para él era más que suficiente, agradeció que la universidad entendiera su caso aunque igual le había sorprendido.

Actualmente solo habían pasado dos meses desde que Camie lo abandono a él y su cachorro. No supo si quiera que había pasado, un día simplemente ya no estaba. Cuando Katsuki regreso de trabajar, la esencia de la chica apenas y se percibía. Cuando la llamo y nadie contesto su pecho se oprimió, pensando lo peor, se había apresurado para ir a la única habitación que había y que compartían; no había nada. Las cosas de la omega ya no estaban, su ropa, sus zapatos, accesorios, no había rastro de ella. Lo único que había eran las cosas de él y su cachorro durmiendo tranquilo en el nido hecho de las camisas del alfa. Recuerda tomarlo suavemente en brazos, anonado aun del saber que la chica se había ido sin mirar atrás. De pronto su sangre hervía de cólera. Había dejado a Haruki solo, no le importo si le hubiese sucedido algo, o que Katsuki ese día hubiese llegado tarde, simplemente lo abandono. Haruki se removió en sus brazos, sollozando leve reaccionando a las furiosas feromonas de su padre. Katsuki se calmó sí mismo y a su hijo. Fue en ese momento que agradeció no haber formado un lazo con la chica.

Y ahí estaba, un año y cinco meses después desde que empezó todo, despertando poco a poco al lado de su cachorro –de ahora 8 meses-. Se levantó con cuidado para no despertar al bebé quien parecía ajeno al ruido de la alarma por tercera vez esa mañana. Sus cabellos como el oro, corto y ondulado parecía brillar del sol de la mañana que se colaba de las cortinas. Katsuki aprovecho que su cachorro no despertada y se apresuró a ducharse, preparar su mochila con libros y materiales que usaría ese día. Salió de la habitación para preparar su almuerzo en la pequeña cocina. Eran las siete con treinta minutos cuando volvió a su habitación. Haruki ya estaba despierto y sentado jugando con sus pies.

— Buen día bebé. — dijo besando una de sus mejillas regordetas. — Hoy te levantaste sin berrinches, espero que no des problemas a Mina. —Haruki le contesto con balbuceos.

Mientras cambiaba el pañal sucio de su hijo con una mueca, y cambia de igual manera su ropa; escucho la puerta principal ser abierta y segundos después cerrada. Tomo al bebé en brazos, saliendo al encuentro de su amiga peli-rosa.

— Se te hace tarde. — dijo como saludo, recibiendo a Haruki en sus brazos.

Katsuki contesto un "lo sé", moviéndose rápidamente para tomar su mochila y porta planos.

Mina desvió su atención al hijo de su amigo, quien ya había tomado sus cabellos en sus puños listos para jalarlo. Ella es una beta que conoció en el primer semestre junto a otros de sus dos amigos. Todos comprendían la situación de su rubio amigo y rápidamente le hicieron saber que contaba totalmente con ellos en lo que sea.

Esa mañana Mina es quien se encargaría de Haruki. Ya que sus clases comenzaban hasta las dos de la tarde. Eijiro, -un alfa y a quien consideraba su mejor amigo hasta el momento (sin que el otro lo supiera)- llegaría cerca de la una de la tarde para tomar el lugar de Mina, hasta que Katsuki regresara después de trabajar, que era alrededor de las siete de la noche. Esa era una rutina excelente que habían establecido entre los cuatro. Mina, Eijiro, y Shoto son quienes lo ayudaban durante el día, y aun que no le dijera en voz alta, Katsuki estaba completamente agradecido.

— Me voy. — Dijo Katsuki besando los cabellos dorados de su cachorro. — Su biberón está listo, solo verifica que no esté muy caliente. Llámame si pasa algo, lo que sea. —

— Si si, ya, adiós. — ella tomo una de las manitas del bebé haciendo que se despidiera. Haruki rio por el movimiento juguetón.

— Los veo en la noche. — Katsuki sonrió leve y con ello salió apresurado cerrando la puerta. Miro la hora en su reloj de muñeca, tenía poco tiempo para llegar a su facultad...






No tengo mucho que decir excepto que espero les guste mucho esta historia, le estoy poniendo muchas ganas

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No tengo mucho que decir excepto que espero les guste mucho esta historia, le estoy poniendo muchas ganas.

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○E :) 


Falling for You - [KatsuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora