Falling for You - [KatsuDeku]

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Izuku comenzó a dudar de Katsuki después de estar solo en su dormitorio desde hace un par de horas esperando algún síntoma relacionado a su celo. Sin embargo, entrando la noche, frente a su laptop mientras revisaba su correo institucional fue cuando sintió los primeros calambres en su vientre y pierna derecha. Tomo un supresor antes de que se hiciera peor y no pudiese controlar sus instintos. Los siguientes días lo único que sentía era fiebre que intentaba bajar con duchas frías. No salía de su dormitorio.

Su celo solía ser doloroso antes, de solo recordarlo su piel se crispaba ante los malos recuerdos. Cerró sus ojos concentrándose en el pensamiento de que estaba solo y se durmió. No había nadie más con él y no lo habría a menos de que el decidiera lo contrario. Su cuerpo comenzó a sudar reaccionando de manera opuesta a sus pensamientos. Los recuerdos lo golpearon de repente en forma de sueños. Tactos que se sentían pesados y quemaban su piel, jalones bruscos y voces distorsionadas. Se sentía atado de pies y manos, era insoportable. Y quería salir de ahí.

Izuku despertó, sudando y jadeando por aire, dándose cuenta de que tal vez había mantenido la respiración mucho tiempo. Llevo una de sus manos a su pecho apretando con fuerza y rasguñándose en el proceso para regresarse a la realidad. Estaba empapado de su transpiración. Su cara estaba húmeda ya sea por lágrimas o sudor, no sabía y no se detendría a pensarlo mucho. Se sentó con lentitud en su cama y miro a todos lados recobrando sus sentidos. Se levantó y camino frente a un espejo de cuerpo completo que tenía a un lado de la puerta. Estaba bien, completo y sano. Ahí mismo limpio su cara, busco un cambio de ropa y una toalla para tomar camino a las duchas compartidas de su piso. Por fin era el tercer día y se sentía un poco mejor, lo único malo es que había faltado esos días a los talleres.

Horas después estaba sentado en su cama comiendo fideos que había pedido a "domicilio" mientras su laptop reproducía una película. Sin darse cuenta su mente empezó a divagar pensando principalmente en Katsuki, un alfa que a su parecer podía ser muy malhumorado pero que no había producido ni una vez algún sentimiento de inseguridad en él. A decir verdad Izuku empezaba a admirarlo, el chico no parecía tener más de 20 años, estudiaba, trabajaba y criaba a su cachorro.

Entonces la pregunta que tal vez había estado evitando se hizo presente: Si Katsuki tiene un cachorro... ¿Tiene omega? No supo la razón pero un sentimiento desagradable se instaló en su pecho.

Sin embargo, de todas las veces que se había encontrado al rubio ni una sola vez su aroma había sido diferente, siempre era igual: canela. Incluso un par de veces se mezclaba con una esencia dulzona que había identificado como la de Haruki que era más a como olían los cachorros y Haruki olía a su padre. Nada más. Izuku pensó que había algo raro. Entonces empezó a sentirse curioso y las ganas de preguntarle en su próximo encuentro empezaron a surgir en su mente.

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Era su día de partida y Bakugo batallaba un poco para tener sus cosas listas –que no eran muchas-. El día que acompaño a Izuku a su dormitorio en su pre-celo tuvo que regresar a cambiarse de ropa porque no quería que alguien más percibiera el aroma de Izuku. Shoto lo había mirado inquisitivo el rato que le tomo cambiarse, no cruzaron muchas palabras y guardo sus preguntas, no por mucho tiempo porque cuando llego en la noche Mina también estaba ahí entonces lo bombardearon de preguntas como "¿Estas saliendo con alguien?, ¿Quién es?, ¿Cómo se llama?, ¿Por qué olías tanto a omega?" y otras tanto que sinceramente ya no recordaba. Primero les había medio gritado algo como "No tengo porque decirles ni una mierda a ustedes dos". Entonces Mina y Shoto se dieron una mirada cómplice y después de un rato Katsuki término contando brevemente sobre Izuku, se sorprendieron que se tratara de un chico pero tampoco dijeron algo sobre eso. Así que su sorpresa fue más dirigida a que Katsuki al parecer estaba siendo menos brusco con alguien más que no fuera Haru o incluso pocas veces ellos. Lo dejaron en paz un rato después cuando ambos se dieron cuenta que ya no sacarían más palabras del alfa.