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— Izuku, tenemos que hablar.

El omega entro a su hogar algo aturdido y antes de que su madre le dijese algo corrió al nivel superior de la casa a su habitación para dejar sus cosas. Sabía que sus nervios eran palpables en el ambiente. Inko –su madre- es una omega muy serena, se dedicaba a su trabajo en la mayor parte de su tiempo y a pesar de ello siempre pudo hacer tiempo para su hijo e Izuku jamás dejo de notarlo. Así que justo ahora podría imaginarse el nivel de preocupación de su madre cuando percibió la esencia canela del alfa en él.

Entro al comedor y su madre ya estaba sentado en la cabecera. Su postura era pura determinación. De pronto ya no había dulzura en la omega, sino tal vez enojo y genuina preocupación.

Tragando saliva duramente Izuku se sentó en la silla de madera continua. Su madre lo miro y suspiro.

— Hijo, ¿estás bien?

— Ya dije que si mamá. — le respondió suavemente. Era mejor tranquilizarla desde ahora.

— Hueles a alfa Izuku. Si algo está mal de nuevo por favor bebé, dímelo.

— Yo por un m-momento lo olvide, p-pero...

— Te lo preguntare y quiero que respondas con la verdad, aunque es bastante evidente. — Izuku la miro expectante no queriendo interrumpir como ella lo había hecho. — ¿Por qué no me dijiste que esperas un cachorro?

¿Qué?

— ¿E-eh?

— Tu aroma, está mezclado y- dios Izuku, por favor, ¿te hicieron daño? Sabes que tienes mi apoyo si-

— ¡No! — exclamo Izuku interrumpiéndola. — Dios mamá, no. No. — Inko se quedó en blanco.

— Pero Izuku- — dijo.

— No es para nada lo que estás pensando— sintió sus mejillas enrojecer. — Es un amigo, bueno, eso creo. Se llama Katsuki, me encontré con el camino a la estación y estuvimos juntos un buen rato. Él... él es quien tiene un cachorro.

Termino su breve explicación pero su madre tenía expresión de muchas dudas aun, probablemente procesando la información y quitando la idea de que era el quien estaba en cinta. Dios como no pensó en eso, estuvo de alguna manera tan despreocupado por su llegada que ni siquiera llego a su mente que el aroma de Katsuki y Haru se podrían percibir en él.

— ¿Un amigo? — Izuku asintió lento. — ¿Alfa? — otro asentimiento. — ¿y tiene un cachorro? — Izuku susurro un "aja".

Su madre volvió a quedarse callada, viendo algún punto en la mesa como si fuera algo más interesante. Ser amigo de un alfa con un cachorro no tenía nada de malo ¿no?

— Izuku. — el nombrado se sobresaltó por el tono de su madre. — ¿Él tiene pareja?

— Y-yo creo que n-no. — ella cerro sus ojos brevemente acompañado de un suspiro, después regreso la mirada a su hijo.

— No creo que sea bueno que seas amigo de un alfa con cachorro y sin pareja. Si tuvo al bebé con un o una omega es difícil para el cachorro no necesitar la presencia de su madre, incluso si ella no está buscara la calidez de una esencia omega con alguien más por los instintos que obviamente no sabe controlar. ¿Qué edad tiene?

— Está en tercer semestre, tal vez 20 pero no lo sé con seguridad.

— El cachorro, Izuku.

— Ah — Claro. — N-no lo sé, supongo que no llega al año.

— Mira hijo, jamás he querido interferir en tus amistades. — Su madre le dio un apretón en una de sus manos. — Debes tener cuidado, poner límites o si es posible mejor diferir de esa amistad reciente. ¿Bien? Todo es por tu bien Izu.

Falling for You - [KatsuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora