Atelophobia 🍫 Mihael "Mello" Keehl

🍫 XVIII: Apoyo

Tn salió del baño, acababa de ducharse; se colocó su ropa interior y se vistió con medias de red, un jean negro el cual dobló para dejar ver sus talones, un top blanco y un suéter con capucha cuyo largo llegaba hasta encima de su vientre, dejando este a la vista, y se colocó un par de combat boots negras. Secó y cepilló su cabello, y tomó su bolso para sacar una paleta; le quitó la envoltura y la metió en su boca mientras se acercaba a su novio.

– Entendido...Gracias, Halle.

Mello cortó la llamada, arrojó su teléfono sobre la mesa de café y miró a su novia, quien se había sentado a su lado.

– ¿Qué dijo Halle?

– Que soltarán a Mogi y Aizawa en el aeropuerto en dos horas.

– ¿Aizawa?

– Otro policía del Equipo de Investigación. Según me dijo, Near le mintió al Equipo diciéndoles que Mogi había muerto de un ataque al corazón para impulsar a alguno de ellos a hablar; y bueno, ese tal Aizawa llamó a Near para darle información.

– Ya veo...Entonces, nos vamos al aeropuerto a seguirlos.

– Exacto. ¿Matt te dijo algo?

– Ah, espera...

La rubia se levantó, buscó su teléfono y volvió a sentarse al lado de su novio.

– Dice que está llegando.

– ¿Al hotel?

Alguien llamó a la puerta de pronto.

– Sí –rió.– Yo le abro.

Tn dejó su teléfono, saltó del sofá y corrió a la puerta, para abrirla. Del otro lado vio a un joven delgado y alto, de cabello castaño y ojos verdes ocultos tras un par goggles de marco blanco y cristales naranjas, vestido con una camiseta de mangas largas negra y roja a rayas con un chaleco blanco con bordes de piel, viejos jeans azules, botas negras y guantes negros hasta la mitas de sus brazos.

– Hey –sonrió, sacando el cigarrillo de su boca.

– ¡Matt!

La joven saltó hacia aquel, enredando sus piernas alrededor de la cintura de él. El mayor rió, tomándola por los muslos para sostenerla.

– Has crecido mucho. Ahora sí eres toda una Barbie Gang.

– Idiota –rió.

Matt bajó a su amiga e ingresó al cuarto, cerrando la puerta tras de sí. Mello se levantó del sofá y se acercó a él.

– Hola, idiota.

– Hey, dude.

Ambos rieron, chocando sus puños.

– ¿Qué hay? Masy me puso al día.

– Te dije que me llames Tn.

– Bueno, "Tn" –rió.

– Eso nos ahorra tiempo. Ven.

Los tres se acercaron a los sofás y tomaron asiento.

– Hablé con Halle, dijo que soltarán a dos de los japoneses, Mogi y Aizawa, en el aeropuerto. ¿Trajiste tu auto?

– Sí, ¿Lo necesitas?

– Para ir al aeropuerto. Veremos qué hacen y a dónde van.

– Seguro regresan a Los Ángeles –sacó la paleta de su boca.– Tendremos que dividirnos si se van a Los Ángeles. Si toman el mismo vuelo, uno los sigue tomando el mismo avión y los otros dos van por carretera en el auto; si toman vuelos diferentes, dos van en avión siguiendo a cada uno y otro en auto.