Atelophobia 🍫 Mihael "Mello" Keehl

🍫 IX: Coacción

[18 de Octubre]

[Tokyo, Japón]

Soichiro despertó cuando escuchó su teléfono sonar, se incorporó y lo tomó, para contestar.

– Yagami al habla.

– Hace tiempo que no hablaba con usted, ¿Cómo está, Yagami? Parece que me ha hecho caso con lo de que no lo mataría si me dejaba tener contacto con él.

El policía se sorprendió al oírlo, era Mello otra vez. Del otro lado, además, estaban Light y el equipo escuchando todo.

– Así que el cuaderno es real después de todo. Es un arma mortífera, ¿No cree?

[Los Ángeles, CA]

Mello estaba sentado en un sofá, tenía el teléfono en una mano y el cuaderno en otra, además de mantener una barra de chocolate entre sus dientes. Tras él colgaba un Jesús crucificado.

– Pero no es suficiente para intimidar a Kira. Kira sólo necesita saber cómo es una persona para matarla.

[Tokyo, Japón]

– Me pregunto cómo es capaz de escribir el nombre correcto con sólo mirar la fotografía de una persona...

Un mensaje llegó a la laptop de Soichiro, y él observó la pantalla para leer; era de Light, advirtiendo de que no le dé esa información a Mello.

– Aún no lo sabemos. Pero también hemos llegado a la conclusión de que es capaz de matar con sólo ver la cara...

– ¿Me está tomando el pelo? Para llevar tanto tiempo investigando, son unos verdaderos inútiles...Bueno, una cosa más... ¿Quién usurpó el puesto de L cuando murió? Ya sabe lo que le espera si no me responde. Si valora la vida de su hija, me dará la respuesta que quiero.

Todo quedó en silencio unos segundos, él no sabía qué decir y su hijo aún no le daba indicaciones.

– ¿Qué pasa? ¡Me cargaré a su hija si no me responde!

«Sayu...Light...», pensó nervioso.

Otro mensaje llegó, que indicaba echarle ese cargo a Matsuda; el mensaje había sido escrito por él mismo.

– ...Matsuda Touta...pero es nuestro equipo el que le dice qué es lo que debe hacer como L. No es más que eso.

– Bah, ya me imaginaba algo así. A este nuevo L no se le puede llamar ni incompetente. Bueno, si alguna vez me da por querer matarlo, le pediré las fotografías de todo su equipo...porque sus nombres ya los conozco... ¡Jajaja! –rió.

– ¡Eso sí que no lo pienso hacer! –gritó molesto, pero la llamaba había finalizado.

[Los Ángeles, CA]

Mello se levantó del sofá, hizo un bollo con el papel aluminio del chocolate que ya había comido y lo arrojó al bote de basura; se levantó y salió de aquel salón, buscando a su novia. Llegó a una de las salas, donde estaba ella, y se recargó en el umbral mientras la observaba.

Tn estaba sentada en el suelo con los ojos vendados, delante de una mesa de café donde tenía las partes de un arma desmontada. En los sofás estaban algunos mafiosos, y uno de ellos tenía un cronometro.

– Hazlo –dijo el del cronometro, pulsando el botón de él.

La joven subió las manos a la mesa y comenzó a armar el arma rápidamente. La soltó, dejándola caer al suelo, y el sujeto detuvo el tiempo del aparato.