Capitulo 13. Lo que nos une

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Me uni a el, fue mio y yo suyo, me hundi en su aroma a rosas, me deje llevar por su esencia abrumadora, y yo no, no lo vi a el, no pense en el, no lo imaginé, Yuri Plisetsky dejó de estar en mi radar, dejo de estar en mis pensamientos, esa noche estuve plenamente consciente de a quien le hacia el amor, y que cuerpo me movia al placer, mis colmillos cosquillearon por la nuca de alguien más, por la piel de otra persona, y no era mi destinado.

Desperté con sus brazos enredados en mi cuerpo, aquella sensación calida en mi pecho no se esfumaba, es acaso la union?, el lazo que compartimos?, sus ojos se abrieron, y la necesidad de cuidarlo aumentaba aun más,

Lavaba su cuerpo, como si en mis manos tuviera lo más preciado, como si en mis manos tuviera la joya mas costosa, el reia como un niño, haciendome travesuras, no podía evitar que su risa me contagiara, puedo volver a amar?, puedes ser mas que un reemplazo para mi?, puedes ser más que la cura del desamor?, tengo permitido volver a amar?.

Salí a comprar algo de comer, sin embargo, el silencio del departamento hacia sentirme nervioso, el golpe de aquella esencia me nublaba mis sentidos, significaba que aun su celo no pasaba, caminé a paso lento, pisando fuerte, para que el me escuchara entrar a la habitación que compartíamos, mis manos sudaban, porque lo tendría en mis brazos una vez más.

El nerviosismo aumentaba, llegué a aquella habitación, abrí poco a poco la puerta el no estaba en la cama, mire por todos lados, mirándolo sentado en un pequeño sofa, sus piernas eran rodeadas por sus manos, el gruñia al oirme, una clara señal de que me esperaba.

Caminé liberando mi aroma, el seguia arisco a siquiera acercarse - Yuuri... - mi voz se estaba haciendo ronca, fuerte, prueba de que su esencia no era pasada por desapercibida por mi lobo, una señal de nuestra union, el olfateaba mi esencia, dejando de estar tan tenso.

Llegue a su lado, acariciando su rostro - Yuuri... Yuuri - acaricié sus mejillas, sus labios, el hacia de lado su cara, para profundizar más mis caricias, como si pudiera ronronearme, lo tomé de su mano para levantarlo, pasó sus brazos rodeando mi cuello, dándome un beso, que correspondí deseoso de su calor.

Mis manos lo tomaron con fuerza de su cadera mientras me perdia en sus labios, el dio un pequeño salto para enredar sus piernas en mi cadera - Alfa.... - me decía al oido, haciendome temblar - Omega... - le respondi, tumbandolo en la cama dispuesto a hacerlo un desastre aun mayor al que lo habia hecho,

Mis labios recorrieron su piel, como si fuera una droga, como si fuera el dulce mas exquisito al paladar, como si no hubiera mañana.

Hice mio su aroma, su piel, le bese hasta la sombra, fui su oxigeno y el, el lo era todo, en esa habitación nadie mas estaba presente solo el y yo.

Su celo pasó, la union se hizo profunda, limpiando todo, volví a encontrar aquella libreta de información, la idea de cumplir su sueño, no paso desapercibido, aquella casa donde albergaba la añoranza de una familia con aquel mal amor, ya no era de mi agrado, si pudiera servir para algo mas que un viejo recuerdo, no lo haria a un lado.

Revisaba mis examenes mientras la lluvia caia, en paz, tomaba un poco de cafe, mientras el jugaba con Makkachin, puse algo de música, sintiendo tranquilidad, sintiendome completo, sin sentirme solo. Mi celular sonó confirmándome la transacción que deseaba recibir, para asi confirmar aquella cita que lo haría feliz.

El comenzó a bailar de nuevo, suaves movimientos aun timidos y torpes, tome su mano lo acerque a mi, mis dedos acariciaron su cintura, logrando sonrojarlo - Puedes enseñarme?, creo que tengo 2 pies izquierdos - soltó una risita traviesa.

El me guiaba, mientras mis pensamientos estaban perdidos en su presencia, en su manera de ser, en su esencia - Pon atención Viktor!! - me dio un golpe apenas doloroso en mi hombro.

- Tienes la culpa de mi falta de concentración.

- Yo?, yo que tengo que ver?.

- Tu me desconcentras, me pones nervioso - el hacia gestos sin creerlo.

- Que tonterias dices.

- Es la verdad, me pones nervioso, porque me gustas, me gustas demasiado.

- Porqué un omega como yo tendría que gustarte?.

- Eres hermoso Yuuri, muy hermoso - acerque sus labios a los mios, y lo besé, angustiadamente, con necesidad y anhelo, como si con un beso pudiera demostrar lo que el me estaba haciendo sentir.

El temblaba en mis brazos, haciéndome sentir jodidamente feliz, si, feliz, porque el era un hombre con una alma inocente, que confío en mi apesar de lo difícil que ha sido su vida, y eso es la mejor recompensa, que pude tener.

Las noches de soledad fueron llenadas con su presencia, las tardes de café, eran amenizadas con su hermosa voz cantando, mi lobo se sentía encantado por su presencia, por su sutileza, poco a poco un día, se volvió una semana, y una semana un mes, un mes en dos, en tres y en cuatro.

Cuatro meses despertando a su lado, cuatro meses sintiéndome feliz con su presencia, cuatro meses compartiendo cama y calor, esta mal desear que esto nunca termine?, esta mal?.

Se esfuma tu amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora